Infografía: Convertirse en nómada digital

Andrés Macario    10 julio, 2018

Un nómada digital es aquella persona que elige adoptar el trabajo a distancia usando las nuevas tecnologías. Ser nómada digital también es un concepto de vida. El teletrabajo puede realizarse desde el lugar elegido en cada momento y, aunque cada vez se extiende más en grandes empresas, de momento es un recurso más habitual de autónomos o micropymes que cuentan con flexibilidad en el desempeño de su función. Podemos englobar este nuevo sistema de empleo dentro de un proceso socioeconómico del presente siglo que supone una fuerte liberación de los profesionales respecto a sus barreras geográficas, horarios y rutinas.

La tecnología en la nube, en general, y aplicaciones amigables para el usuario que no posee especiales recursos o conocimientos técnicos (como el almacenamiento en la nube de Dropbox o la teleconferencia de Skype) permiten que con un ordenador portátil y conexión a Internet se pueda trabajar de forma independiente y colaborativa sin importar la distancia. También surgen espacios en las empresas dedicados a la teleconexión. En ocasiones, cabinas individuales para comunicarse por teleconferencia; otras veces incluso se trata de cómodas salas con un sofá, butacas y una gran pantalla para multiplicar virtualmente el espacio de reunión gracias a la anexión de otras salas remotas.

Contratar conocimiento allá donde se encuentre

Actualmente, las empresas están demandando trabajadores que contribuyan aportando ideas y soluciones (lo que ha venido a denominarse el trabajador del conocimiento) restando peso específico al trabajo manual o administrativo que, progresivamente, irán acaparando los robots. Debido a esto, la jornada con un horario definido e inflexible resulta poco conveniente para determinadas funciones y sectores. Lo importante es que el empleado se encuentre en las mejores condiciones para realizar su trabajo, con una exigencia más relajada en cuanto al horario en que lo haga.

Según un estudio de la Universidad abierta de Cataluña (UOC), el 76% de los españoles que practica el teletrabajo cree que es más productivo cuando trabaja en casa, ya que reduce las distracciones y aumenta la satisfacción. Además, las empresas se benefician de este tipo de trabajo, según dicho estudio, al ver aumentada la productividad, con menor rotación laboral y ahorrándose 1.200 euros al año por trabajador. Aun así, en España, las cifras de implantación del teletrabajo todavía son bajas: sólo un ocho por ciento de las empresas disponen de esta práctica.

Habilidades y recursos del nómada digital

Realmente, no se necesitan habilidades específicas para ser un nómada digital. ¿O sí? Además de ser bueno en lo que se hace, es necesario tener la capacidad de vender un producto, un servicio o un proyecto en línea. Ganan peso las habilidades transversales, comunes a cualquier función, como las sociales y emocionales. Cuando hablamos de autónomos o micropymes, además, conviene realizar una previsión adecuada en términos financieros. La viabilidad o la subsistencia del profesional pueden depender de conseguir varios flujos de ingresos de actividades en remoto.

También trabajar en remoto requiere una inversión en tecnología, principalmente en aplicaciones para las comunicaciones, software específico para la gestión y una dotación suficiente de dispositivos, cuanto más móviles mejor y con la garantía de contar siempre con conexión. Vivir como nómada digital ofrece la posibilidad de operar desde cualquier parte del mundo y en cualquier horario que uno se imponga. Aunque, siendo realistas, es posible que sean los clientes o usuarios los que condicionen el horario. Es bastante probable que se rompa la monotonía de la rutina lo cual evita el hastío y en muchas ocasiones exige salir de la zona de confort. Trabajar en modo móvil sintoniza bien con la necesidad de adaptación constante que surge de la economía digital.

Juntos frente al lado oscuro

La condición de nómada invita a otra tendencia en auge como es el trabajo colaborativo: si nos cuesta hacer aumentar el tamaño de nuestras pymes y esto supone una limitación a la competitividad, la solución es la creación de ecosistemas basados en asociaciones temporales para un proyecto, tal como mandan los cánones del método ágil. La reunión de diversos puntos de vista también permitirá ser más creativos.

