El plan estratégico, la base para poder reflotar un negocio

Lluis Serra    27 marzo, 2023
Plan estratégico en una empresa

En cualquier empresa que esté comenzando a tener dificultades es necesario realizar un análisis de su funcionamiento y de los procesos, para poder obtener un diagnóstico de su situación real. Sin esa información, no es posible preparar el plan estratégico y, sin éste, no se debería abordar ningún cambio.

En mi artículo anterior comenté la situación de una compañía con problemas y cuyo director general no sabía qué hacer para que la empresa remontara. Realicé el diagnóstico y a continuación preparé un Plan estratégico con cuatro puntos esenciales que debería acometer el negocio, para poder seguir adelante. Son los siguientes:

Tecnología

El primer punto que se debe actualizar o cambiar es la tecnología y también las herramientas internas, con el fin de incrementar la productividad y mejorar la interacción de los empleados y clientes.

El desarrollo web, la programación y la maquetación de la plataforma web o eCommerce es el primer punto del plan. La mayor parte del software de comercio electrónico necesita una actualización. En el documento del plan estratégico hay que definir el porqué se necesita actualizar la tecnología y qué podríamos ganar con las mejoras propuestas de diseño y adaptación a dispositivos móviles.

Después de analizar el funcionamiento del ERP (Enterprise Resource Planning) que, como comentamos anteriormente, incorpora el CRM (Customer Relationship Management), decidí no proponer el cambio de esta herramienta, porque es un software hecho a medida para este sector y será difícil encontrar otro que proporcione las mismas funcionalidades.

Pero sí reflejo la necesidad de integrar esta tecnología con la de comercio electrónico, mediante un conector para la futura exportación e importación de datos de producto y clientes. Asimismo, habría que añadir una herramienta de Business Intelligence, para observar qué está pasando y por qué, analizar los cambios y pensar qué se debería hacer mejor.

En esta primera fase no incorporo las últimas tecnologías hasta reorganizar todo y así poder llegar a la segunda fase en buen estado. Más adelante y después de un rodaje, podremos añadir la inteligencia artificial (IA), antes no. 

Plan de marketing

El segundo punto es el Plan de marketing digital, un documento donde se planifican las acciones que se han de implementar y los objetivos que se quieren conseguir. Pero, en este caso, con el añadido de que precisa incorporar algunas pautas del marketing tradicional, al ser un negocio con presencia en los dos canales, el físico y el digital. 

El plan de acción incorpora técnicas de SEO (Search Engine Optimization) preparadas por un especialista en la materia. Debido al gran número de referencias y productos de la compañía, propongo contratar a este profesional, para que trabaje a diario el marketing de contenidos, analice las palabras clave y cree un mapa de los enlaces externos e internos.

Dicho experto podría ser también el encargado de realizar las campañas de SEM (Search Engine Marketing) que se precisen en cada momento. Las campañas de pago precisan un control estricto de la inversión al que se suma el trabajo de búsqueda de palabras clave y las relacionadas.  

Marketing de contenidos

Recomiendo también realizar campañas de email marketing después de depurar y actualizar la gran base de datos existente, que contiene información de clientes de hace muchos años, con lo que es posible que una gran parte ya no esté disponible o haya cambiado sus datos de contacto.

También es fundamental el marketing de contenidos. La posibilidad de generar contenido digital y material audiovisual con la integración de contenido escrito será una de las piezas clave de muchas compañías, entre ellas la que estamos supervisando.

La definición de estrategias, tácticas y acciones es esencial en este punto, pero igual o más importante es la calendarización de esas acciones, el presupuesto fijado y un sistema de control exhaustivo. También lo es la analítica, ya que si no medimos, no podremos mejorar.

Otro elemento que muchas empresas obvian es el control de la reputación online de la compañía. Si analizamos el branding a la vez que se aplica el plan estratégico, conseguiremos una mejora importante y será el indicador de que nuestra identidad corporativa y digital va por el buen camino.

Plan en redes sociales

El tercer punto que no puede faltar en el plan estratégico es una planificación de acciones en redes sociales, ya que estos grandes medios de comunicación nos ayudan a llegar a nuestro público objetivo.

Es recomendable actualizar los perfiles de Linkedin de todos y cada uno de los profesionales de la compañía, así como actualizar la página de empresa en esa red social y alimentar con contenidos el grupo de debate. La creación de perfiles en Twitter, Instagram y Facebook precisa tiempo, pero si se realiza un buen calendario de publicaciones, los resultados pueden ser prometedores.

Asimismo, propongo la creación de cuentas en YouTube y Tik Tok para contar con contenidos audiovisuales, que son los más consumidos por la audiencia.

El negocio

El cuarto y último punto es la empresa. Es imprescindible reorganizar algunos de los departamentos, con el fin de mejorar la comunicación entre profesionales y decidir quién será el encargado de interactuar con los posibles nuevos clientes. De esta forma evitaremos perder los buenos resultados que los puntos anteriores nos hayan proporcionado. Si añadimos nuevas estrategias, tenemos que prepararnos para poder sacar el máximo partido de todo lo generado.

Así que ya tenemos el plan estratégico (192 hojas). En el siguiente artículo hablaré del Plan de implementación.

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