10 ideas que debes recordar cada vez que busques innovación

Raúl Alonso    16 enero, 2019

¿Qué diferencia la innovación que funciona de la que no funciona? Lamento comunicarte que aquí tampoco vas a encontrar la fórmula magistral de equilibrio que convierta tu idea en éxito seguro, pero si continúas leyendo, podrás identificar diez claves para diseñar más y mejores negocios.

Con el cambio del año, desde Igeneris nos proponen detectar “qué cosas se están haciendo bien en tu empresa y cuáles deberían empezar a cambiar”. Para lograrlo, la consultora especializada en innovación ha redactado un decálogo que cuenta con la gran virtud de ser aplicable a casi cualquier empresa, con el único requisito de tener un mínimo de inquietud innovadora.

Decálogo para triunfar innovando 

1. Deja de obsesionarte con la solución y céntrate en el problema

En el actual contexto de ‘clientecentrismo’, el desastre llama a nuestra puerta cada vez que diseñamos una solución  -¡qué desesperación!- que no le convence. Para limitar al mínimo esta situación, la propuesta de Igeneris es recordar desde la primera fase de innovación “que lo importante no es nuestra solución, sino el problema”.

2. No diseñes como si el usuario fueses tú

Un error reiterado es el de decidir en función de las preferencias personales, lo que en muchas ocasiones encubrimos apelando a nuestro instinto empresarial. Para no equivocar nuestra preferencia con la del público objetivo al que nuestro modelo de negocio se dirige, debemos ofrecer siempre la mejor solución pensando exclusivamente en el cliente final.

3. Deja de buscar la perfección

Y no es un consejo baladí, la quimera de la perfección paraliza y baja la persiana de muchas empresas. “Good enough is usually good enough” («lo suficientemente bueno es por lo general suficientemente bueno») recuerdan los expertos de Igeneris, para seguidamente insistir en que no se trata de lanzar productos chapuza, sino de “no esperar a que el producto esté completamente terminado para pedir a los clientes su feedback”. Recuerda que en ocasiones es mucho más importante sacar el producto a tiempo que perfecto.

4. No infravalores los ‘juguetes’

¿En cuántas ocasiones el desdén con que has analizado el impacto de una nueva tecnología en tu sector te ha alejado de una oportunidad? ‘Es solo para friquis de la tecnología’, ‘que lo prueben otros, y luego vemos’, ‘los experimentos en esta empresa son solo con gaseosa’… peligrosas frases hechas que olvidan que algunas de esas tecnologías han dado la vuelta al status quo del sector: “Así que abre los ojos y la mente en 2019 y apuesta por la proactividad a la hora de diseñar tu modelo de negocio en torno a esos juguetitos”.

5. Practica la autocrítica: puede que el enemigo seas tú

Una nueva invitación para acabar con los fantasmas que nos impiden gestionar desde la innovación. Y para lograrlo, hay que perder primero el miedo a la equivocación y en segundo lugar dejar de pensar en que el margen de actuación de nuestra empresa es mínimo: “Solemos tachar a gigantes empresariales e incluso a cualquier startup como el enemigo, sin darnos cuenta de que en la mayoría de las ocasiones el peligro viene de dentro”.

6. No te obsesiones con ser el primero

“No importa si no eres el primero, lo que importa es que seas el mejor”. Recuérdalo la próxima vez que en el consejo de administración de tu empresa se oiga esa letanía de ‘eso ya existe’.

7. Ofrece alternativas más sostenibles: «servitización»

El fabricante que solo hace cosas no sobrevivirá si no ofrece además servicio. En opinión de Igeneris, la «servitización» de cualquier modelo de negocio pasa por “ofrecer una experiencia completa, de manera que el cliente acceda a los productos de forma completamente diferente”. Se trata de un proceso que además persigue avanzar hacia un consumo más responsable y sostenible.

8. Di no a los clientes si es necesario

Los que sigan esta bitácora sabrán que la gestión del no es uno de nuestros clásicos, pues a la hora de trabajar los modelos de negocio, también: “La realidad es que a veces el cliente no tiene razón, y decir no pone en valor nuestro trabajo, y además nos permite ofrecer soluciones que de verdad sean factibles”. Una negativa que -se recomienda- siempre debe ir acompañada de nuestros mejores encantos.

9. No confíes en la suerte

Tal cual nos lo cuentan desde Igeneris: “Dicen que la suerte es lo que pasa cuando la preparación se encuentra con la oportunidad, así que no lo olvides, confía un poquito menos en la suerte y más en tu capacidad para dar respuesta a las necesidades de tu cliente”.

10. Concede al diseño la importancia que merece

En un país con genio creativo y gusto por la improvisación, insistir en la importancia de las metodologías de diseño puede parecer más una debilidad que una virtud. Sin embargo, puede que ya debamos tomar conciencia de que las bondades del diseño no solo se plasman en la idea de belleza y utilidad, sino que “es una habilidad indispensable en cualquier profesional, que te ayudará, y mucho, a crecer”.

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