Ventajas de las herramientas de medición del desempeño

Raúl Salgado    26 septiembre, 2022
Herramientas de medición del desempeño

Lo que no se mide no se puede mejorar. Y lo que no se mejora, se degrada siempre”. Es una frase del matemático William Thomson Kelvin, que también resulta aplicable a la medición del desempeño y el incremento de la productividad.

Todas las compañías, al margen de su sector o actividad, necesitan saber cuán productivas son sus plantillas, para lo que resultan imprescindibles métodos y herramientas para evaluarlas de manera precisa. Y así beneficiar también a los equipos de trabajo.

“Un profesional solo podrá mejorar y elevar su nivel de desempeño si conoce y, sobre todo, entiende de forma clara e inequívoca las expectativas que tiene la organización sobre su trabajo y su rendimiento”. Y para lograrlo, Joan Pons, CEO de Workmeter, recomienda definir los objetivos, tanto cuantitativos como cualitativos.

Sin embargo, Pons asegura que marcar metas no es suficiente. Y que para evaluar correctamente los niveles de productividad, hay que tener en cuenta también cuánto tiempo de trabajo se ha necesitado para lograr esos retos y en qué tareas concretas se ha empleado ese tiempo.

“Esta información nos permitirá calibrar si esos objetivos son realistas, demasiado ambiciosos o si tenemos que mejorar nuestra gestión del tiempo”, añade.

Herramientas de medición del desempeño

Por todo ello, en opinión del CEO de Workmeter, hay que disponer de un software de medición del desempeño que permita identificar los puntos y áreas de mejora en cualquier organización, compararlos y analizarlos.

La misión, a su juicio, pasa por obtener datos que guíen la toma de decisiones, ayuden a la gestión del equipo y que, al mismo tiempo, faciliten la autoevaluación por parte de los empleados. 

Pons defiende una recogida de datos automática y en tiempo real, y cree que las herramientas de medición tienen que proporcionar, tanto a la organización como al trabajador, datos de actividad (hora de inicio y fin de la jornada para cumplir la Ley de desconexión digital, la de registro horario o la de trabajo a distancia), tiempo invertido en proyectos, tareas y uso de las aplicaciones corporativas, pausas, foco, etc.

En otras palabras: el gran reto es lograr información que ofrezca pistas para potenciar los comportamientos que den mejores resultados, corregir los déficits y cambiar rutinas con el fin de impulsar el rendimiento de la organización. 

En definitiva, “el análisis de la relación entre los objetivos y la medición / gestión del tiempo es la única vía para evaluar los niveles de productividad de una compañía”, destaca Pons.

Beneficios “ocultos” de medir el desempeño

Las herramientas de medición de la productividad no deben buscar tanto la vigilancia e intromisión en el trabajo de los empleados como la ayuda para conciliar, desconectar o ganar autonomía.

En este contexto, pueden surgir resistencias al cambio, que siempre requiere un periodo de adaptación. Pero está demostrado que el uso de herramientas para evaluar y medir el desempeño ofrece una serie de ventajas o beneficios “ocultos” que Workmeter ha recogido en el siguiente listado:

Desconexión

Los sistemas de medición no sirven únicamente para saber cuántas horas pasa una persona delante del ordenador, sino para descubrir si está echando horas de más y alertarla de que necesita desconectar o hacer una pausa.

Conciliación

Estas herramientas son vitales para ajustar la jornada a los momentos de trabajo idóneos, lo que cobra especial importancia con el auge del teletrabajo y de la flexibilidad horaria. “De esta forma, el trabajador no será esclavo de su tiempo, sino que el tiempo se ajustará a sus necesidades”, remarcan desde Workmeter.

Autoconocimiento

Uno de los mejores regalos que puede recibir un profesional es conocimiento sobre sus fortalezas y debilidades, dado que esa información contribuirá a descubrir sus momentos de mayor rendimiento, el tipo de tareas que requieren más tiempo, etc.

En definitiva, conocimiento puesto al servicio de la productividad, para lo que también pueden ser convenientes los programas de formación.

Integración y valoración

“La clave del éxito de una herramienta de medición está en la mutua confianza entre empresa y trabajador. Pero, además, el propio uso de la herramienta fomenta esa confianza y que el profesional se sienta más valorado.

Empoderamiento

Las herramientas de medición “liberan a los trabajadores e impulsan el tránsito de una cultura de supervisión y atar en corto a otra de soltar amarras con la que los profesionales ganan autonomía”.

Según Workmeter, este cambio tiene dos efectos fundamentales: la mejora de la autoconfianza y seguridad de los empleados y el fomento de un estilo de liderazgo menos jerárquico y más de ayuda y coordinación.

Control

El objetivo no es atenazar al trabajador, sino proporcionar un control en su acepción de orden. “Todos necesitamos un mínimo de orden en nuestra vida. El orden nos proporciona seguridad, tranquilidad y nos ayuda a optimizar ese bien tan valioso como escaso que es el tiempo. Y un trabajador que cuenta con herramientas para optimizar su tiempo es un trabajador no solo más productivo sino también más satisfecho”, aclaran desde Workmeter.

La Ley de teletrabajo, un impulso

La pandemia revolucionó por completo las mecánicas y dinámicas de trabajo de buena parte del ecosistema empresarial, sobre todo al hilo de la extensión del teletrabajo. Este también ha propiciado la implantación de sistemas de medición del desempeño con los que evaluar la productividad de los empleados que trabajan en remoto.

“Los sistemas de medición están en la base del teletrabajo y otras modalidades de trabajo flexible, pero no únicamente son útiles para el trabajo en remoto. En los últimos dos años hemos podido observar cómo muchas compañías han imprimido un cambio cultural orientado hacia la medición del desempeño laboral y la digitalización de los procesos”.

El CEO de Workmeter opina que los sistemas de medición son indispensables tanto en el trabajo a distancia como en el presencial, al constituir una fuente de mejora que reporta beneficios a empresas y trabajadores.

“El oscurantismo que durante mucho tiempo ha gobernado los hábitos laborales no beneficia a nadie. Al contrario, solo provoca desconfianza, desmotivación y pobres resultados. Los sistemas de medición no solo aportan transparencia a los procesos y a la manera en que trabajadores, equipos y empresas abordan su día a día, sino que también son un trampolín para el crecimiento de cualquier profesional”, concluye Pons.

Foto de Freepik

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