Las 16 causas del fracaso de un líder

Lluis Serra    20 mayo, 2014

En el último post os hablaba de los 12 requisitos del líder y, puesto que todo tiene su lado opuesto, hoy os hablaré de dieciséis causas que pueden llevar al líder a fracasar como tal.

1. La ofensa: No ofender nunca a un miembro del equipo, ni en público ni en privado, ya que alguien que se siente ofendido pasa a ser un obstáculo para el buen funcionamiento del grupo. Una persona puede tener dudas sobre su propia capacidad de trabajo por la falta de conocimientos y/o experiencia, pero no por esa razón le gusta que los demás le consideren no capacitado para probarlo o intentarlo.

Pregúntate: ¿Te gustaría que te ofendieran en público por un error en la toma de una decisión tuya?

2. La crítica: No critiques a nadie en presencia de otro. Cuando criticamos algún comportamiento o hablamos mal de los demás, en la mayoría de las ocasiones lo que realmente estamos haciendo es mirarnos al espejo y verbalizar lo que en el fondo pensamos de nosotros mismos.

Pregúntate: ¿Lo que estoy criticando de esta persona no es en realidad lo que más detesto de mí mismo?

3. El favoritismo: Nunca muestres favoritismos hacia ninguna persona. Nadie es imprescindible en un equipo, pero tampoco debemos olvidar que todos, absolutamente todos, son importantes. No hagas excepciones en este punto, si lo haces, el resto adoptará una actitud de desgana al percibir que el trato no es equitativo.

Pregúntate: ¿Cómo te sentirías si alguien mantuviera un trato de favor con otra persona del equipo y no aplicara las normas de igual manera?

4. La contribución: Nunca dejes de contribuir al progreso de las personas, siempre que se lo merezcan. Infórmales en cada momento sobre las oportunidades que tienen de progresar. Preocúpate y lucha siempre por las personas de tu equipo.

Pregúntate: ¿Crees que una pieza importante del equipo que no deseas perder va a durar mucho si descubre que se le ocultan posibilidades de prosperar sólo para retenerle en su lugar?

5. La exigencia: No disminuyas nunca el nivel de exigencia laboral. No puedes exigir a unas personas sí y a otras no, porque una actuación menos eficaz de alguien puede ser consecuencia del bajo nivel de exigencia.

Pregúntate: ¿Crees que un equipo puede funcionar a distintas velocidades en función de la eficacia de cada persona o se debe mantener un nivel general para todos?

6. No vacilar: Tomar una decisión rápida y acertada es un signo de capacidad en el liderazgo y de superación personal y profesional.  No alardees nunca de tus éxitos, ni de las decisiones acertadas y menos de tu capacidad de trabajo.

Pregúntate: ¿Qué crees que pensarían del líder si está constantemente hablando de él y de sus éxitos?

7. Los detalles: La falta de capacidad para los detalles. Ningún auténtico líder está nunca demasiado ocupado como para desatender cuanto se le exija.

Pregúntate: ¿Te gusta que alguien pregunte por tu familia o te feliciten en el día de tu cumpleaños?

8. La voluntad: Poca voluntad de prestar un servicio humilde. Los buenos líderes, cuando la ocasión lo exige, deben ejecutar cualquier tipo de trabajo que exigirían a otros.

Pregúntate: ¿Estarías dispuesto a trabajar duramente y con compromiso si el líder no es capaz de hacer cualquier tipo de tarea si la situación lo requiere?

9. La recompensa. Esperar una gratificación por lo que sabe, en lugar de por lo “que hace con lo que sabe”.

Pregúntate: ¿La recompensa debe ir relacionada con los resultados derivados del conocimiento aplicado?

10. La competencia: Temor a la competencia del equipo. El líder que tema que alguien del equipo pueda ocupar su cargo puede estar prácticamente seguro de que tal temor, tarde o temprano, será una realidad.

Pregúntate: ¿De qué tipo de personas se va a rodear un líder si teme que éstas puedan ocupar su cargo?

11. La imaginación: Sin imaginación, un líder será incapaz de hacer frente a las emergencias o de crear planes de acción eficaces.

Pregúntate: ¿Cómo va el líder a afrontar cambios o situaciones urgentes sin imaginación?

12. El egoísmo: El líder que pretende reclamar para él todos los éxitos del trabajo del equipo puede estar seguro de que tropezará con un resentimiento constante.

Pregúntate: ¿Cómo se sentirá el equipo si el reconocimiento siempre es para el líder, cuando en realidad el trabajo se realiza conjuntamente?

13. La intemperancia: En cualquiera de sus diversas formas, destruye la paciencia y vitalidad de todo el que se deja arrastrar por ella. Las formas más perjudiciales suelen ser abusos en la comida, bebida y actividad sexual.

Pregúntate: ¿Qué tipo de ejemplo se da al equipo si el líder es incapaz de moderarse?

14. La deslealtad: Quizás esta causa debería figurar en la cabecera de la lista. El líder que no es fiel a la confianza que en él depositan, no podrá mantenerse mucho tiempo en su cargo. La lealtad es clave para mantener la confianza de todos los que te rodean.

Pregúntate: ¿Hasta qué punto puede afectar al buen funcionamiento de un equipo la pérdida de confianza causada por la deslealtad del líder?

15. La jerarquía: El líder eficaz manda estimulando, no atemorizando al equipo. Si un líder es verdaderamente tal, no tendrá necesidad de decirlo, lo demostrará con su conducta, simpatía, comprensión, nobleza y justicia.

Pregúntate: ¿Cómo se consiguen mejores resultados a nivel de equipo, con amenazas o con motivación positiva?

16. El título: El líder competente no requiere ningún título que le gane el respeto del equipo. El hombre que remarca en exceso sus títulos, generalmente es porque tiene muy  pocas cosas que poner de relieve sobre sus logros.

Pregúntate: ¿Qué valorarán más las personas, los hechos contrastables o los títulos que acreditan un cierto nivel de conocimientos o estudios?

Foto: fakelvis

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