Cómo tratar con un empleado conflictivo

Edith Gómez    6 marzo, 2017

El sabelotodo, el parásito (que se aprovecha de los demás), el negativo, el mandón, el cotillo, el holgazán, el arrogante y la lista puede seguir sin límites para definir al típico empleado conflictivo.

No resulta raro que en alguna ocasión, a lo largo de nuestra trayectoria profesional, nos encontremos con alguien en un equipo de trabajo que nos distraiga, no acaba su trabajo, no rinde al máximo y además no es el más simpático del mundo.

Se trata de personas conflictivas que rondan por algunas oficinas transmitiendo negatividad. Pero no solo eso, sino que además esta actitud afecta a la productividad del negocio.

Pero, ¿existen algunos parámetros para identificar a esos empleados tóxicos o conflictivos?

En primer lugar, hay que llegar a la conclusión de que en nuestra empresa hay un miembro del equipo que es conflictivo . Se detecta observando su conducta, su falta de comunicación con el jefe y con el resto de compañeros, y su escaso rendimiento. E, incluso, si puede aprovecharse del trabajo de los demás, no tendrá escrúpulos en hacerlo.

 

Cómo lidiar con un empleado conflictivo

 

1. No dejes pasar el tema y afronta el problema

Pasar por alto el problema no te ayudará a hacerlo desaparecer. Como buen jefe o dueño de tu negocio, debes actuar de la mejor forma para beneficiar a tu empresa. “Coge al toro por los cuernos”, como dice el refrán popular, e impide que el conflicto crezca y se haga una bola cada vez más grande.

 

2. Valora la dimensión del conflicto

Si crees que ese empleado aporta valor a tu empresa, sabrás que merecerá la pena hablar con él. En caso de que tengas claro que no aporta nada, ya tienes la respuesta.

Recaba información para valorar la dimensión del problema y observa de cerca al empleado (cómo actúa con sus compañeros, su productividad, su humor, etc.) Así, con información más detallada, y con constancia del conflicto, te será más fácil pasar al siguiente nivel: acercar posturas con el trabajador.

 

3. Acércate al empleado e intercambia opiniones

Infórmale sobre la situación y escucha su argumento, con el objetivo de ver si el sujeto es consciente del problema.

No se trata de echarle nada en cara, ni de discutir, sino de llegar a un acuerdo para que acabe con el conflicto, sobre todo si el motivo por el que actúa de esta forma es por falta de motivación (poco salario o las condiciones no son apropiadas) y no por una mala actitud.

 

4. Lleva un seguimiento de su conducta

Ese acercamiento del jefe con el empelado tóxico no solucionará el problema de golpe, está claro. Después de fijar ese plan de acción, para que el conflicto desaparezca, habrá que hacer un seguimiento de esa persona, para ver si está poniendo de su parte y mejora el ambiente en la oficina.

 

5. Da por finalizada la relación laboral con ese empleado

El proceso de cambio del empleado conflictivo no se hace de la noche a la mañana. Hace falta tiempo, por eso no es conveniente meterles prisa, ni amenazarles. El deber de un jefe o responsable de Recursos Humanos será ayudarles y orientarles para que entiendan los problemas que generan en el equipo de trabajo, para que así ellos mismos, por voluntad propia, puedan actuar y cambiar su conducta.

Pero si después de todo esto, el empleado se niega a aceptar su mala conducta, entonces es aconsejable poner fin a esta relación laboral. Aunque sea una decisión difícil, deberás llevarla a rajatabla cuando veas ante tus propios ojos que el empelado no se implica y además no aporta nada a tu empresa.

 

6. Selecciona bien a tus empleados antes de contratarlos

Con el fin de evitar situaciones incómodas en tu empresa, “mal rollo” en la oficina y un rendimiento escaso que al final afecta a tus beneficios, te recomiendo que prestes atención a los procesos de selección de personal. Esto te ayudará a conocer el perfil más apto para ese puesto de trabajo concreto.

Y aunque en un futuro las circunstancias puedan cambiar y los factores externos e internos de la empresa varíen, la entrevista personal es la mejor forma de conocer más en profundidad al futuro empleado, conociendo así su motivación y su esencia como persona.

 

Foto: combust

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