La factura electrónica: 919 millones de euros de ahorro económico

Mar Carpena    11 octubre, 2017

Reduce los tiempos, los errores humanos y el espacio necesario para su almacenamiento. Mejora la gestión y, por tanto, el servicio al cliente. Facilita la lucha contra el fraude. Elimina los costes de impresión, el consumo de papel y su transporte y, con ello, tiene un importante efecto positivo sobre el medio ambiente. Estas son solo algunas de las bondades que la factura electrónica representa y su masiva difusión, desde que en 2013 el Gobierno la declarase obligatoria, parece que ha surtido efecto.

Concretamente, 2016 ha sido el año de su consolidación, según la última edición del Estudio de Implantación de la Factura Electrónica en España, elaborado por la Fundación SERES, que señala cómo el año pasado fue “el año de mayor crecimiento en España”. Una afirmación que avalan los 118,51 millones de facturas electrónicas emitidas en el primer semestre de 2016, lo que supone un 23,5% más que el año anterior.

Pero sin duda detrás de este crecimiento en la utilización de la factura electrónica encontramos dos grandes titulares: el informe estima además que la emisión de facturas electrónicas permitió ahorrar alrededor de 919 millones de euros. En concreto, se logró un ahorro de 586.601.027 euros en emisión de facturas y de 332.999.775 en recepción.

Además, la facturación electrónica permitió un ahorro de 400.000 horas de trabajo, al eliminar el manipulado de los documentos en papel y los gastos de impresión, ensobrado y franqueo.

Ahorro de tiempo y económico, pero también medioambiental, ya que según la Fundación Seres, el uso de la factura electrónica ha permitido salvar un total de 6.611 pinos, lo que representa el 44% del Parque del Buen Retiro de Madrid.

 

La efactura, cada vez más presente entre pymes y microempresas

El estudio, que se ha llevado a cabo con una muestra de 174.604 empresas receptoras de factura electrónica y 11.034 emisoras, también revela cómo es entre empresas donde encontramos la mayor penetración de la factura electrónica o efactura. Concretamente, en el primer semestre de 2016 se emitieron entre empresas 18,27 millones más de facturas electrónicas que en 2015 (+19,4%).

Por su parte, las facturas emitidas entre empresas y consumidores pasaron de los 6,4 millones de 2015 a los 9,79 millones, en junio de 2016, lo que supone un incremento del 52,8%,

Y en el caso de las Administraciones Públicas, la factura electrónica se ha incrementado en 2016 en más de un 27%, hasta alcanzar los 12,7 millones.

Si analizamos la utilización de la efactura según el tamaño de las empresas, vemos que son las grandes compañías las que continúan liderando su utilización, especialmente en la recepción. Sin embargo, si tomamos como dato el de la recepción de facturas electrónicas, destaca el aumento de la participación de pymes y microempresas que ya suman el 77% del total.

Por sectores, hay un claro protagonista: el sector servicios, donde se contabilizan más del 50% del total de facturas emitidas y recibidas. A continuación le sigue la industria, con el 38,35% de los documentos emitidos y 31,48% el de los recibidos, lo que supone cuatro y tres puntos porcentuales más que hace un año, respectivamente. Por su parte, el sector primario representa un 2,85% de las facturas emitidas y un 2,54% de las recibidas.

 

Madrid, Andalucía y Cataluña, a la cabeza

Las diferencias geográficas, en cuanto a la penetración de la factura electrónica, son otro de los aspectos analizados por la Fundación Seres. En este sentido, el estudio revela cómo, un año más, las empresas de Madrid, Cataluña y Andalucía encabezan el ranking por volumen de documentos emitidos. En concreto, las empresas de Madrid emitieron el 19,56% de los documentos, seguidas por las andaluzas, con el 13,31%, y las catalanas, con el 13,12%. A mayor distancia se sitúan las valencianas, con el 10,78%; las vascas, con el 9,36%, y las gallegas con el 9,32%.

En documentos recibidos, las empresas madrileñas representan el 20,74% del total, seguidas de las catalanas, con el 15,79%; la andaluzas, con el 14,14%; las vascas, con el 8,28%; las valencianas, con el 7,47%, y las castellano leonesas, con el 7,27%.

En la otra cara de la moneda, encontramos Ceuta y Melilla, Cantabria y Extremadura, donde la penetración de la factura electrónica es menor.

Como vemos, son pocos los que se resisten a ella. Los ahorros tanto económicos como de tiempo que ofrece, además de la sencillez, transparencia y facilidad en la gestión, están haciendo de la factura electrónica la elección ganadora entre empresas, organismos públicos y consumidores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *