Tu empresa en Twitter y Twitter en tu empresa

Televisión, radio, prensa escrita, alimentación, transporte, innovación… Poco a poco la @ de Twitter comienza a aparecer en más y más sectores y productos. Los especialistas en marketing de las grandes empresas y multinacionales le van dando cada vez más importancia a las redes sociales, especialmente a aquellas que más favorecen una interacción directa y bidireccional con los usuarios y clientes.

Grandes marcas con, aún hoy, increíbles presupuestos para comunicación y difusión, que llegan a las redes sociales con la misma potencia de un famoso, que consiguen seguidores sólo por ser quienes son, que «arrastran» a sus fans hacia sus perfiles con sólo colocar un enlace en su página web con millones de visitas diarias. Empresas tremendamente potentes que poco o nada arriesgan al «exponerse» de esa manera, ya que son capaces de capear sin problemas una crisis de reputación y además aprovechar en su beneficio la publicidad gratuita que se genera, aunque esta sea en principio negativa.

Sin embargo, cuando nos planteamos la presencia de nuestra pyme en las redes, sobre todo en una donde da la sensación de que todo va tan rápido como Twitter, es perfectamente normal que nos asalten serias dudas. 

¿Seré capaz de controlarlo todo? ¿Podré hacer frente a las consecuencias si algo sale mal? ¿Significa esto que mi lista de clientes estará expuesta? ¿Cuánto tendré que invertir? Y sobre todo: ¿tendré tiempo para esto?

Partamos de una simple premisa: no todas las empresas deben estar en Twitter.

Y ahora vamos a destruir esa premisa: personalmente creo que cualquier empresa podría estar en Twitter. La imaginación, las buenas ideas, tu propia manera de ver las cosas, las ganas que pongas a la hora de lanzar tu pyme a esta plataforma, condicionarán en toda su medida el éxito o el fracaso de tu empresa en Twitter, independientemente de que arregles cañerías, vendas pan u ofrezcas algún tipo de servicio o desarrollo personalizado.

Dicho de otra manera: ¿Debe cualquier empresa estar en Twitter? NO ¿Puede cualquier empresa estar en Twitter? SÍ.

Entonces, ¿debe MI empresa estar en Twitter? Evidentemente la respuesta variará en función de los beneficios que esperes recibir y sobre todo en función del compromiso que estés dispuesto a adquirir.

Por supuesto, esta toma de decisiones previas a lanzar tu empresa en Twitter no debería hacerse a la ligera, debemos saber de qué va «eso del Twitter» para poder explotar al máximo sus posibilidades y ver cómo podemos usarlo, o desechar para siempre la idea.

Con 5 sencillos pasos podremos adquirir suficientes conocimientos e ideas para decidir correctamente:

1. Crear la cuenta de la empresa

Obvio, aunque no siempre recordado. Hasta hace muy poco teníamos la costumbre de, al empezar un nuevo negocio o pensar en una nueva idea, registrar en Internet los dominios disponibles. Ahora también es conveniente, incluso recomendable, registrar en las principales redes sociales el nombre que vayamos a utilizar. Facebook, Instagram, Pinterest… Y sobre todo Twitter, todo sea por no tener que estar recurriendo al servicio de cada plataforma para “reclamar” como propio el nombre de nuestra marca.

Esto es incluso recomendable para aquellas marcas o empresas que ya han decidido que NO van a gestionar su presencia en Twitter, ya que en un futuro podrían cambiar de idea. Además es una manera de proteger el nombre de la marca y asegurarnos de que nadie va a suplantar su identidad (al menos no con nuestro nombre).

En este punto es preciso señalar que Twitter nos permite recuperar un nombre de usuario si está inactivo durante más de seis meses, por lo que tenemos que tener cuidado y cada 6 meses lanzar un Tweet, aunque esto mismo nos abre una posibilidad si el nombre que nos interesa ya está ocupado.

2. Crear y utilizar una cuenta personal

Con énfasis en “utilizar”. Si nuestro objetivo es decidir si nuestro negocio ha de tener presencia en Twitter, tenemos que saber bien de lo que hablamos. Mediante una cuenta que utilizaremos a nivel personal conoceremos la plataforma desde dentro. Nos ayudará a valorar su potencial real y a comenzar a intuir si puede (o no) ser beneficioso para nuestros intereses.

