La importancia de la creatividad en los negocios

Raúl Salgado    21 octubre, 2020
Creatividad en los negocios

C. Tangana, de nombre Antón Álvarez, es conocido principalmente por los temas que compone, produce y canta. En el último, “Demasiadas mujeres”, combina la música urbana con la Campanera, canción tradicional donde las haya. Sin embargo, bajo un proyecto holístico -denominado El Madrileño- capitanea varias compañías de éxito entre las que destaca una productora audiovisual afincada en Los Ángeles.

Esta faceta suya, la empresarial, está impregnada de una cualidad irrefutable: la creatividad. Por ella, la revista Forbes lo ha situado al frente del listado de las cien mentes españolas más creativas en el mundo de los negocios.

Casi ocho de cada diez compañías que invierten en creatividad obtienen una mejor productividad de sus empleados y un equipo mucho más motivado, según un estudio de Adobe, del que también se desprenden beneficios en términos de innovación, satisfacción de los clientes y éxito financiero.

Explorar los mercados

No obstante, la mayoría de las empresas parecen más decididas a explotar sus negocios que a explorar los mercados que pretenden conquistar, lo que se traduce en compañías más orientadas a la eficiencia, el margen, el rendimiento, la optimización… que a la evolución, la innovación, la creatividad o la disrupción.

Si bien hasta hace unos años no era necesario estar continuamente innovando, los cambios se suceden cada día a mayor velocidad, hasta el punto de que empresas de larga y exitosa existencia han desaparecido de la noche a la mañana.

Por eso, innovar ha pasado a ser una cuestión de supervivencia. “El producto fundamental de la innovación es la capacidad de encontrar soluciones a cualquier reto planteado, a través de la búsqueda de nuevas ideas o de nuevas relaciones entre ellas, y esto precisamente es lo que una persona creativa genera”.

No existen empresas creativas, sino personas creativas

Luis Miguel Garrigós, fundador y CEO de rrebrand Strategic Design, remarca que no existen empresas creativas, sino personas creativas.

Y defiende que el pensamiento creativo es una habilidad que se entrena y se mejora, no un talento mítico. Por lo tanto, “es importante incorporar este entrenamiento dentro de las organizaciones, para desarrollar una cultura creativa que las habilite para responder con eficacia a los continuos desafíos”.

La creatividad, clave para diferenciarse

La cuarta posición del ranking de Forbes la ocupan Miguel Crespo, Javier Guzmán y Sixto Martín, fundadores de Zooco Estudio de Arquitectura, quienes sostienen que la creatividad es, básicamente, el aspecto diferenciador, aquel que te define y por el que se te conoce.

“Quizás en la actualidad, debido a la gran competencia que existe en cualquier ámbito o sector empresarial, las empresas más creativas tienen más posibilidades de diferenciarse”.

Según Sixto Martín, «se trata de cumplir los objetivos con los recursos adecuados y generando el mensaje más impactante posible. Un alto grado de creatividad no solo contribuye al logro de una meta artística o conceptual, sino que te puede ayudar a alcanzar objetivos más prosaicos, tales como los vinculados a plazos y presupuestos”.

La creatividad se puede medir por la capacidad de dar respuestas sencillas a situaciones o necesidades complejas. Y más allá de cualidades inherentes a cada persona, requiere de un entrenamiento y una disciplina. “Cualidades como la observación, la reflexión y la inquietud ante otras formas de hacer las cosas ayudan a fortalecer y ampliar las capacidades creativas”, apostilla.

La creatividad lo es todo

A Estefanía de Oliveira y Leire Urzaiz, fundadoras de Papiroga, la pandemia las pilló en plena expansión internacional de esta marca de bisutería que ya vende pendientes hasta en Rusia y Japón. Y en este contexto, aseguran que la creatividad lo es todo.

“Tendemos a pensar que la creatividad únicamente se aplica al producto, pero debe impactar en cada área: desde la logística y la gestión, pasando por la producción y la atención al cliente”.

En concreto, De Oliveira piensa que, hoy en día, la creatividad tiene que estar más que nunca al servicio de la flexibilidad y la apertura mental, para permitir encarar los cambios con garantías y prepararnos para lo que vendrá.

Desde su punto de vista, una empresa creativa es aquella capaz de replantear el territorio que habita, reformar sus procesos y transformar todos sus puntos de contacto para ofrecer soluciones nunca antes vistas.

De Oliveira indica que las empresas creativas proponen una forma distinta de hacer las cosas. Que tienen una voz y una personalidad propias; que son auténticas y valientes; y que no temen nunca enfrentarse a nuevos retos.

Ser creativo es una actitud vital

Ser creativo es una actitud vital, pero también una habilidad. Basta con tener curiosidad y cierto inconformismo para intentar cambiar aquello que no nos gusta.

“Aplicar la creatividad a un producto, empresa o proceso es tan sencillo como plantearse si la forma en la que se ha hecho hasta la fecha es la mejor posible y, si no es así, intentar mejorarla. Aunque, como toda habilidad, ya sea tocar el piano, aprender un idioma o escalar una montaña, la creatividad mejora con la práctica”, puntualiza.

No conformarse, reciclarse y arriesgarse

Entre los cien españoles más creativos también se encuentra el pintor Rafa Macarrón, quien recomienda a personas y empresas no conformarse, reciclarse y arriesgarse. Asimismo, el artista considera que la tecnología va por delante del pensamiento y que la educación va por detrás de la tecnología.

Respecto a si se puede aprender a ser creativo, Macarrón cree que es una cualidad con la que se nace pero que hay que educar. Y que se puede magnificar o tapar, según lo vivido.

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