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Big data en los videojuegos: su arma secretaRoberto García Esteban 22 junio, 2022 ¿Quién no ha jugado alguna vez una partidita al Candy Crush, ese juego que consiste en unir caramelos del mismo tipo para hacerlos desaparecer de la pantalla? En 2018 King, la compañía que lo creó, anunció que había superado el billón (europeo) de partidas desde su creación en abril de 2012. En la actualidad los ingresos de este juego -en principio gratuito y sin publicidad- superan los 2.000 millones de euros al año para todas las modalidades de la saga, con más de 150 millones de usuarios activos al día en el mundo. El uso de big data en los videojuegos tiene algo que ver… Análisis de datos para mejorar la experiencia de los jugadores Muchos son los factores que explican su éxito, según los expertos: el recuerdo de la infancia que provocan los caramelos, la socialización en busca de conseguir más vidas, las recompensas frecuentes para los jugadores, el haber estado ligado a una plataforma en expansión como Facebook, su rápido salto a los dispositivos móviles… Sin duda, todo ello es cierto pero hay, además, otro factor muy importante en el éxito de Candy Crush que, con frecuencia, pasa desapercibido: big data. Los creadores del famoso juego fueron pioneros en mejorar su producto basándose en la cantidad ingente de datos generados por los jugadores. Y en introducir pequeños cambios experimentales para estudiar después los datos de uso de los millones de jugadores y, de esta manera, obtener conclusiones que los llevan a consolidar o no dichos cambios. Un objetivo claro y los parámetros para medir su cumplimiento Al usar big data en los videojuegos, lo primero es tener claro el objetivo que se persigue. En el caso de Candy Crush es el de aumentar la fidelidad de los jugadores, ampliando el número de los que siguen jugando tras la descarga inicial. Una vez clarificado el objetivo, hay que establecer los parámetros para saber si se está cumpliendo o no. En este caso, conocer cuántos jugadores volvían a utilizar el juego el segundo día, tras jugar por primera vez, y cuántos seguían jugando pasados catorce días desde la descarga. Por poner un ejemplo, los desarrolladores introdujeron en la versión Candy Crush Soda más dificultad en los primeros niveles del juego y la maquinaria de análisis de datos demostró el éxito de la idea. Descubrieron que la retención al segundo día disminuía (efecto no deseado) pero que, pasadas dos semanas, el número de jugadores era significativamente mayor que antes de empezar con los experimentos. En busca del equilibrio entre dificultad y diversión En otro momento, los responsables de King, la empresa desarrolladora del juego, se dieron cuenta de que tenían un problema con el nivel 65 de Candy Crush Saga. Al analizar los datos vieron que muchos jugadores se quedaban atascados ahí, lo que generaba frustración y el abandono. Era necesario un cambio porque otro de los secretos del juego es el equilibrio perfecto entre desafío y diversión. Si es muy fácil es aburrido, pero si es demasiado difícil, es frustrante. Al modificar la configuración del nivel 65 el problema quedó resuelto. En un mercado tan competitivo como el de los videojuegos móviles, donde hay muchas otras opciones a un clic de distancia, es fundamental ofrecer la mejor experiencia posible a los jugadores para conseguir su lealtad. El uso de big data en los videojuegos contribuye a ello. Mejor soporte a los clientes más fieles Además, dado el carácter gratuito del juego, también es crítico conocer qué es lo que mueve a los jugadores a comprar una vez que están jugando. Actualmente solo un 0,4 por ciento de los jugadores de Candy Crush hace algún tipo de compra en el juego, pero son suficientes para conseguir ganancias multimillonarias. Por ello, el siguiente paso fue llevar el análisis de datos más allá del desarrollo de nuevas características del juego a otras unidades de negocio. Por ejemplo, al equipo de soporte, para ofrecer a los clientes más fieles una mejor experiencia cuando contactan con este departamento. Pero Candy Crush no es ni mucho menos el único juego que utiliza big data para mejorar la experiencia de los jugadores. Otro ejemplo es el de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. Era un juego que se iba adaptando a la estrategia del jugador. Si este atacaba de noche, los soldados terminaban llevando gafas de visión nocturna; si iba siempre por el mismo camino, lo minaban, o si el jugador pretendía engañar a los guardias con muñecos hinchables del avatar, el juego hacía lo mismo después. Una cantidad enorme de datos de diversa naturaleza Los miles de millones de jugadores de videojuegos generan una cantidad de datos gigantesca y de diversa naturaleza: de la performance del jugador, interacciones multijugador, transacciones monetarias, medios sociales incluidos en algunos juegos, anuncios insertados en ellos… Se analiza la actividad del jugador y su comportamiento social, qué parte de un videojuego se juega más, dónde se quedan atascados los jugadores y muchos otros parámetros para que el desarrollador pueda generar recompensas o cambiar mecánicas de juego casi en tiempo real, con el fin de que el jugador disfrute y siga jugando. Todo ello está en la base de un sector como el de los videojuegos que en 2021, con más de 3.000 millones de jugadores en el mundo, movió 159.000 millones de euros, más que el cine y la música juntos. Así que lo que se consigue con big data en gaming no es ningún juego. Imagen: Eldriva La carrera por dominar la inteligencia artificialMisiones de la Administración pública en el horizonte 2030
