La sostenibilidad, más que un valor agregado

Jorge A. Hernández    17 junio, 2022

Lo que antes era visto como un simple valor agregado está evolucionando para convertirse en una demanda: la sostenibilidad. Y es que no solo es buena para el planeta, también lo es para los negocios.

Para 2020, las generaciones millennials y centennials ya representaban el 59% de la fuerza laboral del planeta, una cifra no solo importante por la entrada al trabajo de personas cada vez más digitales, también por su conciencia ecológica y por la demanda de productos sostenibles.

Para la muestra, el “Estudio Global Nielsen” realizado poco antes de la pandemia encontró que el 81% de la generación Z (los centennials) afirmaba estar dispuesto a pagar un poco más por productos más saludables. En dicha categoría se encontraban clasificaciones como productos bajos en azúcar, orgánicos, y con certificaciones de sellos verdes, entre otros. 

Dicho de otra forma, estamos ante unas generaciones que piden a sus marcas responsabilidad en la implementación de sus procesos y una política de sostenibilidad clara.

También influenciado por la pandemia

Como si esta conciencia ecológica, que crece paulatinamente entre las nuevas generaciones, no fuera suficiente, la pandemia golpeó la conciencia colectiva sobre el impacto global del consumo masivo y la interacción con la fauna y flora del planeta.

Además, la urgencia sanitaria y el trauma ocasionado a los procesos cotidianos llevó al surgimiento de consumidores que tienden a priorizar la salud y el bienestar. Dentro de estas cualidades el cuidado del medioambiente.

Estas nuevas demandas llevan a la sostenibilidad a ser algo más que un simple valor agregado para convertirse en un elemento decisorio de los procesos de compra. Pero al mismo tiempo implica nuevos retos en las cadenas productivas.

Hablamos del desarrollo de flotas de transporte de tipo más eficiente, de ser posible sin usar combustibles fósiles; del uso de recipientes de productos más amigables con el medio ambiente (reciclables) y de la reducción de la huella de carbono, entre otras posibilidades.

Incluso más allá de los beneficios reputacionales que trae la sostenibilidad también es un filosofía rentable pues, en el fondo, una empresa sostenible es una organización más eficiente y con una mejor administración de todos sus recursos.


Además, aunque no conocemos del todo los efectos que nos dejó la pandemia existe algo claro y es que ni los consumidores ni las empresas serán los mismos y, en este escenario, la sostenibilidad será protagonista.

Foto de Mert Guller en Unsplash

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