Biometría de voz, una tendencia de seguridad en auge

Jorge A. Hernández    22 septiembre, 2024

Cuando se habla de tecnología biométrica, las huellas digitales suelen ser lo primero que viene a la mente. Sin embargo, existen otras variables que suelen ser más flexibles, permitiendo verificar la identidad incluso desde la distancia. Conozca el mundo de la biometría de voz.

Aunque la biometría de voz no es algo nuevo, con antecedentes que se remontan a los Laboratorios Bell en 1950, los últimos avances tecnológicos han permitido potenciarla, convirtiéndola en una herramienta invaluable en los centros de contacto (contact centers) y canales digitales de innumerables organizaciones.

Siendo más exactos, el primer esfuerzo de biometría de voz o autenticación por voz reconocido fue el sistema Audrey (Automatic Digit Recognizer), creado por los Laboratorios Bell, que era capaz de reconocer la voz de su creador y los números del uno al nueve con 90 % de efectividad.

A partir de entonces, comenzó una evolución que llevó, en los sesenta, al desarrollo de máquinas capaces de reconocer palabras de máximo cuatro vocales y nueve consonantes, lo cual luego fue impulsado por la llegada de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de Estados Unidos, la misma que originó Internet.

Otros avances y las búsquedas por voz

Gracias a la mejor capacidad de cómputo en los microprocesadores, se originaron también plataformas de reconocimiento de voz desde el software, como es el caso de Dragon Naturally Speaking, lanzado al mercado en 1997, que permitía dictar hasta 100 palabras por minuto.

Otro punto destacado fue el desarrollo de asistentes digitales en los teléfonos móviles, la entrada en juego de las redes neuronales y la implementación de búsquedas por voz en Internet, iniciados por Google en 2010.

Según un estudio de Unisys, las tecnologías biométricas preferidas por los consumidores son: reconocimiento de voz (32%), huellas dactilares (27 %), escáner facial (20 %), geometría de la mano (12 %) y escáner del iris (10 %), debido a su facilidad de uso.

Más allá del reconocimiento y ventajas

Pero más allá de reconocer las palabras (voice recognition), cuando hablamos de biometría de voz, nos referimos a la tecnología que permite verificar la identidad analizando la voz de una persona como una característica única e innata, rasgos que son almacenados por dispositivos de cómputo.

Esta biometría puede depender o no de un texto. En la primera, el usuario pronuncia una frase almacenada que se debe repetir de forma exacta para una autenticación sin problemas. En la segunda, el análisis se basa exclusivamente en las características de la voz del usuario y no en el texto; también se le conoce como biometría de voz pasiva, ya que puede ejecutarse en segundo plano mientras se interactúa con un cliente.

Usada especialmente por los contact centers, la biometría de voz permite reducir los tiempos de gestión de cada cliente entre 15 y 45 segundos, evitando métodos tradicionales de autenticación como contraseñas, comprobación de datos de forma manual, etc.

Con el auge de la inteligencia artificial generativa, la biometría de voz enfrenta nuevas oportunidades y retos en ciberseguridad. Por una parte, detectar fraudes (deepfakes de voz); por otra, permitiría optimizar los tiempos de respuesta y atención a los clientes. Como siempre, la tecnología es una carrera contra el tiempo y depende de las intenciones de los usuarios.

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