Webinar: Sports Tech, la revolución digital del fútbolNacho Palou 21 junio, 2022 El pasado 15 de junio desde Telefónica Tech organizamos un webinar dedicado a la tecnología en el deporte: “Sports Tech, la revolución digital del fútbol”, disponible ya en nuestro canal de YouTube. El evento contó con la participación de Alberto Heras, director de marketing del Getafe CF; Javier Jiménez, director de Innovación Sociedad Deportiva Ponferradina; Antonio Jiménez, CIO Real Betis Balompié; y de Carmen Alonso, nuestra Gerente de SportsTech en Telefónica Tech. Gracias a su participación pudimos conocer de primera mano los proyectos de estos clubes de fútbol, sus prioridades al abordar la digitalización de los estadios de fútbol y las posibilidades que ofrecen tecnologías como el Big Data, 5G, Inteligencia Artificial o IoT —incluso el metaverso— para potenciar las capacidades e infraestructuras de los clubes y mejorar la experiencia del público y asistentes. Mejorar la experiencia del público es precisamente una de las prioridades para el Getafe CF: «La digitalización la entendemos siempre desde la perspectiva de mejorar la experiencia de los aficionados cuando van al estadio», explicaba Alberto Heras. En términos parecidos se refería Javier Jiménez respecto a la remodelación y transformación del estadio de fútbol El Toralín. Además de mejoras funcionales y organizativas, el estadio del Ponferradina ha incorporado conectividad y soluciones tecnológicas que mejoran la experiencia de los seguidores e incrementa la interacción del público durante los encuentros. Por ejemplo, lo nuevos videomarcadores permiten al club atraer a patrocinadores que buscan nuevos formatos publicitarios en los estadios y la posibilidad de interactuar con el público. “Los videomarcadores son la herramienta fundamental para interactuar directamente con los aficionados,” añade Alberto. Estadios de fútbol más interactivos, inclusivos y sostenibles La digitalización, además, “nos permite exponernos fuera de nuestra región, que Ponferrada se escuche fuera de la comarca de El Bierzo para tratar de captar nuevos aficionados, darles más valor añadido a los actuales y también atraer sponsors de fuera” dice Javier. El proceso de transformación digital es imprescindible para que las instalaciones deportivas sean espacios más inclusivos —habilitando, por ejemplo, retransmisiones adaptadas a personas con discapacidad visual— y también más sostenibles, que es uno de los ejes de los proyectos de digitalización de los estadios de fútbol. “El fútbol puede ser un potente altavoz para motivar y concienciar a las aficiones sobre cuestiones como la sostenibilidad o la salud” El Getafe CF inicio su proceso de sostenibilidad en el 2014 compensando la huella de carbono “no solo del equipo, sino también de todos los desplazamientos de las categorías inferiores y de las escuelas e incluso la huella de nuestros aficionados que venían desde fuera de Getafe a ver los partidos”, explica Alberto. En este sentido Antonio destaca el proyecto Forever Green: «Nace con la intención de concienciar de la necesidad de aportar algo para que el planeta respire. Toda nuestra flota de vehículos es eléctrica». La conectividad, clave para atraer (sobre todo) al público joven Debido a la afluencia del público, el problema de la conectividad en los estadios es “común” coinciden en señalar los asistentes. Sin embargo, “si todo va bien, el 14 de agosto estrenaremos conectividad 5G” dice Antonio. “Estoy muy ilusionado porque además nos va a permitir estrenar un sistema de audiodescripción del partido para que las personas con discapacidad visual puedan seguir el partido a través de una app, sin retardo y estén donde estén en el estadio; antes este servicio lo teníamos limitado a una zona específica del estadio por los requisitos técnicos de una red dedicada a eso.” Foto: Mario Klassen / Unsplash La falta de conectividad dentro del estadio supone una barrera para captar público joven, explica Alberto: “el fútbol, en general, tiene un gran déficit porque no somos capaces de captar a la gente de entre 14 y 28 años y uno de los grandes problemas que tenemos es la conectividad dentro de los estadios. Los jóvenes no vienen a un estadio única y exclusivamente a ver un partido de fútbol; quieren interactuar, ser parte del partido y compartirlo con sus amigos o seguidores.” El poder del dato para los clubes de fútbol Los clubes de fútbol también están adoptando el Big Data para tomar decisiones estratégicas, de negocio y deportivas basadas en el dato, algo que “hasta hace no tanto nos parecía impensable en este contexto”, dice Carmen Alonso. “Y ahora ha llegado el momento de trasladarlo a los clubes de fútbol.” “Antes se decía que la información era poder, hoy en día esa información es el dato” “Quien posee el dato tiene el poder de tomar mejores decisiones en beneficio de su club y aficionados”, dice Alberto Durante el webinar Alberto explicó cómo el Big Data les ha permitido conocer mejor a su afición y al público que asiste a su estadio, tanto para optimizar acciones comerciales como para mejorar la seguridad. “Recogemos mucha información acerca de las aficiones visitantes y de nuestros aficionados,” explica. Por ejemplo, sobre “cómo las acciones llegan al estadio y por qué calles acceden gracias a los mapas de calor.” De este modo es posible, por ejemplo, optimizar acciones con patrocinadores reduciendo el personal necesario para llegar a la mayor cantidad del público que les interesa, ahorrando costes e incrementando el retorno. “Nosotros —dice Antonio— siempre hemos estado más enfocados al servicio que al análisis del dato, pero ahora que ya tenemos la capa de servicio lo suficientemente estable es el momento para nosotros de dar el salto al dato.” Todos los participantes del webinar coinciden en señalar que los clubes de fútbol tienen la necesidad de transformarse digitalmente para potenciar sus capacidades y resiliencia, mejorar el rendimiento deportivo de sus jugadores, llegar a nuevas audiencias, atraer a nuevos aficionados y patrocinadores e incrementar su actividad y negocio de forma continuada, y no solo cuando hay partidos, para dar más utilidad y sacar más provecho a esas grandes infraestructuras. El metaverso será para las empresas un medio, no un finDía de la mujer ingeniera: construyendo nuevos caminos
