Nuestros consumidores, nuestro mejor activo

Salva López    21 noviembre, 2012

Como decía el gran Bob Dylan “times are a-changin”, los tiempos cambian, en realidad lo único permanente es el cambio continuo. Hasta ahora desde las empresas (y también desde los consumidores) siempre hemos pensado en términos de “nosotros” y “ellos”. Pero llegan los tiempos en que debemos empezar a substituir ese binomio por una unidad inter-independiente: el “todos nosotros”. El mercado no son solo los consumidores, también lo forman las empresas.


Prosumidores

Un término no demasiado nuevo son los prosumidores, es decir, consumidores que asumen algún tipo de rol de producción y se convierten en productores-consumidores. Es decir, las empresas han logrado “traspasarles” algunas funciones que tradicionalmente habían sido suyas. Tal vez el ejemplo más evidente sea IKEA, que ha trasladado a los consumidores la tarea de montaje de los muebles. Todo cliente de IKEA podría decir que trabaja o ha trabajado en IKEA, ¿acaso no es así? Mejor no me pongo a contar la cantidad de muebles de IKEA que he montado con estas manitas…

Co-creación

Otro bonito ejemplo de empresa que ha abierto una de sus puertas traseras para dejar que asomen los consumidores por allí es el caso de las zapatillas de deporte Munich, que permite (y propone) a sus clientes hacerse cargo del diseño del producto que van a comprar. Esa aportación de los clientes los nutre de ideas que luego emplearán para definir sus propias colecciones. Es un buen ejemplo de orientación, conexión y colaboración con el mercado.

Crowd… muchas cosas

Nos hallamos ante un mercado donde existen cada vez más personas dispuestas y deseando involucrarse en la actividad de las empresas desde fuera, aportarles su opinión y su visión sobre los productos que deben desarrollar y ofrecerles, y todo eso es absolutamente fantástico. Antes las empresas con recursos gastaban enormes cantidades en investigación de mercados para “reconectarse” con el sentir de sus consumidores y recabar información sobre sus preferencias, motivaciones, intereses, opiniones… Ahora, en cambio, gracias a los medios de comunicación digitales, todo ese valor llega a nuestras puertas él solito en forma de “ideas a mano alzada”, es decir, que los consumidores verdaderamente interesados en nuestros productos proponen y expresan voluntariamente.

Están deseando participar de diversas maneras. Buena muestra de ello son cosas como el crowdfunding, o micromecenazgo, el crowdsourcing, el crowdcreation, etc.

En el caso del micromecenazgo los consumidores ponen dinero de sus bolsillos para el desarrollo de productos, sobre todo en el mundo de la música, pero también en el mundo de los juegos de ordenador, y también en otras categorías. Muchos artistas están ya vendiendo discos mucho antes incluso de que se haya iniciado su producción. Reciben fondos de sus fans con los que pagarán las horas de estudio, los técnicos, la edición de los CD’s… A cambio, a cada “micro-mecenas” se le enviará un ejemplar nada más publicarse, y a los que hayan colaborado más generosamente se les ofrecerán otras contraprestaciones llegando incluso a conciertos privados in-house.

Presumidores, aunque no presuman

Y el último de los conceptos aparecidos es el de los presumers o «presumidores», que no es que sea gente especialmente presumida, sino consumidores que se involucran en el pre-lanzamiento de productos y servicios, colaborando en su definición e incluso testeándolos antes de su lanzamiento definitivo. A este tipo de consumidores les encanta tener la oportunidad de decir lo que opinan y aportar su granito de arena antes de que se lancen los productos. Y desde luego les encanta contarlo, con lo cual nos hacen un favor, puesto que ayudan a promocionar el producto.

Hay que cambiar el chip, como decía al principio, ya no podemos seguir pensando en términos de “nosotros” y  “ellos”. Ahora somos “todos nosotros”.

 

Foto @rachaelvoorhees, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

Comentarios

  1. Enhorabuena de nuevo!! todosnosotros 360
    Un autentico intercambio de roles en el objetivo del engagment.
    Esta metamorfosis en la que los prosumers se convierten branducers, generando valores y emociones que implican a otros en sus gustos y prioridades, es la autentica oportunidad para que las marcas se pongan las pilas del sonotone y produzcan un cambio definitivo en la formulas académicas del yo te vendo y tú me compras. Las empresas no pueden vender productos, si no que han de innovar para comprar clientes en un escenario de mutuo e implicativo WOW.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *