El emprendedor español, vocacional y recurrente

Mar Carpena    11 septiembre, 2017

Hombre, de 36 años, con formación universitaria, amplia experiencia profesional y en serie. Así es el perfil del emprendedor español según el Mapa del Emprendimiento 2017, elaborado por Spain Startup, un dibujo en el que tal vez la característica que más llama la atención es su fe en poner en marcha nuevos negocios.

Pese a que muchos puedan pensar que emprender es una salida bastante habitual entre las personas que se encuentran sin trabajo, lo cierto es que este escenario no deja de ser un mito. De acuerdo con este estudio, en España se emprende por vocación, porque se ha visto una oportunidad real de negocio y no por necesidad.

De hecho, solo un 1,5% de los emprendedores que han participado en el estudio estaba en situación de desempleo antes de lanzar su startup, un porcentaje que en Europa desciende al 1%. Así, vemos que emprender podría incluso considerarse como una forma de vida, algo que apoya también el hecho de que 6 de cada 10 emprendedores asegura que siempre había querido serlo.

Y, como vocación que es, el hecho de emprender es, en nuestro país, recurrente: casi la mitad de los emprendedores son reiterativos (el 48%, 11 décimas más que en el año 2014) y el 25% ha lanzado dos o más startups.

 

De su propio bolsillo o del de su familia

Algo que no cambia con el paso de los años es el origen de la inversión económica con la que crear estos nuevos negocios. El 57% de los emprendedores invierte su propio dinero en la creación y puesta en marcha de una startup y el 24% recurre a familiares y amigos para financiar su proyecto.

Los fondos privados (a los que recurre el 15%), el crédito bancario (el 2%) y plataformas de crowdfunding (2%) –en las que se obtiene la cooperación económica de un grupo de personas para apoyar un proyecto- son el resto de las fuentes de financiación a las que el emprendedor acude.

Pero ¿y qué tipo de negocio crea? Sin duda, las startups que se ponen en marcha en nuestro país responden claramente a las necesidades del mercado. Así el top 10 de las industrias con mayor porcentaje de startups registradas son, por orden de importancia, Fintech, Realidad Aumentada, Arte y Diseño, Internet de las Cosas, Geolocalización, Salud, Música y entretenimiento, Bienestar, Negocio y productividad, y Eficiencia Energética.

Además, en España, la mayoría de las startups se centran en servicios y aplicaciones dirigidos a otras empresas. En esta línea, el 33% ofrece servicios, el 27% software, y el 17% Software como Servicio (SaaS), como principales tipos de negocio.

 

Iniciativas más maduras y profesionales

La madurez es una tónica en el panorama emprendedor español. De acuerdo con el informe de Spain Startup, elaborado a partir de una muestra de 1.585 proyectos, un 9% tiene entre 3 y 5 años de vida (el doble que en 2016 y un 2% más que en Europa) y un 19% ya ha alcanzado el nivel de desarrollo growth (frente a un 17% en 2016).

Igualmente, ha descendido el número de startups que han fallado, un 55% frente a un 62% del año anterior, y la cifra de startups vendidas que pasa de un 34% a un 29%.

Sin duda, en este proceso de madurez también el emprendedor en serie se ha profesionalizado y, con ello, consigue que sus proyectos fallen menos.  Así, a medida que aumenta el número de startups creadas, desciende el porcentaje de fracaso; concretamente, del 33% en el caso de una empresa creada al 20% en el caso de aquellos que han creado cuatro empresas o más.

El emprendimiento además es una importante fuente de empleo en nuestro país. Actualmente, en España 2 de cada 10 startups cuentan con un equipo de 5 a 10 personas y un 9% tiene entre 10 y 20 empleados en plantilla, un 2% más que en 2016.

Además, 9 de cada 10 startups piensan seguir ampliando su equipo con nuevas contrataciones a corto plazo. Así, el 87% de las startups españolas se encuentra en este momento en búsqueda de nuevos miembros para su equipo y son los especialistas en desarrollo de software, ventas y marketing los perfiles más demandados en esa búsqueda de nuevo talento.

 

Asignaturas pendientes

Como en demasiadas ocasiones, en el área del emprendimiento vemos que la presencia de la mujer sigue siendo una asignatura pendiente. Tan sólo el 18% de las startups son puestas en marcha por mujeres aunque, eso sí, éstas suelen tener más éxito que las creadas por los hombres.

Su carácter más conservador en el control y gestión de recursos podría explicar el hecho de que las startups lideradas por mujeres fallan menos que las que tienen un hombre a la cabeza; en concreto, un 27% frente al 59% de los hombres.

Pero no sólo la mayor penetración de las mujeres en el emprendimiento sigue siendo una de las barreras a superar. Preguntados por sus principales desafíos, el 19% indica el acceso a la financiación; el 18%, atraer visibilidad para su proyecto; y el 17%, conseguir socios estratégicos, nuevos clientes y talento.

Por ello, a los ojos del emprendedor, el papel del Gobierno es fundamental y, para crear un ecosistema startup friendly en nuestro país le solicitan mecanismos que faciliten el acceso a fondos económicos, beneficios fiscales y una mayor flexibilidad en la contratación.

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