Lo primero, escuchar al cliente para poder venderVirginia Cabrera 21 junio, 2022 Todos los que trabajan en actividades relacionadas con la venta están absolutamente convencidos de conocer perfectamente los valores y beneficios que sus productos aportan a los clientes. Y tal vez sea este firme convencimiento el aspecto que más los aleja de ellos. Cuando comenzamos hablando de las bondades de nuestros productos, para poner en primer plano lo que creemos aportarles, dejamos pasar una ocasión de oro para la escucha y, como consecuencia, perdemos oportunidades de venta. Las empresas están cansadas de etéreas frases publicitarias, plagadas de promesas para llevar su negocio a lo más alto, fidelizar fácilmente a los clientes, conseguir todas las claves para competir… Realmente, ¿qué necesitan las empresas? Parafraseando a León Tolstói y a ese genial comienzo de su Anna Karenina, podríamos afirmar que “todas las empresas dichosas se parecen, pero cada una es infeliz a su manera”. Es decir, cada una tiene sus problemas y lo que cada una cuenta de su producto, tal vez no encaje como solución. Al menos no a la primera. La fórmula del éxito Leyendo entre líneas lo que dicen los clientes cada vez que tienen ocasión, podrás descubrir qué necesidad se esconde tras sus palabras. La traducción no es compleja, porque la regla es simple. Y es que las empresas solo tienen una necesidad: ganar dinero y, si puede ser, ganar mañana un poquito más que hoy. Y saben que solo hay tres formas de lograrlo en un contexto donde subir los precios es casi una muerte anunciada: ser conocido, tener clientes y hacer que repitan. De modo que, antes de ofrecer tus servicios, replantea tus argumentarios de venta pensando cómo cada prestación que ofreces contribuye a mejorar la notoriedad, la venta o la eficiencia de cada usuario. Conviértete en un experto en hacer ver a tu cliente posibilidades de mejora incluso donde ni él mismo es capaz de verlas. Detrás de un “no llego a todo” siempre se esconde un deseo, reconocido o no, de atender más y mejor a los clientes. Debajo de un “no puedo invertir ahora” hay una necesidad de asegurar la rentabilidad de la inversión que vas a acometer. Y escondido tras un “necesito hacer más con menos” hay un grito mudo de auxilio. Lo de ser más digital, ganar en seguridad, trabajar desde cualquier lugar e incluso cumplir con la legislación, sin duda les sonará muy bien, pero no los hará saltar de la silla para hacerte un pedido. Todas las empresas saben que la tecnología y la innovación impactan en su productividad, pero les falta ver claro cómo lo hace. No siempre encuentran el acompañamiento adecuado para lanzarse a lo que es desconocido para ellas. Nadie adoptará una nueva tecnología con confianza si lo hace dando vueltas al qué o al cómo. Un cambio solo llega a través del “¿para qué lo hacemos?”. Para ser capaz de recorrer el camino que va desde la hoja de características del producto a la venta, debes identificar a cuáles de sus tres necesidades básicas estás apelando y elaborar una argumentación individualizada que, paso a paso, construya el puente de plata que lleve a tu cliente a hacer un pedido. Escuchar al cliente y ofrecerle soluciones a medida ¿Cómo hacerlo? Escucha, escucha y escucha. Y luego trabaja para dar la vuelta a tu producto como si fuera un calcetín. Construye propuestas individualizadas que encajen en el día a día de tu cliente. Y hazlo eligiendo entre todo lo que tienes para crear una solución a medida. En este contexto, raro sería que alguno de tus productos encaje a la primera. Así que olvida eso de trasladar tu catálogo tal cual sin traducción alguna. Eso ya no sirve. Solo se escuchan las ofertas que resuelven necesidades concretas. Y, sobre todo, recuerda que al cliente solo le interesa qué parte de tu producto lo hace, el resto le da igual. Convencer al mundo de que realmente ofrecemos valor nunca ha sido tarea fácil. Una propuesta atractiva ha sido siempre el primer paso. Sin embargo, me pregunto cuánto tiempo más vamos a poder seguir confiando en que sea el cliente quien se adapte a nuestra oferta más o menos estandarizada, porque hay muchos motivos para pensar que esta fórmula mágica está a punto de agotarse. En un mundo hiperconectado y completamente saturado de estímulos comerciales, la batalla por el cliente se vuelve más feroz que nunca. Y es que en esta sociedad que avanza imparable hacia lo digital y donde la competencia está al consabido golpe de clic, es cada vez más necesario escuchar y rehacer el discurso. Foto de Freepik El valor de los NFT: del mundo del arte a las pymes¿Contratarías al salvador del mundo? Nawaiam, el videojuego de selección de talento
La carrera por dominar la inteligencia artificialJuan Delgado Díaz-Pache 21 junio, 2022 Asistimos a una apasionante carrera por dominar la inteligencia artificial entre Google, Microsoft y Facebook. Microsoft anunciaba recientemente que abría su servicio de Open AI en modo avance a empresas que presenten un caso de uso que emplee sus capacidades de manera responsable. Este proporciona potentes modelos de inteligencia artificial (generación de lenguaje, de imágenes, para jugar a videojuegos, responder preguntas, etc.). Las tres compiten duro para construir enormes modelos de inteligencia artificial, basados en tremendas cantidades de datos y millones de parámetros. Por ejemplo, hace poco Google anunció que había conseguido mejorar sus modelos y mostraba impresionantes ejemplos de generación de imágenes a partir de una descripción en texto, como se muestra en este enlace. Distintos modelos de inteligencia artificial Estos son algunos ejemplos de esta lucha que tienen: Modelos de generación de imágenes: DALL-E (OpenAI-Microsoft) contra Imagen (Google) y IC-GAN (Facebook),Modelos de generación y procesamiento de textos GPT (OpenAI-Microsoft) contra BERT (Google) y Meta OPT (Facebook). Todas llevan ya años y muchos millones invertidos: En el año 2019 Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares en OpenAI, una empresa fundada, entre otros, por Elon Musk y dedicada a la inteligencia artificial, con un enorme presupuesto. Microsoft está aprovechando esta tecnología para integrarla en sus servicios como en los captions y traducciones de Teams, desarrollo de código a partir de lenguaje (Copilot), etc. Y ha creado un servicio de OpenAI en Azure, que es el comentaba al comienzo que está abriendo ahora de manera selectiva. Google compró DeepMind en 2014 y está invirtiendo además mucho en la creación de modelos complejos, que utiliza para sus servicios. Y Facebook también está invirtiendo de manera masiva en la investigación en inteligencia artificial, publicando en muchos casos sus modelos a la comunidad de investigadores, como podéis ver aquí. Echo de menos a Amazon en esta carrera, la verdad. Algún miedo y polémica Por otro lado, respecto a esta carrera por dominar la inteligencia artificial hay mucho miedo al uso de estos modelos. Beben de información extraída de Internet que, a pesar de los filtros y controles que se están poniendo, incorporan muchos prejuicios que vienen de los datos de origen. Es por lo que Microsoft está controlando quién accede a su servicio de Azure Open AI. Existe también una gran polémica en torno a estos modelos porque, para su creación, hacen falta enormes tiempos de computación, con el correspondiente consumo energético. Esto ha provocado la aparición de grupos que piden que se detenga este tipo de investigaciones y servicios. ¿A vosotros qué os parece?, ¿para qué usaríais estas capacidades? Imagen: JJ Vico Bretones Marcas que intiman con el consumidorBig data en los videojuegos: su arma secreta
