CBDC: ¿Caminamos hacia un mundo sin dinero en efectivo?

Raúl Alonso    19 julio, 2022
Las CBDC (Central Bank Digital Currency)

En 2025, el 20% de los créditos al consumo en el mundo se desembolsará en CBDC (Central Bank Digital Currency o monedas digitales emitidas por los Bancos Centrales). Y pronto serán un medio de pago común para particulares y empresas, por lo que conviene tenerlas en el radar.

¿Qué son las CBDC?

Las CBDC son la respuesta de los emisores nacionales de dinero al auge de las criptomonedas y la digitalización de la economía y la sociedad.

Su principal diferencia frente a otros modelos de dinero digital es que se trata de unas unidades de cuenta y medios de cambio centralizados, lo que significa que están respaldadas por los bancos centrales de los distintos países que las emiten. Y es este control el que actúa como garantía para promover su estabilidad de cambio.

Algo muy distinto de lo que ocurre con las cerca de 7.000 criptomonedas existentes que, como estamos viendo en los últimos meses, pueden verse afectadas por una volatilidad extrema.

¿Cuándo serán realidad las CBDC?

Hablamos del presente de un puñado de países, aunque en la Unión Europea parece que no empezarán a implementarse antes de 2025.

Desde la consultora de inteligencia de mercado IDC, se afirma que “el 85% de los bancos centrales del mundo están estudiando o pilotando experiencias de CBDC”, según explicó Víctor Almandoz, director de Consultoría de IDC para Latinoamérica en Miami, durante un encuentro virtual organizado por la también consultora Baufest.

Este experto explica que “Mastercard, Visa, Western Union y otras tantas entidades financieras ya han empezado a construir sus API para poder operar con las CBDC. Tras las bambalinas, se está produciendo un movimiento tremendo para lo que pudiera ser la evolución de las finanzas en todo el mundo”.

Nigeria, Bahamas, Hong Kong o Singapur cuentan con proyectos en marcha. No obstante, ha sido China “la primera gran economía en poner a prueba una CBDC en 2020 con el yuan digital, y a lo largo de este año tiene previsto programas piloto en doce ciudades, incluidas Pekín y Shanghái”, según se cuenta en el Índice Global Central Banks Digital Currencies 2022, que PwC publicó el pasado abril.

Situación en Europa

Suecia es uno de los países europeos a la cabeza en su normalización. Seis de sus principales entidades financieras han trabajado en el desarrollo de un modelo de pago digital a la medida de su CBDC. Hay que tener en cuenta que en este país menos del 10% de los pagos se realizan en efectivo.

En lo que respecta a España, su evolución corre en paralelo con el plan de la UE. “El desarrollo de monedas digitales respaldadas por el BCE está todavía en una fase preliminar”, se explica desde PwC. “La Comisión Europea anunció, el pasado mes de febrero, que tiene previsto hacer una propuesta de directiva sobre el euro digital a principios de 2023, aunque la decisión final todavía no está tomada y un hipotético euro digital no estaría en marcha antes de 2025”.

¿Cómo van a funcionar las CBDC?

El hecho de que buena parte de los pagos, inversiones y ahorro financiero se digitalicen completamente es una realidad que se asume desde hace mucho. Sin embargo, aún no sabemos cómo se hará en Europa y, sobre todo, a qué ritmo.

Los expertos definen tres escenarios:

  • Sistema digital mayorista. Su objetivo es “mejorar los sistemas de compensación y liquidación y propiciar transferencias interbancarias más rápidas, seguras y eficientes”, según explican Santiago Carbó Valverde y Francisco Rodríguez Fernández en una publicación de Funcas. Una opción que solo estaría justificada en la medida que aporte ventajas significativas sobre las actuales herramientas del sistema financiero mayorista.
  • CBDC como efectivo digital. En este caso, sí que tendría un efecto directo sobre el usuario, como está ocurriendo en los países donde ya operan a través de iniciativas privadas o públicas de monederos digitales ligados o no a cuentas bancarias. Frente a este segundo escenario, los citados autores señalan que “habría que valorar aspectos como optar o no por el anonimato, o incorporar una remuneración sobre el efectivo digital”.
  • CBDC como depósitos en bancos centrales. “Este sería un escenario sumamente disruptivo”. Carbó y Rodríguez reflexionan sobre él: “Si bien podría tener ventajas de eficiencia, control monetario y seguridad, también supone un coste importante de transformación del sistema de intermediación y del canal de transmisión de la política monetaria en vigor”. La duda para llegar a este tercer escenario, el modelo que sí explotaría todo el potencial de las CBDC, es la necesidad de resolver su relación de convivencia con la banca privada tradicional y las nuevas fintech.

¿Qué van a cambiar estas monedas digitales?

El debate está abierto y hoy es posible escuchar todo tipo de opiniones, frente a un escenario tan novedoso como el que plantean las CBDC. Algunos de los puntos más significativos son:

  • Cambio en la relación con el dinero, al permitir disfrutar al usuario de las ventajas de su plena digitalización. Pero, “cada país tendrá que diseñar la manera en que más conviene a su sociedad, dependiendo de su situación financiera, entre otros factores”, defiende Víctor Almandoz desde IDC: “No existe una manera única de que el usuario tenga las criptomonedas”.
  • Mejora en la trazabilidad del dinero y de su recorrido. Es este un asunto especialmente polémico, porque al mismo tiempo debe garantizarse el anonimato. “La privacidad va a ser trascendental. Muchas sociedades y personas van a defender que, de no existir un buen sistema de seguridad y protección de la identidad, pudiera darse el riesgo de la no proliferación de las CBDC”, señala Almandoz.
  • Mayor competencia entre los medios de pago. Esto debería traducirse en ventajas concretas para el usuario y reducción de costes. 
  • Agilización de la globalización económica, sobre todo al aportar inmediatez y seguridad a los pagos transfronterizos. Para ello, es requisito imprescindible la integración de las diferentes CBDC en el sistema financiero mundial.  
  • Ventajas en la gestión empresarial. Las CBDC aportan un nuevo big data que debe redundar en mejoras de la gestión de la tesorería. 
  • Mayor control de la economía por parte de las Administraciones Públicas.

Recuperando la cuestión inicial sobre qué futuro le espera al dinero en efectivo, en ningún Estado se ha planteado la emisión de CBDC como sustitución de los billetes o monedas. Pero tan claro como que ambos modelos convivirán, es que billeteras y carteras tradicionales quedarán relegadas para dar paso masivamente a los wallets de aplicaciones en nuestros teléfonos móviles.

Foto de Freepik

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