3. Conocer Twitter, sus “reglas” y funcionamiento

Esta es una extensión del punto anterior. Debemos no sólo conocer la herramienta desde dentro para valorar si realmente va a servir a nuestros objetivos, además tenemos que hacernos con ella desde el punto de vista de un usuario cualquiera.

Debemos ponernos en la piel de nuestros potenciales clientes y usuarios, ver cómo es la interacción con las marcas grandes y modestas. Se trata de una oportunidad de conocer el vocabulario propio de la red, descubrir las “reglas no escritas” de participación, cómo se establecen las relaciones entre usuarios y entre usuarios y marcas, cómo sacar el máximo provecho de los hahstags…. Todo ello desde la relativa tranquilidad de que no estamos “jugando” con la cuenta de nuestra empresa, sino con la propia, por ahora…

4. Retomar la cuenta de empresa

Si tras seguir los anteriores pasos aún no te has decidido, o si por el contrario ya has comprobado que Twitter puede ser un camino para difundir y promocionar tu negocio, te invito a que retomes el punto 1 y comiences a gestionar tú mismo la cuenta de tu empresa en Twitter.

No es necesario que inviertas mucho tiempo al día, ni que desde el principio elabores grandes campañas de promoción. Ten en cuenta que un crecimiento orgánico de tu cuenta de Twitter siempre será más beneficioso para tu negocio que un crecimiento desproporcionado e incontrolable, en el que muchos usuarios sólo la “sigan por seguir” y nunca presten atención a sus Tweets.

Como decía al principio, la imaginación y las ganas son siempre tu mejor arma. No son necesarios grandes presupuestos ni grandes equipos para tener una buena idea y llevarla a cabo con el mínimo esfuerzo para nosotros. Podemos llegar a millones de personas con una inversión de 24€.

Incluso podemos recurrir a las técnicas más básicas para lograr un gran impacto entre nuestra comunidad, por ejemplo, con una animación elaborada con Tweets.

En este momento ya podemos plantearnos la necesidad de monitorizar nuestra cuenta de empresa, con el fin de medir si nuestros esfuerzos están realmente derivando en la consecución de nuestros objetivos. ¿Estamos llegando a una cantidad significativa de usuarios? ¿Estos usuarios se localizan donde nos interesa? ¿Quiénes son y de qué hablan los usuarios con los que más nos relacionamos? ¿Cuál es el alcance de nuestras campañas? ¿Cómo podemos mejorar? A estas y a otras preguntas necesarias para poder decidir si nuestros esfuerzos merecen la pena responden herramientas profesionales como la española Pirendo, con servicios y productos de un coste asequible y adaptable a cualquier autónomo o empresa, independientemente de su tamaño.

5. Gestión profesional de la cuenta de empresa

Si después de un tiempo gestionando nosotros mismos la cuenta de nuestra empresa observamos que nuestras mediciones indican que realmente estamos sacando provecho de esta participación en Twitter, quizás es el momento de plantearse la gestión profesional de nuestra cuenta y de buscar una agencia que elabore y lleve a cabo campañas algo más elaboradas.

Aunque a veces es complicado “distinguir el humo de las brasas”, podemos encontrar estupendas agencias y profesionales con amplia experiencia en Social Media, con originales campañas que han lanzado literalmente a la fama marcas modestas que poco a poco se hicieron un hueco en Twitter.

Y, para finalizar, un último apunte, este de carácter más personal, basado en mi propia experiencia como usuario de Twitter. Aunque el objetivo de una empresa en Twitter sea siempre sacar algún tipo de beneficio (llámalo darse a conocer, promocionar productos, vender más…), el enfoque con el que debemos afrontar esta participación es totalmente opuesto. Y además, creo que es el que mejores resultados da: No pienses en qué puede hacer Twitter por tu empresa, preocúpate de lo que puede hacer tu empresa por los usuarios de Twitter.

Foto @paz.ca, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0