Responsabilidad Social Empresarial, una oportunidad para la pyme

Mario Cantalapiedra    22 abril, 2015

El Libro Verde “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas”, publicado por la Comisión Europea en 2001, define la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”. En este sentido, te recuerdo que los Libros Verdes que publica la Comisión tienen como objetivo estimular una reflexión a nivel europeo sobre un tema concreto, como es este de la RSE, invitando a organismos y particulares a participar en un proceso de consulta y debate sobre las propuestas que se presentan, el cual puede derivar en posteriores desarrollos legislativos. Y precisamente estimular el debate sobre la conveniencia o no de la RSE en el entorno de la pequeña y mediana empresa es el objeto de este post.

 

Ir más allá del cumplimiento de la Ley

Siguiendo la línea marcada por el Libro Verde, el hecho de ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas a las que esté sometida la empresa, sino que supone ir más allá de su cumplimiento invirtiendo más en el capital humano, en el entorno y en las relaciones con los interlocutores. Desde este punto de vista, y es ahí donde puede radicar el quid de la cuestión, ir más allá del cumplimiento de la legislación puede aumentar la competitividad de las empresas, también de las pymes.

El debate de la RSE no puede olvidar a las pymes

El debate de la RSE que, en mi opinión, se ha venido focalizando de forma prioritaria en el mundo de la gran empresa, no puede olvidar a las pymes, que son construcciones sociales que, a su vez, construyen sociedad. Las pymes son agentes sociales importantes que pueden y deben cambiar la sociedad. Soy de los que creen, por ejemplo, que la crisis no se verá superada en su totalidad hasta que se recuperen las pequeñas y medianas empresas, más allá de las cifras macroeconómicas y de las mejoras en las cuentas de pérdidas y ganancias y en los balances de las grandes empresas, y así lo he manifestado en más de una ocasión. Por tanto, si se ignora a las pymes en el debate de la RSE, se está ignorando a una parte significativa de la sociedad, ahora bien, no se puede trasladar la realidad de la gran empresa directamente a la de la pyme en este ámbito, como no se puede hacer en tantos otros.

La RSE es algo voluntario que precisa autocontrol

Ocurre que la RSE es algo que debe realizarse más allá de lo que marca la legislación vigente, ya sea en lo referente a preocupaciones sociales y medioambientales, operaciones comerciales o relaciones con los interlocutores; es, por tanto, algo voluntario para las empresas que deciden emprender este camino. El problema es que muchas pymes presentan dificultades ya para cumplir con lo legislado, por lo que parece utópico pensar que puedan ir más allá de la Ley. Evidentemente la RSE precisa grandes dosis de autocontrol por parte de la empresa que desea aplicarla, necesita la autorregulación igual que la necesita el cuerpo humano cuando regula su frío o su calor. En cualquier caso, no hay sector de la actividad económica que no tenga cierto grado de autorregulación, que defina lo que se considera bueno o malo en su seno, por lo que el contexto de la industria donde la pyme desarrolle su actividad será un factor clave a la hora de que implante o no prácticas de RSE.

¿Una oportunidad para la pyme?

Si se entiende la RSE como un conjunto de acciones de respeto al entorno social y natural dirigidas a incorporar a la pyme nuevos valores, puede considerarse como una oportunidad para que ésta se diferencie y sea más competitiva. A mi modesto entender, sería un error pensar que la RSE puede considerarse solo como algo desinteresado si lo que estamos hablando es de empresas con ánimo de lucro, no te dejes engañar. Las acciones de RSE pueden aumentar el valor de reputación de una pyme en el sentido de obtener una buena imagen de la misma, satisfaciendo las expectativas de todos los públicos con los que se relaciona. Por tanto, se puede contribuir al logro de una sociedad mejor y un medio ambiente más limpio más allá de lo que marca la Ley, al mismo tiempo que la empresa consigue mejorar su imagen y competitividad, no parece una mala solución. Se trata de que la capitalización de la RSE la consigan tanto la pyme como la sociedad en su conjunto, en una situación en que ambas salgan beneficiadas. ¿Crees que puede conseguirse?

Foto: jacilluch

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *