La Inteligencia Artificial en el mercado musical

Jorge A. Hernández    18 noviembre, 2022

Así como en días pasados varias plataformas de venta de imágenes en internet prohibieron el uso de productos creados por Inteligencia Artificial (IA), esta problemática se traslada a otras artes como la producción musical, ¿qué está pasando?

La IA está transformando el mundo y eso incluye las artes. De hecho, recientemente una feria artística realizada en Estados Unidos estuvo envuelta en la polémica porque la obra ganadora fue realizada por medio de esta tecnología. 

Básicamente esto generó una polémica alrededor de hasta qué punto una inteligencia artificial podría ser considerada como una simple herramienta y entonces qué era el arte y qué era un artista en los tiempos modernos. 

A esto hay que sumarle los posibles problemas legales. Porque las IA basan la creación de sus obras en el “barrido” de millones de otras obras creadas previamente por seres humanos. Así nacieron plataformas como MidjourneyStable Diffusion y Dall E 2, por solo mencionar tres.

Pero ante los posibles problemas legales de derechos de autor, aún sin definir, originados por esta tecnología, las plataformas de ventas de imágenes decidieron prohibir su distribución. Ahora este problema llega a la industria sonora.

El sonido y la originalidad

Tome por ejemplo un éxito musical ya conocido en el mercado, ahora use esta misma melodía en una plataforma de IA como Musiio y lo que obtendrá será miles de variaciones, canciones, basadas en el patrón original.  Estamos hablando de éxitos preempaquetados.

Y como si eso no “sonara” bastante polémico también lleva a otro problema: la pobreza creativa. Porque estudios realizados en audiencias demostraron que los oyentes actuales escuchan menos octavas en sus canciones preferidas. En otras palabras, el espectro sonoro de nuestros predecesores era mucho más amplio y rico en sonidos.

Otro problema legal que surge de la inteligencia artificial es la voz. Tome por ejemplo a la cantante y compositora Holly Herndon que generó un deep fake de su propia voz pudiendo colocar a esta IA a cantar obras, en otros lenguajes, que no conocía, con su timbre sonoro.

Simplificando lo que podría pasar, imagine si alguien entrena una inteligencia artificial para cantar temas nuevos con la voz de Michael Jackson, Freddy Mercury, etc. ¿De quién serían los derechos de autor? ¿Del nuevo compositor, de los descendientes del cantante, de la IA?

Aunque falta mucho por examinar algo si es claro y es que la tecnología va por delante de su regulación y debemos apresurarnos para evitar problemas que apenas están comenzando. Después de todo, ¿quién sabe? Su artista favorito, en un futuro cercano, puede que ni siquiera sea humano.

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Imagen tomada de pvproductions en Freepik

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