Formación gratuita online y de alto nivel para tu pyme

Bianka Hajdu    22 noviembre, 2012

En el ámbito de la formación online, 2012 ha sido el año de los cursos masivos abiertos en línea (denominados a menudo, también en español, MOOC, por las siglas del inglés massive open online courses). Si bien el e-learning ha venido desarrollándose desde los ochenta del siglo pasado, ha sido en los últimos años cuando se ha convertido en masivo y abierto. Hablamos de cursos en la web, sin límite de inscripciones –algunos han llegado a tener cientos de miles de estudiantes de todas las partes del mundo– y abiertos –entendido como gratis y, en algunos casos, basados en contenidos formativos con licencia libre.

En la actualidad, es habitual encontrarse con una diferenciación entre cMOOC, que son aquellos cursos más centrados en conectar, alrededor de tareas, a personas que quieren aprender (el componente abierto), y xMOOC, aquellos cuyo objetivo es poner a disposición de cualquiera cursos antes solo disponibles para una pequeña minoría (el componente masivo). En el segundo grupo podemos encontrar universidades desde Stanford, con cursos cada vez más a menudo también disponibles en español, hasta la UNED, centrada explícitamente en el mercado hispanohablante. También forman parte de este nuevo ecosistema las plataformas que conectan estudiantes y proveedores de formación y sirven para gestionar el proceso formativo como Coursera, Udemy, P2P University o la iniciativa española UniMOOC. Por último, y sin pretender ser exhaustivos, tenemos una gran variedad de otras plataformas y servicios online que apoyan el aprendizaje, ya sea mediante ejercicios con evaluación automática (por ej. Codecademy) o facilitando la colaboración o la evaluación entre pares (Open Study, Meetup) o bien actuando como marketplace de cursos (Skillshare, Floqq).

Cómo aprende la pyme

Los cursos masivos abiertos online podrían traer importantes cambios en la formación continua en empresas grandes. Estas, si hasta ahora compraban soluciones llave en mano a proveedores de e-learning, ahora podrán optar por recurrir, de forma gratis o a menor coste, a la amplia oferta de cursos masivos y abiertos. Ahora bien, este cambio de paradigma en el aprendizaje permanente que supuestamente son los MOOC, ¿qué significa para las pymes?

Lo intuitivo es pensar que la mayor parte del aprendizaje en la pyme es informal, sucede mientras se afrontan los retos y se realizan las tareas del día a día. Por tanto, más que centrarse en cursos, deberíamos centrarnos en optimizar el aprendizaje informal. Y no nos faltaría razón. El mero acceso a cursos de alto nivel en universidades de primera fila mundial no implica que sea fácil para las pymes beneficiarse de lo que, a primera vista, parece una oportunidad. Por eso, merece la pena detener la mirada en ella, pues aquellas pymes que sepan aprovechar y usar con sentido estos recursos y plataformas, operarán con ventaja en el mercado: optimizarán el uso de la formación como herramienta de motivación y crearán así más conocimiento.

3 ideas para un nuevo enfoque de formación online en las pymes

En un intento de detener la mirada sobre las oportunidades que el mencionado cambio de paradigma puede traer para la pyme, me gustaría destacar 3 ideas amplias que creo que merecen un desarrollo en mayor profundidad:

  1. Usar los recursos libres como módulos para crear, mejorar o abaratar itinerarios formativos específicos de la pyme. ¿Las nuevas incorporaciones del departamento de marketing han de aprender nociones básicas de HTML y CSS para entenderse mejor con el proveedor de soluciones web? Quizá sea preferible, en lugar de externalizar la formación, identificar de forma inteligente recursos gratuitos disponibles en la web.

  2. Abaratar el coste del aprendizaje formal. Aunque la mayor parte del aprendizaje sea informal, hay lugar para el aprendizaje estructurado en forma de cursos. Quedándonos en el departamento de marketing, hay una necesidad emergente de tomar decisiones en función de datos cuantitativos. La Introducción a la estadística impartida en Udacity por un ex profesor de Stanford sale gratis, con opción de pagar, si se quiere, por la certificación.

  3. Facilitar el aprendizaje informal. El ecosistema de los cursos masivos y abiertos no solo va de contenidos, también ofrece métodos, técnicas y herramientas, en especial aquellos que maneja el conectivismo, un marco teórico que entiende el aprendizaje como el proceso de construir redes de información, personas y recursos alrededor de problemas reales. Es difícil que la pyme no encuentre entre estos alguno bien probado por otros para que, por ejemplo, la información fluya mejor, las personas se responsabilicen de aprender o exista una cultura de arropar al recién incorporado al hacerse con el conocimiento tácito en la pyme.

Si nos fijamos, los puntos corresponden, de forma aproximada, a los tres tipos de aprendizaje de los que suelen hablar los estudiosos de este ámbito: el no formal (estructurado pero sin certificado), el formal y el informal. Creo que pueden servir bien como marco para el recorrido que haremos en este blog a lo largo de las próximas semanas por las, llamémoslas así (para permitirnos ir más allá del concepto de curso), experiencias de aprendizaje masivas y abiertas que son posibles en la actualidad.

© Foto: @jjmerelo, distribuida con licencia Creative Commons BY-SA 2.0

Comentarios

  1. Está claro que la sóla existencia de los cursos no hará que las pymes aprovechen ese conocimiento, por ciencia infusa.

    ¿Cuál crees que es el mayor reto? Si preguntas, todas las pymes te dicen que la formación es vital pero, a la hora de la verdad, son pymes… y prescindir de un montón de horas de sus empleados para que sigan estos cursos es un gran coste para una empresa pequeña.

    ¿Cómo se rompe esa situación? ¿Es en el momento de incorporar personas al proyecto? ¿Es posible si la persona no está motivada en aprender y es capaz de ponerle horas también fuera del trabajo, por su cuenta y esfuerzo?

  2. De entrada, aun sin cambiar enfoques y actitudes, está bien saber que ya no hace falta pagar cientos de euros por un curso para, por ej. aprender a manipular imágenes con un software determinado. Y ahora que hay y habrá menos cursos bonificados y subvencionados, esto en sí es interesante.

    Pero lo más interesante en todo esto es (re)importar del mundo de la educación los enfoques novedosos como el comprender que lo que mejor sirve para motivar a otros a aprender es el ejemplo. Ya sé, parece mentira que esto sea novedoso pero no dejo de verlo como uno de los mayores retos 🙂

    En relación con los cursos tipo Coursera, con currículos cargados y cerrados, ahí la oportunidad de la pyme está más en «dejar que suceda», en, al menos, no estorbar o, si se puede, incentivar un poquito, al empleado que quiere hacerlo por su cuenta.

    Mi experiencia es que las soluciones de formación que mejor funcionan son aquellas con una aplicación práctica inmediata en la pyme pues no se perciben como formación sino como cosas que ayudan a trabajar mejor, más rápido y de forma más efectiva. Buscar estas soluciones es un gran reto que con más recursos y herramientas, como los mencionados en el post, es un poco más fácil de afrontar.

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