Hoy más que nunca la Pyme necesita salir a buscar nuevos mercados

Fernando Barrenechea    4 enero, 2012

En el año que acaba de terminar, ¡he viajado el equivalente a 4,2 veces la vuelta al mundo!!!!. Con un único objetivo, trabajar la tan necesaria y tratada internacionalización de la pyme. Por eso, cuando ahora me planteo los retos para este nuevo año, de los primeros que surgen es seguir trabajando este proceso de salida al exterior. Lo que me lleva a una serie de reflexiones.

En España hay talento, ganas de emprender, de conquistar otros mercados… Y en este sentido, por una vez y sin que sirva de precedente, tenemos que dar gracias a la crisis, porque ha agudizado precisamente ese espíritu de lucha, esa ilusión por crear y salir a nuevos mercados. Quizas por comodidad o complejo, a la Pyme española durante años le ha costado salir fuera, ahora aunque sea por “obligación”, es una obligación y su gran reto.

Hoy en día cualquier proyecto que se pone en marcha, o ya consolidado, se enfrenta a dos obstáculos que, en ocasiones, son complicados de sortear. El primero, las dificultades que surgen a la hora de buscar financiación externa, tanto cuando se acude a instituciones privadas como, cada vez más, desde la esfera pública. A lo que debemos añadir, también, una política fiscal que quizás no incentiva lo suficiente las apuestas por el futuro, como son las inversiones en innovación, la internacionalización, etc.

En esta línea, la internacionalización es uno de los grandes retos que deben afrontar no sólo las nuevas empresas, sino las ya consolidadas. El mercado español, en la mayoria de los sectores, comienza a agotarse: por la contracción del consumo como consecuencia de la crisis, por un exceso de oferta en unos casos, porque instalarse en un nicho específico no es lo suficientemente rentable, o porque Internet, y la supresión de barreras que implica, supone una competencia añadida que puede proceder de cualquier lugar del mundo. Esto último, también es una gran oportunidad para las pymes, pues nos permite acceder a través de las nuevas tecnologias a lugares que jamás pudieramos imaginar.

La mejor alternativa ante la situación actual y como respuesta a la ambición de crecer es la evidente búsqueda de otros mercados: vírgenes en la actividad que se desarrolla, economías emergentes con gran crecimiento del consumo, deseosas de propuestas novedosas, etc.

Pero para poder hacer realidad este sueño es indispensable un apoyo decidido de los poderes políticos, la dirección de las propias compañias e integrarlo en la cultura de cualquier empresa. En España tenemos que ser capaces de crear una nueva estructura productiva que sea capaz de mirar fuera. Es muy importante el turismo, pero también lo debe ser la industria y los servicios, donde el talento y la innovación tienen que ser pilares del desarrollo, porque de ellos depende el nacimiento y la supervivencia de la mayoría de las compañías.

Casi nadie se atreve ya a poner una fecha que marque el final de esta etapa de crisis, pero lo que está claro es que, mientras estemos en ella, no podemos quedarnos quietos, debemos ser valientes y como decía A. Einstein “para estar en equilibro debemos estar en movimiento”. Tanto las distintas administraciones, como el resto de organizaciones tenemos que trabajar más que nunca codo con codo, impulsando la creación y consolidación de negocios capaces de triunfar fuera de nuestro mercado doméstico.

No hay duda de que el futuro recompensará a aquellos que en el presente, en medio de la incertidumbre, se han arriesgado entre otras cosas a salir a buscar nuevos mercados.

Foto : © UggBoy?UggGirl, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0.

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