Desconectar cuando hay que desconectar

Cuando emprendemos, nos ponemos a disposición de casi todo el mundo a través de la tecnología, porque muchas veces es necesario. Como emprendedor del mundo online, mantengo mi móvil encendido casi todo el día y estoy disponible por todos los canales  de comunicación, porque considero prioritario el contacto a través del móvil con mis clientes, inversores y equipo de trabajo.

La conexión constante con nuestro smartphone y otros dispositivos móviles y también con las redes sociales puede separarnos de lo que de verdad importa. No es cuestión de apartarnos por completo de la tecnología. Soy defensor a ultranza de ella, porque abre muchas puertas y facilita las comunicaciones, pero este vídeo me ha hecho reflexionar. ¿Nos perdemos momentos importantes por querer documentarlos? ¿Dejamos de prestar atención a nuestro entorno por revisar el correo? Es posible que sí. Sin darnos cuenta, todos hemos pecado de esto y hemos dejado de prestar atención a ciertos detalles que pueden ser determinantes en nuestro día a día. Como emprendedores tenemos que estar atentos a todo, ya que quizás algún pequeño evento pueda inspirar una gran idea, pero es preciso mantener un equilibrio saludable para todo, incluyendo el tiempo que pasamos mirando la pantalla del móvil.

Aprender a alcanzar ese equilibrio saludable para la vida de todos, tanto del emprendedor como del trabajador por cuenta ajena o incluso de otros segmentos de la población (adolescentes, por ejemplo) es quizás uno de los retos más grandes a los que nos enfrentamos, pero si empezamos con pequeñas acciones como aprender a desconectar del móvil, tablet u ordenador en determinados momentos del día, cuando salimos de viaje, cuando vamos a un restaurante o de copas con los amigos, quizás vayamos consiguiéndolo poco a poco.

Me apunto como tarea abrir más los ojos y mirar a mi alrededor. La vida está más allá del móvil y, sin duda, es más interesante.

Foto: Emilio J. Rodríguez-Posada