Internet: Ventaja competitiva o trampa mortal

Fernando Rodríguez Cabello    23 julio, 2014

 

No nos engañemos, el proceso de digitalización de las empresas es algo que se está produciendo en España poco a poco. Los datos nos hablan de que cada vez son menos las empresas que no tienen presencia en Internet, pero también nos indican que la “sola presencia” no es suficiente para asegurarse el  retorno de la inversión (ROI). Es decir, digitalizar la empresa no es poner un escaparate, sino llegar a interactuar y mostrar un valor diferencial.

 

Un entorno que premia y castiga

Parece entonces que las empresas ya han comprendido la necesidad de establecer un movimiento de digitalización serio, puesto que migrar o apoyarse en Internet para ampliar un mercado cada vez más global es la única forma de establecer nuevas vía de negocio y, sobre todo, de abrirse al mundo.

Aquí es cuando llega el matiz de transformación y réplica. Las empresas deben tender a ser multidisciplinares, con entornos laborales donde no existen jefes, sino impulsores. Empresas que pueden contar con miembros sin ubicación fija, pero con un amplio bagaje social y un perfil comunicativo o técnico que aporte valor al conjunto. La digitalización de las empresas va a generar nuevos puestos de trabajo y oportunidades para todos.

Al igual que en el Mundo Real S.A. la empresa debe impulsar o potenciar sus puntos fuertes y hacerlos su estandarte, en el Mundo Internet S.A. el campo de batalla digital cuenta con un maremágnum de ofertas, opinadores, foros especializados y un gran número de usuarios que valoran –en cualquier idioma- todos los productos y servicios que surgen… por lo que centrarse específicamente en alguno de ellos puede que descuide el resto. Es muy difícil saber dónde está el punto medio y matar moscas a cañonazos (léase, campañas de marketing desmesuradas), nunca ha sido la mejor elección en la Red.

Internet se comporta como un ser vivo, por cierto muy voraz, que juzga y valora gracias a esa globalidad. Las grandes empresas se encuentran que tienen que cambiar –en la mayoría de los casos- el sentido o enfoque de su negocio en la Red. No es buena elección prescindir de Internet, pero tampoco lo es aparecer en todo lugar y en todo momento. Hay que buscar los sitios adecuados y la fórmula magistral por la que diferenciarse. Entender Internet es entender un ecosistema cargado de valores positivos y también negativos que inclinan la balanza y la salud de la empresa.

 

Un cliente que cambia su modo de comprar

El ROPO (Research Online Purchase Offline), es decir, la práctica por la que los clientes buscan productos online para comprar offline, es una tendencia del cliente que hay que tener en cuenta. Pero no hay que descuidar la contraria, mucho menor, de aquellos clientes que se informan y tocan el producto offline para comprar en el mundo online (showrooming).

Es conveniente evaluar el producto o servicio ofertado y ver las posibilidades que tiene la empresa en Internet… ¿Interesa invertir en un escaparate físico para abaratar costes del producto o servicio en la Red? o, por el contrario, ¿interesa potenciar la exclusividad y características (por poner dos ejemplos) del producto buscando un nicho bien fidelizado? La respuesta está en vuestra mano.

Foto: James Cridland

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