Haciendo ‘match’ con startups: reciclando dispositivos móviles a través de Trocafone Matilde de Almeida 20 junio, 2022 Parte de nuestro rol como potenciador de negocio de las startups, desde Wayra e Innovación Abierta, consiste en encontrar nuevos modelos de trabajo con las startups. Tradicionalmente buscamos que las startups puedan hacer negocio con diferentes áreas de Telefónica, para la mejora de procesos internos a través de la transformación digital; o alternativamente, vender esas soluciones a clientes de Telefónica, comportándonos como canal de venta para las startups, como en el caso de Wise CX. Pero, desde hace unos años, identificamos una nueva vía de negocio con las startups, a través de casos como el de Trocafone, en los que las startups se comportan como clientes de Telefónica, a través de la compra masiva de productos o servicios de la empresa. A continuación, os contamos en más detalle el trabajo realizado con Trocafone a lo largo de los dos últimos años. ¿Qué es Trocafone? Trocafone, fundada en Estados Unidos en 2014 pero con sede en Brasil, es una plataforma de compraventa de dispositivos electrónicos: nuevos, de segunda mano y reacondicionados, principalmente smartphones, para el mercado latinoamericano. La idea de fundar la empresa de recommerce surgió tras una experiencia desafortunada que vivió Guille Freire, uno de los emprendedores y cofundadores de Trocafone, al intentar comprar un smartphone de segunda mano a través de uno de los marketplaces de reventa tradicionales. Motivados por ese suceso, el objetivo de los fundadores era construir una plataforma que facilitara el acceso a dispositivos de segunda mano, reacondicionados y con garantía. Desde entonces, Trocafone proporciona a sus clientes un ecosistema totalmente integrado para la compra de dispositivos. Les permite acceder a las tecnologías más actuales a un precio asequible. Además, hay que señalar el gran impacto positivo que tiene este tipo de negocio, en especial el reciclaje de dispositivos electrónicos, para el medio ambiente. Desde su existencia, Trocafone a reacondicionado +1M dispositivos, ayudando así a reducir +130 toneladas de residuos electrónicos. Wayra invirtió en la compañía en octubre del 2014. Fue una coinversión por parte de dos de los hubs de Wayra de Latinoamérica, Wayra Brasil y Wayra Argentina. Según Guille: “Formar parte del ecosistema de Wayra ha ayudado enormemente a Trocafone, proporcionando tutoría y actuando como un facilitador de negocio a través del networking con Telefónica y su red de clientes”. Además de formar parte del ecosistema de startups de Wayra, la empresa ha generado alianza con algunos de los players más grandes del mercado brasileño (Cissa Magazine, Zoom, Mercado Libre, Via Varejo, Apple y Samsung). Trocafone y Telefónica La colaboración entre Telefónica y Trocafone, comenzó en Argentina en 2017. Trocafone se integró con Movistar Argentina para el Plan Canje, un programa para los clientes de Movistar Argentina, que les permite entregar un dispositivo usado en los puntos de venta de Movistar, y canjearlo por un nuevo dispositivo. Estos dispositivos usados, los reacondicionaba Trocafone para venderlos en su plataforma. La campaña con Trocafone duró hasta el 2018, y fue un éxito, con un volumen de negocio de aproximadamente €10M. Hoy en día, Trocafone tan solo trabaja con Telefónica en Brasil, en un proyecto muy similar al Plan Canje, llamado Vivo Renova. La colaboración con Trocafone para Vivo Renova comenzó en 2020, tras la adquisición de Brightstar, que eran quienes gestionaban la operación del programa junto con Vivo. Esta oferta, al igual que el Plan Canje, permite a los clientes de Vivo entregar sus antiguos smartphones en diferentes tiendas y puntos de venta de Vivo para conseguir descuentos sobre nuevos terminales. En el primer año (de junio a diciembre de 2020) Trocafone adquirió +42k dispositivos a través de Vivo Renova, lo que equivale 1,9M€ en descuentos para clientes. En 2021 estos valores siguieron creciendo, con +136k dispositivos y +14M€ en descuentos. Además, la empresa destaca el gran volumen de dispositivos Apple que se obtienen a través del programa -un 35% de todas las terminales recibidas a través de Vivo Renova en 2021 fueron de la marca Apple-. Un futuro con impacto positivo Este 2022, se espera que la demanda por terminales de segunda mano crezca +30% en el mercado latinoamericano, lo cual supone un gran potencial de crecimiento para Trocafone. Por ello, la empresa tiene como objetivo incrementar el volumen de clientes de Vivo que participan en el programa, de manera que se amplíe el número de usuarios que compran un nuevo dispositivo en tiendas Vivo y que, a su vez, entregan un dispositivo usado. El impacto positivo de esta colaboración para Telefónica también es evidente. Desde el 2020, la compra de dispositivos por parte de Trocafone ha supuesto más de 9M€ en ingresos para Telefónica, siendo nuestro principal ejemplo de casos en los que las startups generan ingresos para Telefónica, comportándose como clientes a través de la compra masiva de algún servicio o producto de Telefónica. Asimismo, trabajar con empresas como Trocafone reafirma nuestro compromiso de empresa ecológicamente responsable impulsando el reciclaje de dispositivos y, a su vez, la reducción de residuos electrónicos. Si quieres conocer mejor la empresa, puedes visitar su página web o ponerte en contacto con el equipo de desarrollo de negocio de Open Innovation. El II Futurecamp de Open Future: sostenibilidad e impacto socialAlaian celebra su primer Pitch Day
