Consejos para ser proactivo y destacar en un proceso de selección

Raúl Salgado    21 diciembre, 2022
Cómo ser proactivo en un proceso de selección

Si estás buscando trabajo, has enviado tu currículum a varias empresas y estás esperando a que te llamen, quizás deberías sentarte en una silla cómoda para no cansarte de esperar, porque los procesos de selección han sufrido una auténtica revolución.

Para determinados puestos, cada vez se premia más la proactividad, que ha pasado a ser una de las habilidades más demandadas en el mercado laboral actual.

Hay quienes piensan que en la vida existen tres tipos de personas: las que miran lo que ocurre, las que se preguntan qué ha pasado y las que hacen que las cosas ocurran. Y son estas últimas las que necesitan las empresas punteras y disruptivas, las que marcan el camino y sirven como ejemplo.

Si bien la mayoría de las personas vive de manera reactiva, es decir, condicionadas por las circunstancias que les rodean y, en muchas ocasiones, dejándose llevar por las distintas situaciones de cada momento, también hay quienes se comportan de acuerdo a su propio criterio, sin importarles demasiado lo que hagan los demás.

Estas personas suelen ser más creativas e ingeniosas. Y tienden a exprimir al máximo el tiempo para ahondar en el conocimiento de sus clientes y competidores, lo que resulta de suma importancia en una época tan cambiante e imprevisible como la actual.

No es cuestión de adaptarse, sino de anticiparse

Hoy en día, por mucho que se hable de la necesidad de adaptarse y amoldarse a los continuos cambios, lo verdaderamente importante es preverlos para adelantarse. Porque esa anticipación, al fin y cabo, puede marcar la diferencia entre simplemente intentar sobrevivir o, en cambio, ser punteros, más competitivos y mejores.

Perfil del trabajador proactivo

Y esa anticipación es propia de las personas proactivas. A estos trabajadores se caracterizan por sus iniciativas para lanzar propuestas de mejora, su capacidad de análisis, su pensamiento crítico, su habilidad para diseñar estrategias y planificar.

No esperan de brazos cruzados a recibir un encargo, limitándose a cumplir órdenes, sino que impulsan otro tipo de trabajos, asumiendo riesgos por cuenta propia, proponiendo y sugiriendo medidas para el conjunto de la empresa.

Por todo ello, no únicamente son los empleados más cotizados y mejor remunerados, sino que también conforman los candidatos más buscados, tanto en los procesos de selección externa como para los ascensos y promociones internas.

Claves para marcar la diferencia

Ahora bien, ¿hasta qué punto puede resultar relevante ser proactivo para destacar en un proceso de selección?

Sara Nogales, responsable del área de selección de Nexian, asegura que la proactividad es importante y comienza en cuanto uno se registra en la oferta en la que su perfil y las características del puesto encajan, demostrando haberse leído en profundidad los requisitos imprescindibles.

En esta línea, lo ideal es personalizar el CV, ajustándolo al puesto demandado (lo que exige un trabajo previo de preparación) y huyendo de una estandarización que podría terminar penalizando. Como ejemplo práctico, los expertos sugieren usar las mismas palabras clave que las utilizadas en el anuncio del empleo para destacar la experiencia profesional.

En paralelo, Nogales recomienda verificar el registro en la oferta de empleo para asegurarse de que el CV está en el lugar adecuado. “El reclutador valorará si encajas frente a otros candidatos en la oferta de empleo. Es importante no insistir en este punto, ya que el ajuste del perfil al puesto lo valorará la empresa y la excesiva insistencia no es positiva”, advierte.

La vía para entablar el contacto también es de vital importancia, ya que hacerlo a través de las redes sociales, por ejemplo, permite seguir a las empresas y a sus trabajadores, lo que además de contribuir a estrechar el contacto, puede ayudar a desvelar ciertos detalles, la letra pequeña, que de otra manera permanecerían ocultos.

No obstante, en este sentido, lo recomendable es actuar con sensibilidad y tacto, evitando una actividad excesiva e intensa que, en muchos departamentos de Recursos Humanos, podría percibirse como un comportamiento desesperado e impertinente.

En las entrevistas no solo se responde, también se pregunta

Asimismo, Nogales afirma que otro momento en el que procede mostrar proactividad es en el de la entrevista, puesto que a todas las empresas les gustan los candidatos con “ganas de trabajar”, que aportan ideas nuevas y plantean iniciativas para mejorar.

Así, mostrarse interesado y con confianza en uno mismo para acceder al puesto ofertado con frases como “me llevo preparando mucho tiempo para esta posición” puede cosechar buenos resultados, según Nogales.

Otros expertos sugieren preguntar e interesarse por la empresa, sus empleados y clientes, así como demostrar haberse informado previamente de las fortalezas y debilidades, de su plan estratégico y de sus valores. para convencer al reclutador de las posibilidades de sumar talentos e ir alineados en la búsqueda de objetivos comunes.

Aunque cada persona y cada empresa son un mundo. Por ello, siempre conviene tener empatía con el entrevistador para actuar con flexibilidad y naturalidad, sin estar excesivamente encorsetado ni resultar artificial, en línea con lo que puedan esperar de nosotros.

En cualquier caso, cuando a un candidato le comunican el avance en el proceso de selección, Nogales anima a indicar al reclutador con claridad que se sigue interesado en el puesto y que cuenten con la candidatura en todo momento.

No insistir demasiado

Resulta evidente que en este tipo de procesos, la proactividad puede marcar la diferencia entre los distintos candidatos. Es decir, a veces no basta con inscribirse en una oferta, sino que la persona que llama por teléfono, acude a la oficina o contacta por redes sociales muestra un interés añadido que puede resultar determinante para ser seleccionado, como cuentan en este artículo de Cinco Días.

No obstante, tampoco conviene insistir demasiado, porque a la postre podría resultar contraproducente.

Sea como fuere, como casi todo en la vida, destacar en un proceso de selección es más una cuestión de actitud que de conocimientos, destrezas o habilidades. Y esa actitud, muy a menudo, pasa por transmitir y ser proactivo.

Imagen de creativeart en Freepik

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