Los 10 usos de la geolocalización ‘online’

Gersón Beltrán    1 junio, 2016

La geolocalización online continúa siendo una tendencia al alza durante 2016, pero también sigue siendo la gran desconocida. Cuando se habla de este concepto, se piensa en algunas aplicaciones móviles o en aspectos de privacidad por compartir el lugar donde estamos.

Realmente la geolocalización online es un concepto referido a las aplicaciones o herramientas que permiten indicar dónde está un negocio o una persona con sus dispositivos móviles y une el mundo físico con el online. Por tanto, geolocalización es igual a movilidad y todo elemento que implique movilidad dispone de alguna herramienta que indica dónde está o hacia dónde va.

Si hablamos a nivel general, la geolocalización online se puede utilizar como sinónimo de la palabra “dónde” y puede ser una herramienta que lo indique directamente (por ejemplo, cuando hacemos check-in con una aplicación) o indirectamente (cuando buscamos en un mapa cómo llegar a un sitio).

Todo esto sigue sonando muy teórico Si pensamos en herramientas, podemos hablar de algunas que se basan en la reputación online de los negocios (Foursquare o Yelp), de mapas (Google Maps, Bing Maps o Here Maps), de negocios (Google My Business), de colaboración (Openstreetmap), de publicidad (Google Adwords Express), etc.

Las herramientas sirven para poner en marcha determinadas acciones y las acciones vienen definidas en verbos. Por tanto, podemos resumir la utilidad de la geolocalización online basándonos en una serie de usos muy claros que permiten saber para qué sirve:

 

1. Localizar la información en un mapa

Localizar un recurso, empresa u organización en un mapa, colocar un elemento en el espacio online sobre un mapa que lo contextualice con su entorno. Por ejemplo, cuando se usa Google Maps para encontrar un sitio.

2. Posicionar en Google

Lograr que una organización aparezca en la primera página de resultados de Google de forma natural (sin pagar), gracias a las herramientas de geolocalización online.

3. Emocionar

El “geoposicionamiento” emocional sirve para transmitir un sentimiento o emoción del mundo físico a través de herramientas al mundo online e identificarlo para saber qué siente ese usuario en un sitio concreto. Por ejemplo, cuando se pone una foto en Instagram indicando lo que le sugiere.

4. Opinar

La reputación online genera una opinión y establecer una puntuación de un lugar o una organización y compartirla en los medios sociales influye en otros usuarios. Por ejemplo, cuando opinamos sobre un restaurante en Tripadvisor. 

5. Programar acciones

Programar acciones en Internet para que se ejecuten en función de la localización de una persona en el espacio, de forma que se automatice una información a partir de dónde se encuentre en un momento dado. Por ejemplo, cuando programamos que cada vez que se entra en un destino turístico se publique un tweet de “bienvenidos”.

6. Vender

El geocommerce consiste en vender productos o servicios a un consumidor a través del móvil, en función de la cercanía a un establecimiento, del perfil y de las características segmentadas que tenga ese consumidor. Por ejemplo, que le llegue a una notificación a un cliente que pase por un centro comercial que esté cerca de una tienda donde ha comprado.

7. Publicitar

La publicidad “geolocalizada” se basa en realizar publicidad a través de Internet en función de dónde se encuentren los usuarios potenciales y la cercanía a un negocio, estableciendo un área de mercado concreta donde aparecerá esa publicidad. Por ejemplo, enviando publicidad con Google Adwords en un radio de 30 kilómetros alrededor de nuestro negocio.

8. Proteger la privacidad

Identificar la información sobre la geolocalización que se da en Internet para proteger la privacidad del usuario y de los datos de localización que quiera compartir en Internet. Por ejemplo, identificando el “Historial de ubicaciones” de Google. 

9. Medir los datos

Obtener datos del comportamiento de los usuarios de los medios sociales en el espacio para segmentar productos o servicios y tomar decisiones estratégicas en función de dichos datos. Por ejemplo, analizando las llamadas telefónicas desde el móvil a un negocio con Google My Business.

10. Jugar

La ‘gamificación’ consiste en usar técnicas de juego como herramienta de marketing teniendo como eje central de la estrategia el espacio donde se realizan dichas actividades. Por ejemplo, realizando un juego de pistas con objetos en distintas localizaciones.

 

Foto: pixabay

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