El metaverso será para las empresas un medio, no un finÁlvaro Alegria Meunier 20 junio, 2022 Si algo tenemos claro a estas alturas de 2022 es que la “buzz word” del año en el mundo tecnológico y empresarial será: metaverso. Lo que no termina de estar tan claro es en qué consiste realmente el metaverso y qué oportunidad representará para las empresas en el medio y largo plazo. Porque sí, el metaverso será una oportunidad, sin lugar a duda. Pero para entenderlo, es necesario tener claro algunos conceptos básicos sobre lo que es y lo que no es el metaverso. Lo primero que debemos entender es que el metaverso no existe todavía, sino que se está construyendo en este momento y que cuando realmente exista, evolucionará y mutará de manera constante. Porque el metaverso será, en realidad, la suma de múltiples universos individuales conectados entre sí. Entonces, ¿qué es el metaverso? Este concepto se entiendo mucho mejor haciendo una analogía con internet, pues internet no es una página web sino la suma de millones de páginas web. Lo que hace diferente al metaverso frente a internet es que los universos estarán interconectados de manera que cualquiera de nosotros, como usuario, podremos pasar de uno a otro sin fricciones. Lo siguiente que debemos tener en cuenta es que cada universo tendrá sus propias características que lo diferenciarán del resto y lo harán único. Esas características definirán múltiples aspectos como la propiedad del metaverso (centralizados o descentralizados), su enfoque (generalista o verticalizado), el público objetivo al que aspiran, el tipo de experiencias que ofrecerán o la economía interna de los mismos. Igual que sucede con las redes sociales, el metaverso debe ser un medio para lograr los objetivos estratégicos de cada compañía ¿Deben las empresas adentrarse en el metaverso? Para las empresas será esencial comprender todas estas diferencias de cara a poder tomar las mejores decisiones a la hora de definir su estrategia de adopción del metaverso. Porque el metaverso no es un fin, sino que debe ser un medio para lograr los objetivos estratégicos de la compañía. Usando de nuevo una analogía, podemos considerar que cada universo del metaverso es una red social. Para las empresas, la presencia en las redes sociales no es un fin, sino un medio para lograr múltiples objetivos: marca, atención al cliente, generación de funnel, etc. Por ello, los departamentos de comunicación dedican enormes esfuerzos a diseñar su estrategia en redes sociales y cuentan con empleados especializados en su gestión. Cada red social tiene un público distinto, un enfoque diferente y hasta unos códigos específicos que son compartidos y reconocidos por toda la comunidad. Sacarle el máximo provecho resulta complicado y por ello, la primera decisión que deben tomar las empresas es qué red o redes sociales son aquellas en las que quieren tener presencia y descartar el resto. Foto: Mo / Unsplash Con el metaverso se debe seguir el mismo enfoque. Cada empresa deberá analizar los múltiples universos a su alcance y tomar la decisión sobre cuál o cuáles son aquellos en los que mejores opciones tendrá de lograr sus objetivos como empresa. El potencial del metaverso para las empresas Retomando las características que he mencionado antes, me gustaría explicar rápidamente algunas de ellas para aclarar la importancia de entender las diferencias: Centralización: Los universos pueden dividirse en dos grandes grupos en función de cómo son gobernados. Los universos pueden ser propiedad de una empresa que posee el control total (control centralizado) sobre la tecnología, los datos y la economía del universo. O, por el contrario, pueden ser propiedad de todos los miembros que forman parte de este, que los gobiernan a través de mecanismos democráticos (poder descentralizado). La descentralización suena idílica desde el punto de vista teórico, pero las empresas deberán valorar si quieren asumir el riesgo de estar en manos de las decisiones de la comunidad o prefieren la estabilidad que brindará un universo centralizado.Enfoque: La mayoría de los universos que existen hoy han sido una evolución natural del mundo de los videojuegos online y por ello, están muy enfocados al entretenimiento en ese ámbito. Sin embargo, muchas de las grandes tecnológicas están trabajando en otras propuestas. Es de esperar, por ejemplo, que Meta (antigua Facebook) opte por un universo generalista donde la experiencia no esté únicamente enfocada al entretenimiento mientras que compañías como Microsoft o NVIDIA están construyendo propuestas enfocadas en el ámbito de las relaciones en el trabajo, la primera y en el ámbito del desarrollo industrial, la segunda.Economía: El metaverso supone ya una nueva economía en la que se mueven cientos de millones. No he mencionado expresamente si de dólares o euros porque, en realidad, la economía del metaverso está, hoy en día, casi exclusivamente ligada a las criptomonedas. Y esto es importante también tenerlo en cuenta por varios motivos. El primero, porque la adopción del metaverso será, probablemente, el empujón definitivo para que muchas grandes y medianas empresas incluyan las criptomonedas en sus balances. Y el segundo, porque varios universos funcionan con su propia criptomoneda, lo que les otorga un enorme poder sobre la economía interna del universo. A medio plazo, lo más probable es que, como ya sucede con las redes sociales, las empresas tengan una presencia multicanal en el metaverso, adaptando el mensaje a las características propias de cada uno de ellos. El potencial que ofrece es enorme y en otro artículo explicaremos cuáles pueden ser las diferentes estrategias para aprovecharlo. Cloud Computing, el gran aliado para la digitalización del sector deportivo (y para deportistas)Webinar: Sports Tech, la revolución digital del fútbol
