El capital riesgo pone su atención en las startups españolas

Mario Cantalapiedra    1 julio, 2020
Capital riesgo para startups españolas

Los negros nubarrones que se ciernen sobre la economía debido a la crisis del coronavirus no han evitado que la industria de capital riesgo siga fijándose en startups españolas, prueba de que la innovación y el emprendimiento se abren camino.

De este modo y según Cinco Días, en base a los datos aportados por la plataforma de inteligencia de negocios Transactional Track Record (TTR), desde el inicio del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, 67 startups españolas han completado rondas de capital riesgo por un total de 126 millones de euros.

Las entidades de capital riesgo, que en España pueden ser sociedades o fondos, tienen por objeto aportar recursos financieros a empresas no cotizadas en las que observen elevadas expectativas de rentabilidad, y que necesiten y, al mismo tiempo, acepten, la entrada de un socio financiero en su capital.

¿En qué invierte el capital riesgo?

Hay que pensar que para los dueños de la empresa, la entrada de una entidad de capital riesgo en su accionariado supone tener que compartir con ella las posibles plusvalías del negocio.

El capital riesgo invierte tanto en empresas que se encuentran en fases iniciales o de desarrollo tempranas, como en compañías que están en crecimiento o ya consolidadas.

Aunque en España ambos tipos de inversión suelen englobarse bajo el término genérico de capital riesgo, en el mundo anglosajón se habla de venture capital para referirse a la inversión en etapas iniciales, y de private equity para la que se realiza en empresas en expansión o consolidadas.

Venture capital

Este tipo de inversión es más arriesgada, ya que se dirige a empresas, normalmente de base tecnológica, que todavía no han llegado a nacer o que cuentan con escaso desarrollo, pero en las que las expectativas de rentabilidad son muy altas.

Se pueden diferenciar, a su vez, las siguientes modalidades principales:

  • Capital semilla, en el que se financian nuevos proyectos empresariales antes de que nazcan.
  • Capital arranque, en el que se financia el establecimiento de la compañía (registro, web, oficina, etc.) y el arranque de su actividad.
  • Otras fases iniciales, en las que se financian empresas con poco desarrollo y con nulos o escasos beneficios.

Private equity

En este caso, la inversión se centra en empresas en crecimiento o consolidadas, con un riesgo menor, pero también en general con unas menores expectativas de rentabilidad, distinguiéndose las siguientes modalidades principales:

  • Capital expansión o crecimiento, donde se financian empresas con objetivos tales como el lanzamiento de un nuevo bien o servicio, o el crecimiento en una nueva zona geográfica.
  • Sustitución, en la que la entidad de capital riesgo entra en el accionariado de una empresa para sustituir a un accionista que sale de ella, algo frecuente en procesos de sucesión de empresas familiares.
  • Compra apalancada, en la que una parte importante de la operación se financia con recursos ajenos (normalmente bancarios) garantizados por los flujos de caja de la empresa adquirida y por garantías que aportan los propios inversores.

La buena noticia para los emprendedores españoles con startups en fases de desarrollo tempranas es que el capital riesgo se está interesando por ellas, a pesar de la situación de parón de la actividad general que hemos vivido.

Capital riesgo que invierte en cargadores eléctricos “made in Spain”

En este sentido, la mayor operación durante el estado de alarma de las citadas por TTR, corresponde a Wallbox, empresa todavía en fases iniciales, que se dedica a fabricar cargadores eléctricos para vehículos.

La compañía madrileña ha conseguido “levantar” 23 millones de euros, según la jerga utilizada en el mundillo emprendedor. En su web informa de cómo esta ronda de financiación ha sido liderada por el fondo de capital riesgo español Seaya Ventures, con participación de la entidad de capital riesgo estadounidense Endeavor Catalyst, y de inversores ya existentes como Iberdrola.

Los fondos serán utilizados para impulsar el crecimiento internacional de Wallbox en China y América del Norte, y para seguir ampliando su innovación tecnológica y sus esfuerzos en I+D.

Capital riesgo para desarrollar un transporte sostenible de alta velocidad

Otro interesante proyecto español financiado por el capital riesgo durante el estado de alarma, que se encuentra en una fase todavía más incipiente que el anterior, es el de Zeleros, empresa valenciana que busca desarrollar un nuevo método de transporte sostenible de alta velocidad en Europa, inspirado en hyperloop.

En este caso, la ronda de financiación ha alcanzado los 7 millones de euros y en ella han participado tanto entidades de capital riesgo extranjeras como españolas. Con este dinero la compañía buscará impulsar el desarrollo del vehículo hyperloop y sus tecnologías.

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