Cómo y por qué detectar las motivaciones de los empleados

Raúl Salgado    22 enero, 2019

“No soy el mejor del mundo, pero creo que no hay nadie mejor que yo”; “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”; y un interminable etcétera. Google está inundada de frases motivadoras sacadas de enciclopedias cuya autoría, en ocasiones, resulta desconocida y poco de fiar.

Son enunciados grandilocuentes que se tuitean y suben a Instagram como si sirvieran de brújula para encontrar la felicidad, aunque la realidad es bien distinta. No obstante, lo cierto es que motivar y detectar las motivaciones de los empleados es de vital importancia para la correcta gestión de una empresa.

Hay quien dice que el amor mueve el mundo y que el miedo lo paraliza. Pero tampoco faltan quienes defienden que todo es cuestión de motivación, máxime en el mercado laboral, en el que la rutina, la monotonía, el estancamiento profesional o el mal rollo con los compañeros pueden llegar a desmotivar a los empleados. Y ese es uno de los mayores problemas con el que se encuentran las empresas hoy en día,

Según este artículo de Infojobs, del que se desprenden algunas claves para que las empresas motiven a sus empleados, destaca la conveniencia de ofrecer al trabajador la opción de decidir de manera autónoma la distribución de su jornada laboral y de sus horarios, con el objetivo de contribuir a su conciliación familiar, un valor en alza para la mayoría de los empleados.

Ahora bien, ¿cómo pueden las empresas detectar las motivaciones de sus trabajadores? Virginia Arranz, líder técnico en Talent Analytics en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), asegura que la forma más sencilla pasa por preguntarles qué aspectos profesionales o laborales les resultan más interesantes o atractivos, cuáles son sus preferencias. Y añade que la fórmula más ágil, cuando no es posible entrevistarse con todos ellos, es aplicar una herramienta de evaluación que permita recoger estas predilecciones de manera fiable y precisa.

Y es que el conocimiento de las motivaciones de los candidatos a un puesto sirve para hallar su idoneidad y futura adaptación al mismo. En concreto, el perfil de motivaciones contribuirá a descubrir en qué condiciones y en qué circunstancias dicha persona estará dispuesta, a priori, a trabajar con ilusión, dedicación y esmero para obtener los mejores resultados.

Detectar las motivaciones de los empleados es, en definitiva, el mejor método para tener éxito a la hora de gestionar una empresa, donde se ha pasado de poner el foco en los resultados a centrarse en sus trabajadores, cuyas motivaciones determinan la selección de candidatos y realización de evaluaciones internas.

“Conocer el perfil motivacional permite obtener un mejor ajuste a los puestos de trabajo, a los equipos, a las tareas o proyectos, e incluso anticipar una posible salida. Teniendo en cuenta toda esta información, las empresas pueden emprender acciones personalizadas, lo que repercutirá directamente en el desempeño de los empleados y en su deseo de permanecer en la organización”, apostilla Arranz.

En el IIC trabajan con un modelo de 16 motivaciones laborales muy variadas, que pueden referirse, por ejemplo, a tener libertad para actuar y decidir sobre el propio trabajo, disponer de unas condiciones estables y duraderas, mantener relaciones agradables o mostrar preferencia por desempeñar un trabajo cuyo resultado impacte directamente en el negocio…

Sea como fuere, aclaran que el perfil motivacional varía a lo largo de la vida profesional, dependiendo de factores de toda índole. De hecho, la convivencia entre distintas generaciones impacta en las motivaciones de unas y otras, y demuestra que los empleados más jóvenes no buscan lo mismo que quienes ocupaban su mismo puesto anteriormente. En cualquier caso, Arranz considera que aspectos como la autonomía, la variedad o la autorrealización prevalecen sobre la estabilidad laboral, antaño mucho más valorada.

Finalmente, desde Infojobs recomiendan a las empresas ofrecer planes de carrera a los trabajadores, es decir, formarles dentro de la propia compañía y dotarles de las habilidades y destrezas necesarias para que en un futuro próximo esos empleados puedan ocupar puestos de mayor responsabilidad. Otros expertos, además, las instan a trabajar en la gestión de retribuciones o promociones.

Una nueva herramienta

El IIC ha creado una herramienta que permite identificar las motivaciones desde un modelo multidimensional que explora cuatro áreas: el entorno, la persona, el ámbito social y las características del puesto. “Algunas de estas dimensiones se relacionan con factores higiénicos que generan insatisfacción cuando no se dan y otros responden a factores de motivación intrínsecos relacionados directamente con la satisfacción del empleado”, indica Arranz.

Según explican en un comunicado, la aplicación consiste en una prueba online de, aproximadamente, 15 minutos en los que, a través de 20 conjuntos de preguntas, la persona contesta acerca de sus preferencias con respecto a 16 posibles motivadores mediante un sistema de elección forzosa. Una vez realizada la prueba, “la herramienta ofrece un informe automatizado individual sobre el perfil de motivaciones del individuo”, afirman.

La líder técnico en Talent Analytics en el IIC remarca la necesidad de medir con precisión y analizar correctamente los datos para llegar a conocer el impacto de las motivaciones de los empleados (y su ajuste/desajuste con lo que ofrece el puesto de trabajo) en la gestión de personas y, finalmente, la repercusión en el negocio.

Esta herramienta posibilita a las empresas identificar a los candidatos más idóneos para un puesto, rediseñar equipos o gestionar promociones en base a esas motivaciones, cuyo conocimiento ayuda a las compañías a conocer mejor a sus trabajadores, indagando en lo que estos quieren, y no sólo en lo que saben o pueden hacer.

“Esta información, junto con el conocimiento de su desempeño, sus capacidades, habilidades, valores o su nivel de compromiso, supone una fuente de datos muy enriquecedora y necesaria para gestionar mejor a las personas que trabajan en una empresa”. Finalmente, Arranz muestra su convencimiento en torno al potencial que aguarda el estudio de las motivaciones como palanca de la satisfacción y del rendimiento en el trabajo.

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