El valor de los NFT: del mundo del arte a las pymesMercedes Oriol Vico 20 junio, 2022 Una de las grandes cuestiones que se abordaron a finales de mayo en el Foro Económico Mundial 2022 fue la tecnología, como elemento multiplicador para resolver múltiples retos simultáneamente. También la transformación digital, como proceso de empoderamiento de la humanidad; y el metaverso, como un potencial de crecimiento que ofrece este ecosistema de la realidad extendida (extended reality, XR), en el que muchas empresas ya están invirtiendo. Entre las innovaciones estrella de Davos, los expertos compartieron el estado de situación de otras tecnologías emergentes, como blockchain, bitcoin (criptomoneda) o los activos no fungibles, más conocidos por sus siglas del inglés NFT (Non Fungible Tokens). Esta última destacó como herramienta segura y fiable para almacenar información digital, algo clave para desarrollar el metaverso y la Web3 del mañana. El arte y los NFT Justo un mes antes, la Casa de Alba daba el salto al mundo de los NFT presentando su primera pieza, basada en los memoriales de Cristóbal Colón a los Reyes Católicos y creada por el artista digital Pedro José Sandoval (valorada en cerca de 15 millones de euros), que también se presentó en Suiza. Y hace tan solo unos días, la casa de Ansorena sacaba a subasta los primeros NFT de Cristóbal Toral con la acreditación por blockchain de Telefónica Tech. Los artistas fueron también los primeros en interesarse, desde 2020, por esta nueva herramienta para explorar la tecnología, evitar intermediarios y dependencias de terceros, y adoptar esta nueva forma para comercializar sus creaciones como obras digitales únicas, a través de un nuevo canal más independiente y directo. José Delbo, Filip Custic, Javier Arrés o Mike Winkelmann (Beeple) son algunos de ellos. Precisamente, con la venta el año pasado de un collage de Beeple en Nueva York, por 57 millones de euros, los NFT pasaron a ser el foco de muchas personas y empresas que anteriormente no se movían en plataformas digitales. Piezas únicas, auténticas y exclusivas Los NFT son piezas en cualquier formato digital, acuñadas usando blockchain (tokens criptográficos), que se convierten en un identificador de propiedad único., asociado al monedero/billetera (wallet) de un comprador/propietario que lo adquiere en la red con criptomonedas. Ofrece una certificación de autenticidad de la obra única, irrepetible y exclusiva, que se verifica de manera transparente y evita falsificaciones. Existen plataformas blockchain para crear NFT, como Ethereum, que es la más utilizada, y marketplaces de NFT como SuperRare, Opensea, Makersplace, Rarible, Known Origin, Foundation, Zora y Sorare, entre otros, en los que los NFT pueden ser comprados, vendidos y revendidos. Para los creadores se trata de una oportunidad única de entrar en un mercado en igualdad de condiciones con cualquier otra persona o empresa, ya que no ceden la propiedad de su contenido ni a las plataformas sociales ni a intermediarios, y el dinero de sus ventas va directo a sus cuentas. Otros usos y aplicaciones Como hemos visto, los NFT han crecido en el mundo del arte (cuadros, esculturas, collages, fotografías, ilustraciones, libros, antigüedades…), las colecciones (objetos de culto para fans…), la moda, e incluso los medios de comunicación (un artículo de ‘The New York Times’, vendido por 478.573 €) y los influencers (vende su amor por más de 214.000 €). Pero también hay otros ejemplos. Alex Altman, CEO de Seal Storage Technology, una empresa proveedora de almacenamiento descentralizado en la nube, enfocada a la web3, afirmó en Davos que “no hay absolutamente ninguna razón por la que la escritura de una casa no pueda ser un activo digital único, siempre que ese activo se cree y almacene de la manera correcta, ya que un NFT es puramente único y ese activo también se puede transferir con mucha facilidad”. Como objetos digitales de colección, los NFT pueden aplicarse a inversión de joyas, objetos de lujo, videojuegos… De hecho, marcas internacionales como Atari, Christie’s, Zynga, Breitling o Nike muestran un creciente interés por la aplicación de esta tecnología en sus productos. NFT en las pymes y micropymes Más allá de los descritos, los usos de los NFT también pueden derivarse hacia cuestiones cercanas a empresas más pequeñas o a autónomos. Básicamente, hacia cualquier cosa que sea única y que necesite un comprobante de propiedad, como los dominios de Internet, terrenos certificados, producto de tirada limitada, trabajos académicos o publicaciones, un objeto dentro de un videojuego, una entrada o cupón para acceder a un evento, facturas y documentos legales, títulos de propiedad de un negocio, una casa o un coche, membresías, etc. Podremos aplicar NFT en los ámbitos de la publicidad, el marketing y la creación de contenidos (medios, cine, arte…), no solo para generar esos contenidos, sino también para crear y fidelizar a nuestras audiencias. También en las áreas de Recursos Humanos, para incentivar a los empleados, con bonos de reconocimiento, como hizo con sus profesores la empresa de enseñanza de idiomas Preply, en su informe de 2021. NFT y DeFi En este baile de siglas que aún se está explorando, en un próximo futuro, los NFT entrarían como garantía del pago de un préstamo en las aplicaciones de finanzas descentralizadas (Decentralized Finance -DeFi-), que también se podría aplicar al sector financiero para pagos fraccionados. De la misma forma, un NFT también se puede crear en fracciones, por lo que esto da la posibilidad de que inversores y fans puedan ser dueños de una parte de un NFT. Sin embargo, aún quedan escollos para que esta tecnología llegue a un público general. En este sentido, Stephan Holzer, CEO de Veritic, argumentó en Davos que “la pieza que falta para lograr la adopción generalizada” es simplificar el acceso a los NFT, ofrecer una interfaz más intuitiva, conseguir la acuñación en entornos más seguros y la custodia de los NFT. Más allá de otros riesgos como la especulación, fraudes y caídas de valores que también suceden en el mundo físico. Sin duda, los NFT abren un campo infinito de posibilidades en el nuevo Internet que se está construyendo y son considerados uno de los elementos clave de la Web3. Porque, como dijo en Suiza Achim Steiner, administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: “Nuestro futuro es digital. Si no formas parte de él, estás fuera”. Foto de Freepik Sage One, la forma más sencilla de gestionar tu contabilidadLo primero, escuchar al cliente para poder vender
