Todas las claves de la Ley de Startups, recientemente aprobada

El Congreso de los Diputados aprobó el pasado 3 de noviembre la Ley de Startups con un consenso poco habitual en la Cámara. Salió adelante con 177 votos a favor. Ahora, se espera una tramitación ágil en el Senado para aprobarla a finales de año y que pueda entrar en vigor a principios de 2023.

Esta Ley, realmente llamada Ley de Fomento del ecosistema de las empresas emergentes, ampara el nuevo ecosistema digital, a las empresas emergentes y a los perfiles profesionales surgidos de este nuevo escenario, los llamados «nómadas digitales«.

Para muchos, es una ley necesaria y decisiva para equipararnos con otros países de Europa en esta materia y para fomentar el emprendimiento tecnológico y la atracción del talento a nuestro país.

Con los últimos cambios incorporados antes de su tramitación en el Senado, cerca de 80 enmiendas, se han incluido modificaciones importantes que afectan a autónomos y emprendedores.

Estas son las actualizaciones más relevantes y los puntos clave de la Ley de Startups.

Principales modificaciones de la Ley de Startups

Diez meses después de llegar a la Cámara, la Ley de Startups sigue conservando sus principales elementos que la definen, pero introduce novedades importantes. Estas son las más destacadas:

Incorporación de las cooperativas al régimen de empresas emergentes

Si un emprendedor autónomo quisiera acogerse a los beneficios de la Ley de Startups, tendría que constituir una sociedad limitada (SL) o una cooperativa, que con las nuevas enmiendas figuran también como opción.

La Ley, que se aplica a personas jurídicas, amplia de esta manera su ámbito con respecto al texto original. 

Empresa certificadora y silencio administrativo positivo

La Empresa Nacional de Innovación, S.A. (ENISA) será quien certifique qué empresas son startups y cuáles no reúnen las condiciones. Pero ahora, con los cambios introducidos, se podrán concertar acuerdos con terceras entidades colaboradoras, públicas o privadas, para identificar empresas emergentes, entre las que se encuentran las Comunidades Autónomas.

De igual manera, se establece el silencio administrativo positivo. Es decir, si una empresa solicita a ENISA su certificación como startup y no hay un pronunciamiento por parte de esta en tres meses, la empresa obtendrá una resolución favorable.

Requisitos para certificar que una empresa es startup

La ley profundiza en los criterios a la hora de evaluar los requisitos para que las empresas puedan ser certificadas como startups. Se detalla más el análisis sobre el grado de innovación y sobre la escalabilidad del modelo de negocio. Y se ponderan criterios como competencia, formación del equipo, dependencia de proveedores, innovación tecnológica, etc.

Formación

La Ley de Startups establece que los titulados de formación profesional o grado superior también podrán solicitar residencia para perfiles altamente cualificados, equiparando así los beneficios de estos perfiles a los estudios de formación profesional.

Emprendedores en serie

Se reconoce la figura de los emprendedores en serie, es decir, aquellos que ya han lanzado con éxito alguna startup con anterioridad. Y se les concede los beneficios de la Ley de Startups para las primeras cuatro compañías que creen, ampliando en una la limitación anterior, fijada en tres empresas.

En España estos emprendedores representan un 62%, según el Mapa del Emprendimiento, y para muchos este reconocimiento es especialmente importante. Primero, porque debido a su experiencia y aprendizaje tienen más probabilidades de éxito y, segundo, porque detectan nichos en los que innovar.

Bonificación de las cuotas

Se establece la bonificación de las cuotas para los trabajadores autónomos de empresas emergentes en situación de pluriactividad. Es decir, que a los autónomos que inicien su actividad en una startup mientras trabajan en otra empresa se les bonifica el 100% de la cuota durante los primeros tres años, para eximirles de tener que pagar dos veces.

Cifra de negocio

Se amplía el umbral de negocios hasta los 10 millones de euros para considerar una empresa como startup. Uno de los requisitos es que “no alcance un volumen de negocio superior a los diez millones de euros”. En el texto original se establecía una limitación de 5 millones de euros.

Tratamiento fiscal para las entidades de capital riesgo

Se establece un tratamiento fiscal específico para las carried interest (entidades de capital riesgo) que tributarán como rendimientos del trabajo con una exención fiscal del 50%.

Nómadas digitales

Se establece el visado y condiciones fiscales especiales para teletrabajadores de carácter internacional, los llamados “nómadas digitales”. El visado cuenta con una duración de un año y se contempla un régimen fiscal especial para estos trabajadores. Tributarán por IRNR (Impuesto sobre la renta de no residentes) y no por IRPF.

Flecos pendientes: bonificación de cotizaciones a la Seguridad Social

El consenso alcanzado en el Congreso de los Diputados muestra el interés que había por sacar adelante la ley y dotar a nuestro país de una regulación específica para este tipo de empresas.

Resulta chocante que España, siendo el cuarto país dentro del marco europeo en número de startups, no contara todavía con un marco regulatorio orientado a empresas emergentes.

Una de las reivindicaciones del sector, que aún no se contempla en la ley, es la de la rebaja de las cuotas de la Seguridad Social frente a la bajada del Impuesto de Sociedades, que muchas empresas no pagan durante los primeros años porque aún no tienen beneficios.

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