Windows Phone crece en atractivo

José Manuel Mencía    11 diciembre, 2013

Si hablamos de sistemas operativos para móviles, rápidamente vienen a nuestra cabeza dos nombres: iOS y Android. Pero sería un gran error pensar que no existen otras alternativas en el mercado, algunas de ellas creciendo a un ritmo importante: me estoy refiriendo a Windows Phone.

Recientes encuestas a desarrolladores indican que el sistema operativo de Microsoft doblará el apoyo que recibe de estos profesionales, llevando a Windows Phone a ser una seria alternativa a la hora de valorar la compra de nuestro próximo smartphone.

Considerando la base instalada de terminales, es cierto que iOS y Android son sistemas mucho más apetecibles en los que trabajar, sin embargo, el uso extensivo de HTML5 acabará por consolidar a Windows Phone como el tercer ecosistema de aplicaciones móviles.

La relación empresarial entre Nokia y Microsoft, yendo de la mano para expandir el sistema operativo de la marca norteamericana, ha evitado que Windows Phone siga los pasos de Blackberry, WebOS o Symbian. La apuesta por incorporar esta tecnología a la familia Lumia pone de manifiesto la sólida decisión de Nokia, pese a haber recibido algunas críticas de sus propios accionistas. Ante la opción por parte de la compañía finlandesa de utilizar Android como sistema de referencia, su director ejecutivo, Stephen Elop, aseguró que la alianza con Microsoft les permitiría consolidarse en una sensata “tercera opción”, tras el ya comentado Android (mayoritariamente utilizado por Samsung) y el posicionamiento conseguido por iPhone.

Una de las bazas de Microsoft es la similitud de los sistemas operativos que lanza al mercado, de modo que un usuario de Windows Phone agradecerá que el interfaz de la plataforma sea muy semejante al que está acostumbrado a ver en su ordenador portátil o de sobremesa. La experiencia es la misma y el formato no cambia.

La idea que persigue Microsoft es lograr un sistema operativo que unifique lo que podamos encontrar en un servidor, un portátil, un móvil o una tablet. La estética de su sistema operativo Windows Phone y la versión de Windows que emplean ordenadores portátiles y tablets Surface así lo corroboran.

Además, Windows Phone cuenta ya con numerosas aplicaciones nativas, como Twitter, Foursquare o Whatsapp. Su riguroso criterio para aceptar aplicaciones hace que, aunque la cantidad no sea comparable a la disponible en otras plataformas, la calidad de las que finalmente salen al mercado satisfagan las necesidades del usuario más exigente.

Con unos dispositivos móviles cada vez más potentes y capaces (que en muchas ocasiones no tienen nada que envidiar a los ordenadores convencionales), tiene sentido que la calidad de las aplicaciones cubra las expectativas de los usuarios habituados a trabajar con ordenadores.

Un aspecto importante que también puede impulsar a Windows Phone con respecto a los sistemas iOS o Android es la perfecta integración de su sistema con Office y Online Services para empresas. ¿Podrá esto conseguir que las empresas adopten el sistema Windows por defecto en sus móviles para empleados?

Por otro lado, está el mercado de los phablets, terminales híbridos entre smartphones y tablets pensados para usuarios que quieren disfrutar de una pantalla mayor que la que ofrecen los actuales teléfonos móviles, sin perder las funcionalidades de un smartphone. Según los últimos informes de IDC, en el tercer trimestre de este año las ventas de phablets están suponiendo entre un 21 y un 22 por ciento de las ventas en el mercado de smartphones, cifras más que interesantes. Consciente de ello, Microsoft no quiere dejar fuera de sus futuras estrategias este tipo de dispositivos, por lo que está hablando ya de terminales con pantallas de hasta 7 pulgadas.

 

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