Marcas que intiman con el consumidorCristóbal Corredor Ardoy 20 junio, 2022 Aquellas marcas que logran forjar relaciones más estrechas, verdaderamente sólidas (y a prueba de bomba) con el consumidor lo tienen también más fácil para zafarse de las canitas al aire de un cliente cada vez más veleidoso. Es lo que en marketing se llama intimidad de marca. Una buena conexión emocional con el cliente proporciona, además, mejores resultados en términos de beneficios empresariales y de capitalización bursátil, según el informe «Brand intimacy« de MBLM. La clave está en cómo se presentan las marcas a sus clientes -de manera coherente con lo que son- y qué les hacen sentir. En su estudio, MBLM pone bajo la lupa a más de 600 marcas y analiza 1,4 billones de palabras utilizadas por los consumidores para referirse a ellas en redes sociales. Con ayuda de una amalgama de inteligencia artificial, análisis de texto, procesamiento lingüístico y un método propio, calcula el denominado “Brand intimacy quotient” o “cociente de intimidad de marca”. Se trata de una métrica que mide en una escala de 1 a 100 la intensidad, la persistencia y las características de las relaciones entre marcas y consumidores. Marcas «rompecorazones” Pero, ¿qué marcas cultivan mejor la intimidad con el cliente? Disney, Tesla y Apple son, según el informe, las que desarrollan conexiones más valiosas: Disney encabeza el ranking con un brand intimacy quotient de 68,1 puntos. Es una marca que acompaña al consumidor desde su infancia. De esta forma, apadrina el arquetipo de la nostalgia, pues se centra en los recuerdos del pasado y en los plácidos sentimientos asociados. Cuando se menciona a la marca en las redes sociales suele ir acompañada de la palabra “amor” y del emoticono de la cara sonriente.Tesla ocupa el segundo lugar en el podio (67,4 puntos), ya que los usuarios han desarrollado unos vínculos emocionales muy estrechos con esta marca y con todo lo que representa. El principal arquetipo de Tesla es el compromiso. Proporciona calidad, eficiencia y un servicio excelente. Supera las expectativas y los consumidores se refieren a ella en las redes sociales con el término “impresionante”. Utilizan también referencias cruzadas a otros sectores, por ejemplo al financiero mediante la mención de “criptomoneda”. El hecho de que Tesla anunciase que aceptaría bitcoins como moneda de pago y las continuas alusiones de Elon Musk al mercado de las criptodivisas han ayudado a apuntalar la marca desde otros ángulos.Apple ocupa el tercer peldaño del podio (65,3 puntos). Al igual que sucedía con Disney, la mención a Apple en redes sociales suele ir acompañada de la palabra “amor”. También se menciona la “salud”. El principal arquetipo que abandera a la marca es la “mejora”. La idea es que los consumidores disfrutan de su vida de una forma más provechosa, eficiente y conectada gracias a los productos de esta compañía. ¿Énfasis en la marca o en el producto? Me parece interesante también el análisis de por qué resulta más beneficioso fomentar el culto a la marca (caso de Harley Davison) que trabajar los atributos del producto (Coca-Cola. Aunque también intenta ligar la marca a la felicidad, la sonrisa). Según la revista Forbes, Coca-Cola ocupa el sexto lugar en el ranking mundial de valoración de marcas (64,4 billones de dólares) pero está lejos de intimar con los consumidores. En el informe «Brand intimacy» ocupa el puesto 167 de la clasificación (39,1 puntos). De los consumidores que escribieron en redes sociales acerca de Coca-Cola, solo el 23,9 por ciento mostró algún tipo de vínculo estrecho con la marca. De hecho, la mención que más se repite es “adictiva”, que es un atributo del producto, no una mención a la cultura o forma de vida alrededor de la marca. Harley-Davison, en cambio, aparece 78 puestos por delante en el ranking de MBLM (en el 89 con 45,3 puntos). Las menciones que más aparecen en las redes sociales para referirse a ella son “deseo” y “sueño” y entre los que la mencionan el 27,2 por ciento muestra algún tipo de vínculo de intimidad con ella. En este caso, los consumidores no compran un producto (su moto), sino que adquieren un billete hacia la libertad. Es una marca de culto, símbolo de la “contracultura”. Harley Davison forma parte del mito, de lo inalcanzable, de la leyenda de la motocicleta Harley-Davidson “Capitán America” que aparece en la película Easy Rider. Cartel de la película Easy Rider, 1969 Sectores más y menos cercanos y queridos Por sectores de actividad, las marcas relacionadas con los medios y el entretenimiento son las reinas de la “brand intimacy” con una media de 51,6 puntos. El segundo lugar lo ocupa el sector de la tecnología y las telecomunicaciones, con una puntuación de 49,2, seguido del retail (47,5), la automoción (46,0) y el gaming (44,6). Por el contrario, son “farolillo rojo” las empresas del sector turismo (23,4), el lujo (25,8) y los electrodomésticos (26,7). La conectividad, columna vertebral de nuestra sociedad Si nos centramos en el ámbito de la tecnología y las telecomunicaciones, históricamente los operadores -al igual que sucede con el resto de las utilities (proveedores de servicios de agua, electricidad, gas, etc.)- han sido blanco de críticas y reclamaciones. En muchas ocasiones se percibe a estas marcas solo en su dimensión de producto/servicio. Por tanto, los operadores de telecomunicaciones aún tienen un largo camino que recorrer para llegar a formar parte de la vida y emociones de los consumidores. Durante la pandemia, cuando nuestra vida se volvió más digital que nunca, este vínculo se estrechó. Zoom, por ejemplo, que era una gran desconocida, ahora aparece en el puesto 76 (46,2 puntos). Según los consumidores, es “emocional”, posibilita las “relaciones” y fomenta la “participación”, sienten que mejora sus vidas. La conexión, la comunicación, la posibilidad de salvar distancias y barreras, de hacer más y mejores cosas, gracias a la tecnología, con las personas en el centro, serían arquetipos clave en este sector, como en el caso de Telefónica. La transformación digital como trampolín Es interesante también cómo aquellas marcas y servicios asociadas a la transformación digital son capaces de construir relaciones más estrechas. Probablemente porque hacen sentir al cliente que pueden ampliar sus capacidades y ser mejores. En definitiva, para que las marcas logren tener una “relación íntima” con sus clientes -estrecha, cercana, de confianza, preferente- es cuestión de experiencia de cliente, de calidez y calidad, como ya veíamos, de que haya un propósito común y unos valores compartidos y de tratar siempre de superar expectativas. Las Living Apps de educación y cultura: nuevos modelos de aprendizajeLa carrera por dominar la inteligencia artificial
