Aportaciones de la música ambiental al negocio y su relación con la musicoterapia

Catalina Vesga    5 abril, 2018
El poder de la musicoterapia

El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Con motivo de ello, es interesante hablar de las herramientas que la música ambiental toma prestadas de la musicoterapia y cómo se aplican para definir la imagen de marca, fidelizar clientes, etc.

Según la OMS, la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. En este sentido, la música se puede convertir en una herramienta terapéutica para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Medicina y música han estado ligadas desde la prehistoria a los ritos curativos mágicos y religiosos de las culturas primitivas. En la mitología grecorromana, Apolo es el dios que música y medicina comparten. Pitágoras, Platón o Aristóteles promulgaban el carácter divino de la música y sus beneficios sobre los estados mentales, el placer e incluso en el universo. Es lo que la teoría pitagórica llamó “la armonía de las esferas”.

A partir de mediados del siglo XX, y a raíz de los estudios realizados sobre la aplicación de la música en hospitales de veteranos de la Primera Guerra Mundial, la musicoterapia se instaura a nivel internacional y surgen varias asociaciones, principalmente en Estados Unidos e Inglaterra.

Está demostrado que la música influye en la mejora de la calidad de vida de pacientes en coma, con autismo, Alzheimer, dolor crónico, etc. La Federación Española de Musicoterapia la define como el uso profesional de la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía, vibración) en entornos médicos, educacionales y cotidianos.

La música en los negocios

Por otro lado, reconocidas marcas se han valido de la musicoterapia para realizar actividades con clientes, para que estos disfruten de los beneficios de la música desde un punto de vista lúdico.

Los expertos del Music Lab de Telefónica siguen profundizando en su conocimiento de la musicoterapia, para enriquecer los estudios que realizan a los clientes. De este modo, pueden elaborar un discurso sobre los efectos de la música, respaldado por los últimos avances, no solo en musicoterapia, sino también en psicología, marketing, sociología y neurociencia. Así, cada uno de los canales de música ambiental que ofrece, por ejemplo spotmusic se han diseñado tras una reflexión actualizada y concienzuda.

Uno de los ejemplos más claros de cómo la musicoterapia puede proporcionar herramientas a la ambientación musical está en el concepto del ISO o identidad sonora.

Visto de otra manera, así como en el lenguaje el idiolecto es la forma de hablar característica de cada persona (léxico particular, gramática, frases, giros peculiares, variantes de la entonación y pronunciación), el ISO constituye la historia musical única de cada individuo.

Esta historia se alimenta de sonidos universales, como el latido del corazón o del agua, y de sonidos particulares y únicos como la voz materna, la música del entorno familiar, de la cultura, del periodo histórico, etc. Es en este proceso donde se definen las asociaciones que posteriormente realizaremos a través de la percepción.

El neurocientífico Javier de Felipe subraya que “la información procedente del mundo que nos rodea es conducida a nuestro cerebro a través de un complicado sistema sensorial”. Los estímulos externos se transforman en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta dándoles un significado. Esa interpretación dependerá del ISO o de la experiencia vital de cada individuo, y de la cultura a la que pertenezca. Por eso es fundamental, en un estudio de marketing musical, detenerse en todas las variables que afectan la población a la que se dirige un establecimiento y un producto, de forma que la selección de música ambiental responda no solo a un diseño estético, sino también a las características y necesidades del contexto sociocultural.

Sonidos y transmisión de emociones

La imagen de marca reflejada a través de la música contribuirá a completar su definición desde el punto de vista del lenguaje no verbal. Y dada la agilidad y eficacia que el sonido tiene para transmitir una emoción, según los últimos estudios de la McGill University de Canadá, es primordial que el mensaje que se transmite esté definido claramente. No es suficiente con conocer los estereotipos culturales que asignan cualidades a los géneros musicales y que muchas veces pueden cometer el error de quedarse en lugares comunes inútiles para la identidad de la marca.

La búsqueda de patrones no siempre es práctica en todos los campos del conocimiento. Por ejemplo, si la música clásica suele asociarse a espacios distinguidos y es consumida en su gran mayoría por un público de clase media-alta en la sociedad occidental, esta afirmación deberá ponerse en tela de juicio según la cultura en la que se plantee. Imaginemos por un momento cómo se recibiría este estilo musical en un pueblo perdido de China, Indonesia, Nigeria, Sudán o la India, todos ellos países con una riqueza musical incuestionable, que materializan su arte sonoro sobre códigos y sistemas musicales diferentes.

El significado que se construye con la música puede contener variables nucleares de una cultura a otra. Variables que pueden destruir la imagen de marca si no se aplican desde un conocimiento profundo del entorno. Por esta razón, el equipo multidisciplinar de Music Designers de onthespot realiza estudios completos, enriquecidos por algunos conceptos de la musicoterapia diseñando un Branding Sonoro coherente y acorde con las características de cada marca, de su evolución en el espacio-tiempo, del entorno sociocultural y de los cambios que el marketing presenta en el mercado actual.

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