8 reglas de oro de una tarjeta de Navidad para felicitar a tus clientes

Mónica Sofía García    15 diciembre, 2014

El espíritu navideño se respira ya a nuestro alrededor. Los adornos, luces y villancicos de Navidad inundan estos días los comercios, las calles y los hogares y, en breve, recibiremos las primeras tarjetas navideñas de nuestros proveedores, colaboradores, amigos y familiares, por lo que durante los próximos días estaremos ocupados con la laboriosa tarea de felicitar las fiestas.

Y es en este momento cuando nos surgen dudas: ¿Debería enviar una tarjeta de Navidad a mis clientes o contactos o ya está pasado de moda? ¿Qué tipo de tarjeta debo enviar? ¿Qué debo poner? ¿Cuándo debo enviarla? Pues bien, la respuesta a la primera pregunta es un “sí” rotundo. El principal argumento a favor es que no son sólo una tradición, sino que son una buena oportunidad para que tu cliente perciba que él es importante para ti. 

 

¿Cómo debo hacer mis tarjetas navideñas de empresa?

Básicamente te recomiendo que sigas estas ocho reglas:

  1. Base de datos de contacto actualizada. Antes de comenzar los envíos, es imprescindible asegurarnos de que nuestra tarjeta navideña llegará a la persona adecuada. Para ello, es preciso invertir tiempo en confirmar que la información que tenemos de nuestros clientes -nombres, cargos y ubicaciones- es correcta.
  2. Buena calidad. La tarjeta navideña es también una herramienta de comunicación que representa a nuestra empresa, y por tanto, nuestra profesionalidad, seriedad, imagen y confianza están en juego. Por eso, es importante que -dentro de nuestras limitaciones presupuestarias y en línea con nuestra cultura de empresa- cuidemos los materiales que utilicemos para elaborar las tarjetas, ya sean digitales o en papel.
  3. Personaliza el mensaje.  Independientemente del volumen de tarjetas navideñas que estimes enviar, no olvides que el cliente debe recibirla como única y hacerle sentir especial. Es por eso que, en la medida de lo posible, hay que adaptar el mensaje al destinatario, firmar de puño y letra la felicitación si es en soporte papel y escribir a mano la dirección en el sobre. En el caso de que utilices una tarjeta digital, puedes optar por hacer varias versiones, segmentando a los clientes por algún criterio como puede ser  el sector de actividad o sus gustos.
  4. Cuida y conoce las tradiciones de tus clientes. Este punto es crítico para llegar a la parte emocional del cliente. Piensa en un mensaje apropiado para cada individuo, teniendo en cuenta su país de procedencia, cultura, tradición o religión. Al fin y al cabo, nuestra tarjeta será recibida por una persona de carne y hueso y no una empresa. Si no estás seguro o no conoces al cliente, elige frases genéricas como “Felices Fiestas” para no herir sensibilidades. Otra posibilidad es utilizar las mismas frases que esos mismos clientes utilizaron en sus tarjetas de Navidad en años pasados.
  5. Realiza el envío con suficiente antelación. El momento también importa y además nos da información. Si mandamos las tarjetas de Navidad en fechas muy próximas a Nochebuena, Navidad o Nochevieja puede ocurrir que el cliente ya esté de vacaciones y no la reciba hasta su regreso, o que al llegar tan tarde piense que se nos había olvidado y la hemos enviado en el último momento. Para evitar este tipo de situaciones y teniendo en cuenta que Correos en estas fechas suele estar desbordado, es recomendable realizar el envío como mínimo diez días antes de esas fechas «críticas» y lógicamente aumentar dicho plazo en función de la lejanía del destino, sobre todo cuando es a otros continentes.
  6. No olvides incluir tus datos de empresa. Puedes recordarlos incluyendo una tarjeta de contacto o un sello en un lugar discreto de tu tarjeta navideña.
  7. Alinea la tarjeta con la imagen de marca de tu empresa. En el momento del diseño de la tarjeta, recuerda que debe transmitir tu imagen de marca a través de los colores, el tipo de letra, etc.
  8. Adapta la tarjeta a tu tipo de negocio. Hoy en día existen numerosos formatos de tarjetas, en papel, digitales, apps, herramientas web, etc. Independientemente del formato que finalmente elijas, es imprescindible que vaya en línea con nuestro tipo de negocio. Así, por ejemplo, si tu empresa se dedica a desarrollar programas informáticos, una buena opción puede ser desarrollar un programa para realizar tarjetas navideñas. Otra opción sería felicitar la Navidad con un pastel navideño, si resulta que tu negocio pertenece al sector de la hostelería. O si eres una agencia de publicidad, puedes emplear un vídeo o un artista con una ilustración hecha a mano.

Ahora que ya conoces las ocho reglas de oro, no esperes y ponte manos a la obra, que seguro que tus clientes te lo agradecerán. Y, dada la ocasión, aprovecho estas últimas líneas para desearos que estas Navidades vuestras tarjetas vengan cargadas de buenos deseos para vuestros negocios.

En el siguiente post veremos varias herramientas y apps para hacer una llamativa tarjeta navideña digital.

Foto: Equipo Editorial 

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