Nunca confíes, el alma de la arquitectura Zero Trust Jorge A. Hernández 17 junio, 2022 Zero Trust o “confianza cero” es una estrategia de ciberseguridad cada vez más extendida entre los departamentos informáticos de las grandes empresas. ¿En qué consiste y cuáles son sus beneficios? La informática y el mercadeo aman acuñar frases que se convierten en tendencias, Zero Trust o “confianza cero” va en camino de ser una de ellas. Las razones sobran, son un nicho que se estima crecerá de 19 mil millones de dólares en 2020 a más de 51 mil millones en 2026. Aunque es una tendencia actual sus raíces se remontan al 2010, cuando el término fue acuñado por el analista John Kindervag de la firma consultora Forrester. Y en esencia su nombre lo dice todo: se trata de no confiar en nadie. Más en detalle se define como un término que designa a un conjunto de paradigmas de ciberseguridad que hacen que las defensas pasen de perímetros estáticos para centrarse en los usuarios, los activos y sus recursos. La confianza cero supone que no hay una confianza implícita. En otras palabras, la vieja filosofía de proteger el perímetro de la empresa contra ataques externos da espacio a otra forma de pensar en la que se debe desconfiar de todo, incluyendo los accesos a los recursos que se hacen dentro de la misma red empresarial. Impulsada por el Covid Como tantas otras tendencias de digitalización, la filosofía Zero Trust se volvió más relevante que nunca en la época de la pandemia por una razón muy sencilla: el aumento del teletrabajo o sea el acceso remoto a los recursos de las empresas. Por ello, los viejos conceptos de Internet como una red insegura y la red física de la empresa como una zona de confianza cambiaron. Ahora no existen regiones de confianza y siempre se debe asumir que existe una brecha de seguridad dentro de las organizaciones. Sencillamente ya no hay redes seguras y de esta base se debe partir a la hora de implementar una estrategia de ciberseguridad. Otros principios en los que está basada la Zero Trust es conceder la menor cantidad de privilegios posibles a los usuarios y sus dispositivos. Esto también se conoce como el JIT/JEA o just-in-time and just-enough-access. Otro de los pilares de esta tendencia es verificar claramente (Verify explicitly) y autentificar basándose en toda la información disponible incluyendo la localización, clasificación de datos usados, credenciales, anomalías de comportamiento, etc. Las ventajas de la paranoia Aunque la arquitectura Zero Trust puede sonar paranoica no le faltan razones para serlo, solo en el 2021 los ataques cibernéticos a las empresas aumentaron 150%. Además esta tendencia tiene beneficios adicionales como: Reduce los riesgos dentro de la empresa.Exige un inventario detallado de la infraestructura de la empresa.Mejora la experiencia de los usuarios.Simplifica las políticas de seguridad. Y no solo eso, al abrazar esta filosofía las organizaciones cumplen con normas estandarizadas que les ayudan al desarrollo y posterior administración de sus recursos. A fin de cuentas, ser paranoico no quiere decir que se esté equivocado. Foto de Mario Heller en Unsplash
La sostenibilidad, más que un valor agregadoJorge A. Hernández 17 junio, 2022 Lo que antes era visto como un simple valor agregado está evolucionando para convertirse en una demanda: la sostenibilidad. Y es que no solo es buena para el planeta, también lo es para los negocios. Para 2020, las generaciones millennials y centennials ya representaban el 59% de la fuerza laboral del planeta, una cifra no solo importante por la entrada al trabajo de personas cada vez más digitales, también por su conciencia ecológica y por la demanda de productos sostenibles. Para la muestra, el “Estudio Global Nielsen” realizado poco antes de la pandemia encontró que el 81% de la generación Z (los centennials) afirmaba estar dispuesto a pagar un poco más por productos más saludables. En dicha categoría se encontraban clasificaciones como productos bajos en azúcar, orgánicos, y con certificaciones de sellos verdes, entre otros. Dicho de otra forma, estamos ante unas generaciones que piden a sus marcas responsabilidad en la implementación de sus procesos y una política de sostenibilidad clara. También influenciado por la pandemia Como si esta conciencia ecológica, que crece paulatinamente entre las nuevas generaciones, no fuera suficiente, la pandemia golpeó la conciencia colectiva sobre el impacto global del consumo masivo y la interacción con la fauna y flora del planeta. Además, la urgencia sanitaria y el trauma ocasionado a los procesos cotidianos llevó al surgimiento de consumidores que tienden a priorizar la salud y el bienestar. Dentro de estas cualidades el cuidado del medioambiente. Estas nuevas demandas llevan a la sostenibilidad a ser algo más que un simple valor agregado para convertirse en un elemento decisorio de los procesos de compra. Pero al mismo tiempo implica nuevos retos en las cadenas productivas. Hablamos del desarrollo de flotas de transporte de tipo más eficiente, de ser posible sin usar combustibles fósiles; del uso de recipientes de productos más amigables con el medio ambiente (reciclables) y de la reducción de la huella de carbono, entre otras posibilidades. Incluso más allá de los beneficios reputacionales que trae la sostenibilidad también es un filosofía rentable pues, en el fondo, una empresa sostenible es una organización más eficiente y con una mejor administración de todos sus recursos. Además, aunque no conocemos del todo los efectos que nos dejó la pandemia existe algo claro y es que ni los consumidores ni las empresas serán los mismos y, en este escenario, la sostenibilidad será protagonista. Foto de Mert Guller en Unsplash