Ley Crea y Crece, ¿una oportunidad real o una quimera?

Mar Carpena    2 febrero, 2022
Ley Crea y Crece

Impulsar la creación de empresas. Ese es el objetivo principal de la Ley Crea y Crece que, el pasado mes de noviembre, entraba en su recta final al ser aprobada como proyecto de Ley por el Consejo de Ministros.

Una futura norma que, enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, está despertando tanta expectación como dudas.

Y es que, entre otras medidas, el proyecto de la Ley Crea y Crece establece importantes rebajas en el coste económico que conlleva la creación de empresas, además de simplificar los trámites, una de las grandes demandas de los emprendedores de nuestro país.

En este sentido, permitiría la constitución, a través de medios digitales, de empresas con un capital social mínimo de un euro (frente a los 3.000 euros mínimos que se exigen en la actualidad) y en menos de diez días.

Esta posibilidad de constituir una sociedad mercantil con un capital social mínimo de 1 euro tal vez sea una de las medidas más importantes de las que contempla la Ley.

Asimismo, la norma también incide en la lucha contra la morosidad comercial. Por ello, el proyecto de ley contempla que las empresas que no cumplan los plazos de pago no podrán ser beneficiarias o entidades colaboradoras de subvenciones públicas, un aspecto crucial en el momento actual, en el que muchas empresas están esperando poder hacerse con parte de los fondos europeos que llegarán a nuestro país.

Actualmente, el proyecto se encuentra en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que tiene de plazo hasta el 7 de febrero para corregir el borrador presentado por el Gobierno.

Variables que no se incluyen en la Ley Crea y Crece

Y es precisamente aquí, en esa corrección, donde son muchas las voces que creen que si la ley quiere hacer honor a su nombre, debería modificar algunos de sus aspectos e incluir variables que no se han tenido en cuenta.

Así, por ejemplo, desde la Asociación Española de Startups -y aunque, en términos generales, valoran como positivos los avances que se describen en el proyecto de ley- señalan que “nuestro país tiene todavía un amplio margen para impulsar medidas tendentes a reducir barreras, eliminar burocracia y digitalizar la relación entre la administración y las empresas”.

“Siempre hemos defendido que la eliminación de trabas burocráticas y la simplificación de los procedimientos es esencial para los emprendedores, pues cuando la startup está naciendo, la rapidez, la simplicidad y la eficiencia son claves en su arranque. Poder constituir una compañía con 1 euro de capital social es una medida que veníamos pidiendo desde hace mucho tiempo. Bienvenida sea. También que se pueda llevar a cabo de forma telemática, a ser posible en 24 horas (en este sentido, la ley puede ser mejorada en su trámite parlamentario)”, añaden.

Vías de financiación de startups

Pero, desde la Asociación Española de Startups, por ejemplo, apuntan a que también es importante la incorporación a la legislación de los cambios y mejoras en los sistemas de financiación colectiva, más conocida como crowdfunding, “algo que es cada vez más importante para muchos proyectos de emprendimiento”.

“Para fomentar el desarrollo de un ecosistema de startups más potente y maduro y para democratizar el acceso a la inversión en startups, es necesario diversificar las vías de financiación de las mismas”, añaden.

Más críticos se muestran desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Así, su vicepresidenta, Celia Ferrero, considera que con la Ley Crea y Crece se pierde “una nueva oportunidad de atacar todas las trabas que impiden y obstaculizan la creación y crecimiento de empresas. El crecimiento solo está en el título. No se habla de los obstáculos al crecimiento ni se hace nada por ellos”.

Y es que, desde ATA, lamentan que en la ley solo se hable de sociedades y no de autónomos, de constitución de empresas, “cuando el problema está en todas las autorizaciones y licencias”.

¿Y la morosidad del sector público?

Además, en el tema de la morosidad, en opinión de Celia Ferrero, “se ataca desde el sector privado y no se sanciona al sector público. Está muy bien que se impida el acceso a las subvenciones a las empresas morosas pero ¿qué sucede con la morosidad pública?”.

Y por último, también ATA valora la apuesta por la digitalización que se incorpora en el proyecto de Ley, más concretamente al hablar de facturación electrónica, pero advierten de que “aún es pronto para hacerla obligatoria a autónomos y pymes, vinculados al kit digital, que se presentó en noviembre, ya que todavía solo se pueden beneficiar empresas de entre 10 y 49 trabajadores”.

Como vemos, luces y sombras en un proyecto de Ley que también señala Jesús Pascual, abogado del departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de dPG Legal.

“Medidas como la eliminación de aportar un capital social mínimo de 3.000 euros y la supresión también de los trámites presenciales, a cambio de una agilidad en la puesta en marcha de las empresas que equipararía a España con los países punteros de su entorno, son positivos y, en ese sentido, la primera premisa de la Ley, “Crea”, parece que en parte se puede cumplir”, remarca.

Falta una «ventanilla única» en la Ley Crea y Crece

“Sin embargo, el problema de fondo sigue presente, ya que todos los pasos que da una empresa tras su creación, los más importantes, siguen siendo básicamente los mismos, y se echa en falta un planteamiento serio que permita acabar con las múltiples obligaciones fiscales, las cargas burocráticas, las escasas ayudas públicas, los costes sobrevenidos…»

«Todo ello por no hablar de la superposición de los trámites ante las distintas administraciones –desde el nivel local hasta el estatal, pasando por el autonómico–, en lugar de apostar por una ventanilla única que sea el punto de encuentro para todos los trámites, del tipo que sean, que si no se suprimen, seguirán siendo demasiados en comparación con lo que sucede en la mayoría de países de la UE. Por tanto, la segunda premisa de la Ley, “Crece”, será una quimera, a no ser que cambie la redacción final de la Ley”, concluye Jesús Pascual.

Lo cierto es que son muchas las voces que, como vemos, echan en falta una apuesta realmente eficaz por el emprendimiento en la futura Ley Crea y Crece.

Una oportunidad única para eliminar realmente las barreras que hoy marcan el día a día del espíritu emprendedor y que, de no hacerlo, podría hacer que tan ansiada norma únicamente se quede en agua de borrajas.

Foto de Francesco Gallarotti en Unsplash

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