Cuatro miedos comunes a la hora de invertir en un negocioÁngel María Herrera 28 octubre, 2020 Uno de los grandes retos que tenemos como empresarios es aprender a invertir en nuestro negocio, ya sea para hacerlo crecer o para sacar el mayor rendimiento a los beneficios generados. Eso significa decidir cuánto capital vas a dedicar a crecimiento, cuánto a repartir entre los accionistas y cuánto poner en rentabilidad financiera. Pero sobre todo implica superar ciertos miedos, porque es la clave para avanzar. Algunos ya conocéis mi historia personal con relación a mi labor como emprendedor. Lo que quizás no os haya contado es mi historia relacionada con las inversiones en general. Precisamente el hecho de descubrir mi propósito también me ha permitido llegar a invertir en mis proyectos. Cuándo empecé a invertir Cuando trabajaba por cuenta ajena con un gran sueldo (y no tenía hijos que lo consumieran), empezó a llamarme la atención la inversión inmobiliaria. Conocí a alguna persona que tenía propiedades, pisos para alquilar por habitaciones, y me interesó el sector. Sin embargo, y no sé exactamente el motivo, no llegué a hacerlo. Creo que no fui capaz de salir de mi zona de confort, a pesar de que era un buen momento para la inversión inmobiliaria, pero pensé que no tenía conocimiento suficiente. Soy ingeniero informático, y creí que quizás me sentiría más cómodo en otro sector relacionado con mi carrera. Por ejemplo, Internet, que en el año 1996 era algo sorprendente, pero todavía bastante desconocido. Y tuve la oportunidad de comprar cualquier dominio, porque entonces estaban prácticamente todos disponibles, pero tampoco lo hice. Tampoco lo hice durante la burbuja de las “puntocom”. Lo dejé pasar, también por miedo a perder. En otro momento, empezaron a hablarme de bitcoins, que podían comprarse a solo 100 $, algo muy asequible. Pero tampoco entendí el sentido de invertir en criptomonedas. Al poco tiempo ya se compraban a 1.000 $, y actualmente un bitcoin cuesta 11.000 dólares. Pero en su día, lo dejé pasar, también por miedo. Toda mi trayectoria en el mundo de las inversiones me ha demostrado que he dejado pasar muchas oportunidades por un motivo que, posiblemente, también sea el tuyo: miedo. Y esto aplica tanto a la vida personal, como a los negocios. Grandes miedos a la hora de invertir 1. Miedo a perder lo que tenemos Esa es la primera pregunta que todos nos hacemos cuando nos planteamos invertir: ¿y si lo pierdo todo? Es un interrogante muy común y comprensible. Sin embargo, llegó un momento en el que entendí que cuando realmente pierdo dinero es cuando no hago nada con él. Me refiero a la inflación. ¿Qué es la inflación? El valor del dinero Veamos un ejemplo. Si desde el año 1999 tienes 10.000 € en una cuenta corriente, y no haces nada con ese dinero, a día de hoy, esa cantidad equivaldría a 6.585€. ¿Cómo puede ser? ¿Quién te ha quitado esos 3.415 euros? La inflación. La inflación se ha comido casi el 35% de tus ahorros en 20 años, por lo que tu poder adquisitivo a día de hoy equivale a 6.500 €. Solo tienes que verlo con el coste de una barra de pan, una entrada de cine, un abono de transporte, un café… En 1999 con 12 € (casi 2.000 pesetas), podías tomarte doce capuccinos, y a día de hoy, con ese mismo dinero, solo puedes tomar ocho. Entender que el dinero que tenía en la cuenta corriente, sin hacer nada, lo estaba perdiendo, fue lo que cambió mi mentalidad. En tu negocio, si dejas el dinero inmovilizado, sucede lo mismo. Así que la única decisión mala es no tomar ninguna decisión sobre qué hacer con él. 2. Miedo a no tener conocimientos suficientes Este miedo es también muy común entre las personas que deciden invertir por primera vez. «Yo no sé nada sobre el sector inmobiliario, criptomonedas, dominios de Internet…», «debería tener conocimientos económicos, ser un experto en bolsa…». ¿Te has hecho estos mismos comentarios alguna vez? Yo sí. Y, de hecho, hubo una frase de mi madre muy reveladora. Cuando ella se sacó el carnet de conducir, me dijo: si hay otros que lo hacen, ¿por qué no voy a saber hacerlo yo también? Y eso me llevó a observar a mi alrededor y comprobar que había gente que estaba ganando dinero en el sector inmobiliario, con la compra de dominios, invirtiendo en bolsa…, y no todos eran grandes expertos en la materia. Además, una de las formas de vencer ese miedo son los cursos, testimonios, tutoriales, etc., que actualmente hay al alcance de todo el mundo a través de la Red. Todos los conceptos relacionados con la inversión los puede aprender cualquier persona. Si quieres ampliar tu negocio hacia un área nueva, seguro que puedes contratar algún experto que te asesore o hacer algún curso sobre ello. Si quieres ver cómo rentabilizar tus activos, también hay asesores para ello. En general, debes buscar gente que tenga el conocimiento o adquirirlo por tu propia cuenta. 3. Miedo a no conseguir una buena rentabilidad Cuando emprendes una nueva línea de negocio, o te expandes internacionalmente, o apuestas por un producto financiero para tus depósitos, hay un riesgo. Así que, en primer lugar, quiero resaltar la relación entre riesgo y beneficio. Hay que tener claro que existe una relación directa. A mayor riesgo, mayor beneficio. Del mismo modo que a menor riesgo, menor beneficio. Si me dicen que una operación tiene un riesgo mínimo, pero me va a dar el máximo beneficio, desconfío. No confundamos esto con el azar. Por ejemplo, si te planteas invertir en un inmueble, en una buena zona, donde tienes mayor garantía y seguridad de poder alquilarlo a buen precio, también la inversión que tengas que hacer en la compra de ese inmueble será mayor. Lo mismo ocurre si adquieres un piso a muy bajo coste, en una zona con un suelo a menor precio. La inversión será menor, pero también lo serán la seguridad y garantía de alquilarlo, así como el precio del alquiler que marques y, por tanto, la rentabilidad que obtengas. Tienes que ponderar muy bien ambas variables, recordando que el mayor riesgo es no hacer nada. 4. Miedo a la crisis En un momento como en el que estamos viviendo actualmente, el concepto de crisis es un elemento tangible, ya no solo en España sino en todo el mundo. ¿Una crisis económica es motivo para no invertir? Yo diría que al contrario; es el momento de realizar las inversiones. Históricamente, durante las crisis económicas se han incrementado más las grandes fortunas. Las crisis ofrecen oportunidades. La bolsa cae porque alguien está comprando tu miedo. Ante una crisis económica, la gente empieza a vender por miedo y por eso la bolsa cae. Y siempre hay alguien dispuesto a comprar. «A río revuelto, ganancia de pescadores». Este punto está relacionado con otra creencia limitante. ¿Cuál es el mejor momento para invertir? La respuesta es tan clara y tan confusa como esta: o ninguno o ahora. Siempre hay buenos momentos para invertir, para encontrar oportunidades. Se trata de estar dispuesto a superar esos miedos y entrar en acción. Los miedos paralizan Esto lo digo por mi propia experiencia. Ha sido el miedo lo que me ha paralizado en muchas ocasiones, lo que me ha impedido decidirme y me ha llevado a dejar pasar grandes oportunidades. Por tanto, la única forma es cambiar de mentalidad, enfrentarte a tus miedos; y si de verdad quieres que tu negocio crezca, tendrás que invertir en él. 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