Sin embargo, no todo ‘reluce’ en la vida del nómada digital. La dependencia de la conexión móvil es total y, aunque en España las infraestructuras de comunicaciones son buenas, todavía existen lugares en la sombra. Hoy en día todavía no resulta sencillo ser un empresario rural digitalizado o instalar un negocio de proyección global rodeado de verdes prados. Las denominadas zonas blancas, donde no llega la fibra, se cubren mediante conexiones vía satélite cuya calidad –en términos de velocidad y latencia- ha mejorado considerablemente. Por otro lado, es necesario organizar el espacio de trabajo para evitar distracciones que habitualmente no existen en una oficina. Y luego está la cuestión social aunque, si nos movemos en un entorno colaborativo, nuestros vínculos por trabajo se pueden multiplicar.

Ocupaciones más comunes del nómada digital

El negocio digital es un ámbito adecuado para el trabajo en remoto. Para gestionar adecuadamente una tienda online no es necesario disponer de oficina física. En la mayoría de los casos, el empresario de eCommerce basa su actividad en el envío de pedidos. En muchos casos sí que es necesario contar con un almacén físico. En otros puede tratarse de un negocio de distribución y, por el método de dropshipping, el producto va del mayorista directamente al cliente. Las plataformas online o marketplaces también pueden tomar parte en la función logística bajo una modalidad en la que se les provee del stock que las mismas exigen y renunciando a un porcentaje significativo de los beneficios. La alternativa para evitar la logística es crear productos digitales que no requieran ningún inventario físico.

El mundo editorial y de la traducción es un sector adelantado en cuestión de localización por la propia naturaleza de la profesión, especialmente para escritores y traductores. Independientemente de que se trate de traducción de contenido, edición de libros, realización de entrevistas o escribir para páginas web o redes sociales, cualquier trabajo relacionado con las palabras se puede realizar de manera remota. En definitiva, estamos hablando de un producto digital. Resulta relativamente sencillo encontrar un traductor online o un profesional que se ocupe de cualquier tipo de redacción o edición. La palabra es una herramienta potente y hay que cuidarla. Las redes colaborativas son especialmente útiles en esta industria porque las especializaciones son múltiples y asociarse virtualmente o integrarse en una plataforma permite prestar un servicio integral al cliente.

También abundan los diseñadores y los desarrolladores web en conexión remota. Otro servicio online del que ninguna empresa, por pequeña que sea, debería prescindir. La presencia en internet o en las redes sociales mejora considerablemente sus resultados cuando se prepara por parte de profesionales especialistas. Además, cualquier producto o servicio debe envolverse de una capa digital que aumente sus funcionalidades, la comodidad en su uso o la facilidad en su mantenimiento. No todas las pymes pueden contar con un desarrollador web y un diseñador en plantilla. En cambio, tienen al alcance equipos online que pueden desarrollar un proyecto de forma coordinada. A veces es necesario mantener una reunión inicial de briefing de forma física y otras de revisión periódica. Algunos de estos proveedores, sin embargo, pueden presumir de no conocer a muchos de sus clientes de forma física, circunstancia que es considerada conveniente por ambas partes.

Los especialistas en marketing online también se suman cada vez más a esta tendencia. La mayoría de las herramientas que un profesional del marketing necesita son accesibles desde su dispositivo conectado a la red y es frecuente que se usen versiones en modo web. Las campañas online cuentan con piezas de código que permiten la trazabilidad de principio a fin por lo que se pueden conocer los resultados a tiempo real. Esta dinámica favorece que el cliente pueda contar a su vez con el seguimiento de las acciones de marketing en su propio dispositivo. También resulta frecuente encontrar profesionales de atención al cliente, conectados desde casa. Aunque cuando se trata de una actividad cualificada como es la venta asistida, la gestión del equipo y las dinámicas de motivación refuerzan las ventajas de una convivencia física.

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