Radiografía de los sectores que más se benefician del Big Data

Raúl Salgado    12 abril, 2023
Big Data por sectores

Hay tantos bits almacenados como gotas de agua en el mar, granos de arena en el desierto o estrellas en el universo. Por lo que, lejos de exageraciones, los datos pueden considerarse el petróleo del siglo XXI.

La gestión de grandes volúmenes de información y la capacidad analítica de los datos han pasado a ser una cuestión de supervivencia. Y no sólo para los sectores más desarrollados tecnológicamente, sino también para los más tradicionales.

El tratamiento de los datos mejora la productividad, la competitividad y las cifras de negocio, además de la relación con los clientes, ya que permite ofrecer productos y servicios a medida.

El Big Data se ha convertido en la herramienta clave para la toma de decisiones en muchas empresas. Y en este contexto, OBS Business School ha publicado el informe Big Data en la era postpandemia. En él se destacan los sectores médico y asegurador como los que más y mejor están trabajando con las ingentes cantidades de datos que se generan, y se fija como reto lograr que su análisis llegue al sector público, hasta ahora bastante reticente a incorporar soluciones tan innovadoras.

2023, un punto de inflexión para el Big Data

El director del informe, Óscar Quero, recuerda que los años de pandemia han hecho ver a la mayoría de las compañías lo importantes que son los datos y los beneficios que les puede traer su correcta gestión.

Además, “el cambio brusco de hábitos de la sociedad ha traído un nuevo problema a las compañías: han dejado de conocer a sus clientes”.

Si bien las empresas que ya disponían de plataformas digitales robustas se han beneficiado claramente de este cambio de costumbres, algunas compañías han sufrido un desplome de sus ingresos, quedando en una delicada situación financiera.

Quero considera que 2023 puede marcar un hito en el enfoque del análisis de datos, puesto que las compañías necesitan conocer a sus clientes y adecuarse (e incluso anticiparse) rápidamente a sus cambios de comportamiento, para ofrecerles servicios de valor añadido adaptados a sus necesidades presentes y futuras.

Sectores más beneficiados

El cierre de sucursales bancarias ha sido una señal inequívoca de que el dinero en efectivo podría encontrarse en peligro de extinción. Cada vez menos personas llevan metálico y cada vez más hacen transferencias online o usan aplicaciones como Bizum, lo que ha robotizado los bancos y ha disparado el volumen de datos.

Igual o parecido ha ocurrido con las compañías de telecomunicaciones, otro de los principales motores del desarrollo de proyectos Big Data, gracias a los cuales entienden mejor al cliente y pueden ofrecerle aquello que más le puede interesar, en función del perfil particular de cada uno.

El sector asegurador

En paralelo, “un sector que está cogiendo mucha fuerza en los últimos años e invirtiendo en tecnologías asociadas al análisis de los datos es el asegurador”. Óscar Quero indica que la necesidad de conocer cómo se comportará un cliente en el futuro, para de este modo ajustar las pólizas, es crítico en términos de rentabilidad.

“En la actualidad, estas compañías están invirtiendo en proyectos combinados de Big Data e Inteligencia Artificial (IA), con la idea de que los sistemas se vayan adaptando a la evolución de los clientes, evitando así procesos basados en métodos estáticos”, explica.

Automoción y ciberseguridad

El sector automovilístico será otro de los que más ventajas podrá obtener del Big Data, dado que los vehículos conectados y los de conducción autónoma han supuesto nuevas fuentes de datos que están constantemente suministrando información.

El informe indica que otra área donde tendrá mucha influencia el Big Data en los próximos años es la ciberseguridad, a la vista del valor que tienen los datos para los ciberdelincuentes. Y es que, tal y como apunta el estudio, estas soluciones crean modelos predictivos para ayudar a generar alertas de posibles amenazas antes de que se produzcan.

Desafíos para el sector sanitario

En el lado contrario de la balanza, uno de los sectores que menos ha avanzado en la gestión y tratamiento de los datos es el sanitario, a pesar del gran volumen de datos que crea y de las oportunidades que genera el uso de estas tecnologías.

Quero sostiene que en el sector sanitario siempre ha habido muchas reticencias a invertir en tecnologías de este tipo, sobre todo en el ámbito público.

Sin embargo, asegura que los “hospitales y clínicas privadas, así como las empresas de servicios sanitarios, creen en el valor de los datos y conocen los beneficios de una correcta gestión y análisis, por lo que destinan recursos. El beneficio que obtienen, tanto económico como de eficiencia, es suficiente justificación para invertir en este tipo de iniciativas”.

En cambio, la sanidad pública ha avanzado poco en este aspecto, lo que podría deberse a que los recursos se han destinado fundamentalmente a la asistencia sanitaria y no tanto al desarrollo de tecnologías o proyectos de Big Data.

Quero critica que el sector sanitario público no se ha modernizado y sigue viviendo en el siglo pasado, aunque confía en que la situación cambie en los próximos años.

“La telemedicina es una gran solución para liberar recursos ‘presenciales’ de la atención de ciertas necesidades de los pacientes, pudiéndose concentrar los sanitarios en aquellas actuaciones en las que aporten valor”.

Para todo esto, defiende el papel del Big Data junto al de la Inteligencia Artificial.

“No todo lo saben las máquinas”

La combinación de la tecnología y la inteligencia humana resulta fundamental para que cualquier iniciativa empresarial tenga éxito, porque sin personas capaces y cualificadas para interpretar los datos y darles contexto, los análisis no aportarían todo el valor que realmente tienen.

Quero reconoce la inversión que están realizando empresas de todos los sectores y tamaños para captar “profesionales de los datos”, y remarca la importancia tanto de implementar los sistemas como de entender la información y descubrir lo verdaderamente relevante ante la toma de decisiones.

Finalmente, no se puede pasar por alto el beneficio que la Inteligencia Artificial puede aportar al análisis de los datos y la toma de decisiones. “La implementación de modelos de ‘aprendizaje automático’ permite crear sistemas analíticos que aprenden y se adaptan. Pero el uso de esta tecnología no sustituye a la inteligencia humana, sino que la complementa”.

El profesor de OBS Business School concluye que por mucha tecnología que apliquemos, no podemos prescindir de seres humanos que den sentido a los análisis, ya que “no todo lo saben las máquinas”.

Imagen de rawpixel.com en Freepik

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