12 conocimientos y 12 habilidades sociales para gestionar una pyme

Raúl Salgado    11 octubre, 2017

Médicos recién graduados obligados a emigrar. Ingenieros que salen de las universidades para poner copas tras la barra de un bar. Profesores que trabajan de reponedores. Abogados desempleados… Más allá de que la tasa de paro juvenil en España -en torno al 40%-  sea la más alta de la OCDE, existe una brecha demasiado sangrante entre las necesidades de las empresas y los planes de formación que se imparten a los jóvenes, sobre todo teniendo en cuenta que más del 90% del tejido productivo español está conformado por pymes.

El 70% de los fondos que destina la Administración a la formación de trabajadores no se utiliza, según se desprende del último estudio del Consejo General de Economistas (CGE). Así, tal y como indica el monográfico, las pymes encuentran «excesivas dificultades» para poder gestionar ágilmente el uso de estos recursos. De igual modo, el informe advierte de una menor tasa de ocupación de los titulados universitarios españoles (78,5%) que de la del conjunto de la Unión Europea (84,1%).

La Cámara de España acaba de poner en marcha un programa para potenciar la participación de las pymes en la FP Dual, que apenas conoce un 40% de las empresas y que únicamente utiliza un 9%. Algo falla para que las cifras de paro continúen desbocadas y haya pymes que sigan sin encontrar los perfiles que demandan.

Sea como fuere, cada vez más universidades incorporan el Grado en Gestión de pymes entre sus planes de formación. Y Carlos Navarro, secretario académico de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Salamanca, asegura que el porcentaje de recomendación de los empresarios para contratar a los alumnos que terminan este grado se sitúa en el 72%.

“Frente a otros grados, cuyo objeto de estudio también es la empresa, el de Gestión de pymes aporta a los alumnos un carácter más profesional con una formación general restringida a los dos primeros años y una formación profunda por líneas de especialización durante los dos últimos cursos. De hecho, los créditos optativos alcanzan el 25% de la carga lectiva total”, detalla.

El conocimiento relacionado con la gestión de pymes es de más rápida aplicación en el mundo laboral que el vinculado con la gestión de las grandes empresas. Aunque Carlos  Martínez, presidente de IMF Business School, piensa que tiene que ver más con la facilidad que con la rapidez, ya que en el ecosistema de una pequeña empresa resulta mucho más sencillo y, sobre todo, más notorio, aplicar los conocimientos.

“En general, en las pymes los trabajadores acaban “haciendo un poco de todo”, lo que facilita que se puedan desarrollar competencias en áreas tan distintas como recursos humanos, finanzas o marketing”, añade.

En cualquier caso, una gestión y otra no tienen nada que ver, residiendo las principales diferencias en el marco en el que se aplican los conocimientos y en las técnicas que se utilizan.

Se trata de dos mundos totalmente distintos. Martínez sostiene que mientras en una pyme el trabajador está más cerca de las personas con capacidad de decisión en la empresa y todo resulta más inmediato y directo; en una gran compañía los departamentos son mucho más estancos. Además, añade, la gestión de los recursos humanos es muy diferente. Los procesos de selección en las pymes, por ejemplo, son más directos y menos burocratizados. Y las relaciones entre las personas, en general, se estrechan mucho más.

 

La formación ideal

Desde el punto de vista del presidente de IMF Business School, la formación orientada para un perfil que vaya a trabajar en una pyme debe dividirse en tres bloques. Por un lado, el desarrollo de competencias suaves o soft skills, entendidas como la capacidad de liderazgo y la gestión de grupos de interés, cambios generacionales, habilidades directivas… Por otro, el desarrollo de competencias empresariales -recursos humanos, operaciones, finanzas, marketing, comercial… Y, finalmente, el desarrollo de competencias digitales relacionadas con el marketing digital, la ciberseguridad, el Internet de las cosas, el manejo de datos, etc.

