El robot que te va a dejar sin empresa (si no espabilas)

Ángel María Herrera    19 septiembre, 2018

Me gusta mucho cotillear la selección de libros empresariales en los aeropuertos. El otro día me crucé con uno que me llamó especialmente la atención «¿Qué robot se ha llevado mi queso?», de Rafael Tamamesen, cuyo título me hizo reflexionar, porque me pareció una bonita paráfrasis moderna del ya clásico «¿Quién se ha llevado mi queso?», de Spencer Johnson.

Además coincidió con uno de los días de huelga de los taxistas en protesta por las licencias VTC y me acordé de una frase que dijo el fundador de Uber hace unos años: “Nuestra competencia futura real no son los taxis, ni otras compañías como la nuestra, sino los coches autónomos”. ¿Y qué hicieron? Comenzaron a desarrollar una línea de vehículos autónomos. Por su parte, ¿qué hicieron los taxistas? Protestar e intentar proteger su queso, sin darse cuenta de que igualmente se lo van a comer unos u otros, seguramente con dientes digitales.

Recientemente Waymo, la compañía de coches autónomos de Google, ha anunciado que aumentará de 600 a 80.000 su flota de coches autónomos. En primavera los coches de Waymo habían recorrido casi 2,5 millones de kilómetros, frente a los apenas 400 mil kilómetros de toda la competencia.

Reconozco que verlos funcionar aún me parece ciencia ficción:

Y, mientras, aquí seguimos con debates de licencias y demás. Sí, ya sé que tal vez aún queda tiempo para que los veamos en todas las calles del mundo, pero lo mismo pensaron seguramente los conductores de coches de caballos cuando vieron el primer modelo de Ford T.

Mi reflexión de fondo es que hoy en día se pueden automatizar con robots muchas tareas que no habríamos ni imaginado hace unos años. Algunos ejemplos:

 

Robots albañiles

Almacenes

Pero no pensemos que los robots solo pueden realizar trabajos manuales mecánicos, porque ya hemos visto cómo una aseguradora japonesa reemplazó a 34 trabajadores de oficina por un sistema de inteligencia artificial. Y con todo el avance del fintech estamos viendo que los robots hacen mejores recomendaciones para invertir que los humanos.

De todos modos, el objetivo de este artículo no es ser apocalíptico, sino ayudarte a pensar y adaptarte a la nueva realidad que llega. Todos tenemos algo que nos hace diferentes, así como algo que de momento ninguna máquina podrá hacer. Pero debemos pensar cuanto antes cómo utilizar esos robots para mejorar nuestra empresa, en lugar de esperar a que la hagan desaparecer.

Comentarios

  1. Los ordenadores cuánticos va a desafiar nuestra intuición. Les propongo leer un artículo del diario Expansión, «Así cambiará el mundo la computación cuántica», del pasado lunes día 17.
    Un saludo

  2. Gracias Ana, efectivamente la computación cuántica es una de las grandes revoluciones por venir, aun no somos capaces de ver todas sus potencialidades que seguramente sean superiores a la irrupción de internet en nuestra vidas.

  3. Digo yo que alguien tendrá que diseñar y fabricar todas esas máquinas y vender los robots. Alguien tendrá que hacer el marketing para que los productos que fabrican esos robots se puedan vender y alguien tendrá que atender las reclamaciones por robots averiados y hasta algún abogado les sacará los cuartos a estas compañías por los sucesivos escacharramientos y atropellos que provoquen… y así ad infinitum.

    Y políticos, claro, seguirá habiendo políticos: la profesión del futuro.

  4. Esto es ¡genial! No he leído algo como esto en mucho tiempo . Es agradable encontrar a alguien con algunas ideas propias sobre este tema. Esta web es algo que se necesita en la red , alguien con un poco de originalidad. Un trabajo útil para traer algo nuevo a la red. Gracias de todos lo que te leemos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *