La madurez digital de las empresas españolas

Javier Pérez Caro    26 enero, 2017

El pasado fin de semana estuve leyendo el Barómetro del estado de madurez digital de las principales empresas en España, publicado por Divisadero e Instituto de Empresa. Aprovecho para contaros mis conclusiones.

Algunas de las reflexiones del barómetro:

El 38% de los ejecutivos aseguran tener un plan en curso para convertir el negocio y transformarlo digitalmente.

¿La transformación digital está en la agenda de todos los CEO? Me gustaría decir que sí, que está en la agenda de los directivos o por lo menos en la mayoría de estos, pero creo que no es así. Lo plantean como un reto estratégico, y siguen sin ver la necesidad del cambio cultural. A lo anterior habría que añadir que no se están potenciando los departamentos de talento, para poder ejecutar la transformación digital de las personas que componen la organización.

El 58% de las empresas españolas aseguran que el CEO es el que debería liderar la transformación digital.

¿Qué competencias digitales deberían tener los CEO para hacer frente a la digitalización?

  1. Visión. Deben ser capaces de visualizar cómo va a afectar lo digital no solo a su negocio o sector, sino también los cambios en los modelos de negocio y cómo afectaran estos en la cuenta de resultados.
  2. Conocimiento tecnológico y digital. La digitalización tiene una carga tecnológica que no podemos obviar, pero tampoco debemos de ser «esclavos» de esta. La tasa de obsolescencia de la tecnología es hoy más alta que nunca, y a su vez le estamos pidiendo al alto directivo de la compañía que esté familiarizado con ella. Puede parecer una contradicción pero no lo es. Para liderar la digitalización de la compañía con éxito, se está obligado a conocer las principales tecnologías que existen en el mercado, las que en breve estarán disponibles y a su vez las que están perdiendo efectividad.
  3. Adaptabilidad al cambio. Los cambios se pueden sufrir o se pueden liderar. Para ello es necesario tener una capacidad de adaptación grande, un equipo humano entroncado, capaz de asumir e interiorizar el cambio de manera rápida y sin fricciones. La figura de un líder comprometido que abandere el cambio, que sea capaz de comunicarlo, de cohesionar a la organización en torno a la adaptabilidad, que genere confianza en su equipo, que sea capaz de minimizar los miedos que puede ocasionar en las personas la incertidumbre que conlleva lo digital, cobra más significado que nunca en las organizaciones. No todas las empresas están preparadas para ser disruptivas, tener un enfoque ágil y cubrir las demandas del cliente, ni tienen la suficiente agilidad para poder frenar un proceso de producción en seco, cambiar lo que estaban fabricando y sacar al mercado una solución (el nuevo producto del siglo XXI) completamente diferente.
  4. Capacidad de innovación. La necesidad de anticipar y actuar cobra una gran relevancia en estos momentos donde la digitalización, la inteligencia colectiva, la rápida obsolescencia, la falta de barreras etc., hacen de la necesidad de no poder dejar de pensar en cómo aportar capas de innovación una ventaja critica para aquellos directivos que la posean.

Los altos directivos han empezado a valorar el dato digital modestamente como un facilitador  transversal para toda la compañía.

 La agenda digital ya empieza a tener presencia en los comités de dirección. Sus miembros aseguran que “lo digital” supone la mitad de los ingresos de la compañía.

El efecto dominó de algunas áreas funcionales de la organización (marketing, ventas y tecnología principalmente) está provocando el cambio de visión de algunas de las que a priori pudieran ser más escépticas a dar el visto bueno a inversiones, cambios en la forma de vender, tarifar, distribuir, como puede ser el área económico-financiera, una de las de gran peso dentro de las organizaciones.

Creo que la visión transversal que cada vez más  está impregnando a los directivos ayuda a expandir lo digital por toda la organización. Es fundamental focalizar los esfuerzos primarios en las áreas core del negocio y, una vez consolidada la digitalización de estas, seguir con el resto.

Podrás medir el cielo y la tierra, pero nunca la mente humana.  Proverbio chino.

 

Imagen: geralt

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