El grado de gestión de pymes tiene un mayor contenido práctico, que ofrece un importante valor añadido a los alumnos que lo cursan. Pero, ¿cuál es la formación ideal para gestionar una pyme? Navarro junto a su compañero de la Universidad de Salamanca, Santiago Rodríguez, han desarrollado la siguiente lista de conocimientos:

  1. Principios económicos básicos, los conceptos, el contexto y las teorías de crecimiento y de desarrollo de las organizaciones empresariales.
  2. Técnicas de evaluación e implantación de ideas que permitan el desarrollo de negocios innovadores, así como los fundamentos de gestión de la innovación necesarios para hacer madurar la idea emprendedora y el desarrollo del plan de negocio.
  3. Determinantes de la creación de valor, los elementos básicos de la gestión de proyectos de creación de pymes o de unidades de negocio, los factores para el crecimiento a través de la innovación o mediante la identificación de nuevas oportunidades de expansión en nuevos productos y nuevos mercados internacionales.
  4. Marco normativo contable y tributario al que están sometidas las empresas, los conceptos e instrumentos necesarios para la obtención de información sintetizada y relevante para la puesta en marcha y gestión del sistema contable de la pyme, la confección e interpretación de información económico-financiera y cumplir con las obligaciones contables y tributarias.
  5. Funcionamiento de las nuevas tecnologías de la información aplicables a la gestión en la pyme, el diseño y utilización de equipos y aplicaciones informáticas para la gestión integral de la empresa (ERP), y la práctica del comercio electrónico.
  6. Análisis del riesgo en la función empresarial, con especial referencia a las operaciones de banca y seguros, así como las soluciones que estas instituciones ofrecen para las pymes.
  7. Ventajas de las alianzas y de la cooperación empresarial, tanto en el ámbito público-privado como en el de universidad-empresas.
  8. Régimen jurídico específico en los ámbitos de contratos de distribución comercial y formas de financiación, con especial relevancia en los más propios de la pequeña y mediana empresa.
  9. Posibilidades que la pyme tiene para operar en los mercados internacionales, incluidos los financieros, y más concretamente en el europeo, así como el modo de llevar a cabo operaciones de exportación-importación en los planos organizativo, comercial, contable, financiero y legal.
  10. Áreas fundamentales de actuación de la política de apoyo a la pyme en el ámbito regional, nacional y europeo.
  11. Conceptos de gestión financiera en la pyme, con especial referencia a las fuentes de financiación, valoración y selección de inversiones, negociación con entidades crediticias, evaluación de riesgos empresariales, productos financieros y de seguros y gestión de carteras.
  12. Oportunidades de negocio que presentan las empresas comerciales para las pymes, el entorno más relevante que deben tener en cuenta y la forma de organización y funcionamiento.

 

Competencias sociales

Las principales competencias y habilidades sociales que debe tener el gestor de una pyme, puntualiza Navarro, son las siguientes:

  1. Transmitir información, ideas, problemas y soluciones a todo tipo de públicos.
  2. Resolver conflictos.
  3. Saber gestionar el tiempo, dando prioridad a tareas críticas, cumplir con los plazos establecidos y fomentar el aprendizaje autónomo.
  4. Interpretar datos relevantes para emitir juicios que incluyan una reflexión sobre temas relevantes de índole social, científica o ética.
  5. Tener vocación emprendedora y creativa.
  6. Estar dispuesto a trabajar en equipo.
  7. Disponer de capacidad autocrítica.
  8. Asumir riesgos, tomar iniciativas y reaccionar de forma rápida.
  9. Manejar las nuevas tecnologías.
  10. Ser justo con los demás, apoyar la igualdad de oportunidades y la presencia equilibrada de la mujer en las tareas de gestión.
  11. Desarrollar habilidades sociales en contextos informales e institucionales.
  12. Reconocer la diversidad social y cultural, y estar comprometido desde un punto de vista ético.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *