Re-work, ¿una nueva fuente de innovación?

Salva López    5 diciembre, 2012

Hace unos meses tuve la oportunidad de entrevistar a un profesor de la Universidad de Barcelona que también es músico. Se trata de Pau Guillamet, más conocido como Guillamino. Se dedica a hacer música pop y electrónica y me contó algo verdaderamente interesante. Cuando él crea una de sus canciones, a veces la envía a varios músicos amigos suyos que están repartidos por el planeta y les propone que «retrabajen» su tema según les parezca, siguiendo lo que a cada uno de ellos le sugiere o le inspiran. El resultado es que su canción se convierte en varias canciones distintas, varias versiones, según lo que otros tantos productores musicales hayan decidido hacer con ella. Por lo visto, esta es una práctica habitual en el mundillo de la música electrónica.

En el ámbito musical, a este proceso se lo conoce como re-work, es decir, uno crea un producto y lo somete al criterio de otros creadores y permite que ellos lo reconfiguren, lo rediseñen, es decir, lo «retrabajen».

Cuando esos otros productores musicales acaban de «retrabajar» sus canciones, Guillamino las edita juntas y las lanza al mercado: la misma canción vista desde varios ángulos. Está claro que hay que ser muy valiente para lanzar un proceso semejante, cediendo el poder a otros para transformar nuestra propia creación. ¿Nos atreveríamos las empresas a hacer algo así?

Nuevas maneras de pensar

¿Y por qué no? Imaginemos qué podría suceder si las empresas se atrevieran a adoptar el re-work como fuente de innovación. Imaginemos una empresa que lleva años luchando para comercializar un producto. En ese tiempo lo ha intentado todo, su equipo de marketing ya no sabe qué hacer con él, su equipo comercial ya está aburrido de moverlo, es el típico producto que se ha convertido en un “perro”, tal como reza la famosa matriz del Boston Consulting Group.

¿Qué podría pasar si esa empresa decidiera poner su producto en manos de otro equipo de marketing, de otras mentes que se aproximaran a él desde un ángulo nuevo, un ángulo que desde dentro de la empresa no es accesible?

Podría muy bien suceder que ese equipo inyectara aire nuevo en el producto y acabáramos con un producto reenfocado, mejorado, con una reingeniería inesperada y tal vez valiosísima.

Vendiendo o intercambiando ángulos

Puede parecer una idea un tanto alocada, pero si lo pensamos desde un punto de vista de innovación, el planteamiento tiene todo el sentido del mundo. Uno de los paradigmas de la innovación reza: “la innovación consiste en ver lo que todos ven y pensar lo que nadie había pensado”. Lo que nadie se plantea es que los que deban pensar lo que nadie había pensado puedan no ser los mismos que están trabajando sobre los productos o procesos que necesitan innovación. ¿Y si fueran otros?

Bien, si abrimos la mente a que sean otros los que innoven sobre nuestros territorios (yendo más allá del open innovation), y reconocemos que podemos encontrar fuera el ángulo que hemos perdido dentro, entonces llegaremos a la conclusión de que podemos vender o incluso intercambiar nuestro ángulo o punto de vista con otras empresas.

Nuestro equipo de marketing o de ingeniería de producto podría innovar sobre el producto de otra empresa, y el equipo de esa empresa sobre el nuestro. Podría ser una empresa del mismo sector, pero también podría ser una empresa de otro ámbito (por lo tanto con un ángulo más lejano), sin los vicios y prejuicios naturales de cada sector empresarial.

Imagino una red de empresas que colaboren entre ellas rompiendo las fronteras entre empresas propias del antiguo paradigma. Las posibilidades son infinitas.

Francamente, como roquero tradicional nunca habría pensado que la música electrónica tuviera ideas tan interesantes que aportar al mundo empresarial. Pero ahí está el tema del re-work. Si los músicos de música electrónica lo practican y les funciona, ¿no podemos exportar ese modelo a otros ámbitos fuera de la música? El mundo lo construyen los prácticos, pero lo imaginan los idealistas. ¿Qué producto de tu empresa te gustaría poner en manos de otro equipo? Seguro que ya tienes uno pensado…

 

Foto @porschelinn, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

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