Sin contenido no hay SEO

José María Lissen    19 noviembre, 2014

A 2014 le queda ya poco tiempo de vida y muchas empresas comienzan a preparar la estrategia de marketing para el año que viene. La gran pregunta es: ¿cómo mejorar la presencia online de nuestro negocio?, ¿qué aspecto requerirá mayor inversión? Lo cierto es que la respuesta a estas preguntas no es sencilla. El Big Data, las acciones de marketing móvil o la “hipersegmentación” son, desde luego, tendencias que hay que tener muy en cuenta. Sin embargo, por encima de ellas sigue estando la misma obsesión: ocupar las primeras posiciones del ranking de Google. El camino más corto para conseguir este objetivo es a través del contenido.

La consultora Wheelhouse prevé un aumento de los presupuestos para acciones de marketing de contenidos para el año 2015, porque es una forma eficaz de conectar con los intereses del usuario a través de la información de calidad. Así lo avalan las cifras: las empresas que realizan una buena estrategia de contenidos generan hasta un 67% más de leads.

El auge del marketing de contenidos no quiere decir que el SEO esté llegando a su fin, sino que se está transformando. El posicionamiento ya no es algo fácilmente manipulable. Asociar palabras clave a los textos y a la estructura de la web no sirve de mucho si nuestra estrategia de contenidos es pobre.

El SEO es ahora una experiencia para el usuario. Su comportamiento en nuestra web es lo que hará que Google nos sitúe en un puesto u otro de su ranking. La clave para contentar al visitante (y, por añadidura, al buscador) está en la calidad del contenido, los enlaces que usemos y las redes sociales.

Como ya hemos comentado en artículos anteriores, la calidad de un contenido tiene que ver con varios factores. En primer lugar, la relevancia para el usuario. No pensemos solo en temas que interesen a nuestra audiencia. Hemos de añadir un componente de temporalidad, es decir, la información adecuada en el momento adecuado. Es aquí donde entra en juego el llamado mapa de recorrido del cliente (Customer Journey Map), que debe estar alineado con nuestro contenido.

El concepto de calidad también se aplica a los enlaces que apuntan a nuestra página. ¿De dónde vienen los visitantes? ¿Cuáles son las principales fuentes de tráfico de nuestra web? La autoridad de esas fuentes marcará la relevancia de nuestro propio site.

Cuando un contenido gusta, se comparte. Es ahí donde entran en juego las redes sociales y el ‘+1’ de Google Plus (sin duda, la plataforma que mejor posiciona). El SEO actual lo controla el usuario, y si muchos de ellos dicen que nuestro producto es bueno, éste ganará más visibilidad.

Ante esta tendencia, conviene seguir ciertas recomendaciones de cara a la estrategia de contenidos para nuestra empresa el próximo año:

 

No saturar

Si las empresas cada vez se van a centrar más en el contenido, la saturación informativa parece inevitable. Ante la cantidad, calidad. Google penalizará a todos aquellos sites que se dediquen a hacer ruido, a publicar por publicar. Que nuestra web se esté actualizando constantemente no quiere decir que vayamos a ocupar las primeras posiciones.

Ser visual

El vídeo ha ganado un enorme peso desde hace varios años. Se trata del contenido más buscado por los usuarios. Un buen material audiovisual colocado en nuestra página principal puede aumentar hasta un 20% la tasa de conversión.

Segmentar

La conversión depende de la segmentación. Nuestra estrategia online debe buscar la personalización. Las audiencias grandes no son rentables. Debemos centrarnos en un público concreto, ofreciendo contenido relevante.

 

SEO con contenido, esa es la clave, pues no existe el uno sin el otro. El posicionamiento está cambiando y va seguir haciéndolo en los próximos meses. No nos quedemos de brazos cruzados temiendo un nuevo cambio en el algoritmo de Google. Centrémonos en lo que sabemos que funciona: pensar en el usuario.

Foto: Horia Varlan

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *