Branding (I): Cultivar nuestra marca

Lluis Serra    16 septiembre, 2013

Desde hace tiempo, muchos nos hemos dado cuenta de la importancia de construir una marca personal o comercial, pero pocos llegamos a buen puerto, debido a que no vemos un retorno inmediato de la inversión en forma de ingresos. Pero como todo en esta vida, primero tienes que sembrar, luego cultivar y no puedes esperar recoger la cosecha al día siguiente. Olvidamos a menudo que día tras día tenemos que seguir regando y abonando nuestro cultivo. Se habla mucho del branding o de la marca, por ello en este primer post hablaré de cómo y por qué necesitamos construir una marca o, mejor dicho, cultivar nuestra marca.

Todos debemos pensar en construir nuestra propia marca, ya seamos personas físicas, empresas offline u online o comercios retail, dado que es una pieza clave para conseguir una buena reputación que nos ayudará a vender nuestra imagen y nuestros productos y servicios.

¿Qué necesitamos para empezar a crear una marca?

  • El nombre es lo primero que tenemos que pensar. Será el que suene cuando los usuarios estén hablando de tu marca, ya sea de producto o personal. Tiene que ser atractivo, fácil de recordar y que se asocie con tu persona, empresa o comercio y sobre todo que esté ligado al ADN del mismo. Como nos decían en el colegio, no copies, ni intentes parecerte a nadie, sé tú mismo. Muchos de los que tenemos hijos sabemos lo difícil que es, a veces, poner un nombre al recién nacido (yo lo tenía claro, Eloi, patrón de los ferreteros). A la hora de dar un nombre a la marca, necesitamos tiempo para pensar qué queremos vender y a quien queremos llegar.
  • El logotipo es la imagen corporativa y vale más que mil palabras. De la misma manera que tenemos un nombre, deberíamos crear un logotipo adecuado, un sello que irá ligado a nuestra marca y que será nuestra imagen, quizás la que quedará en la mente de nuestro cliente. Escoge colores atractivos, diseños actuales y que también vaya asociado a tu persona, empresa o comercio y sobre todo a tu ADN.

Si nuestra empresa es dinámica, rápida, joven…, el nombre y el logotipo tienen que ser así: dinámicos, rápidos y que denoten juventud.

Para empezar a «sembrar» la marca, necesitas tener claros algunos puntos:

  • Objetivos claros y concretos, y una estrategia que incluya el nuevo marketing 2.0. Relacionarse y conseguir que los usuarios hablen de nosotros y compartan sus experiencias de nuestra marca con sus amigos y seguidores. Una constancia y disciplina nos dará un posicionamiento en el sector.
  • Intentar ser fuertes, nunca grandes: Los objetivos nunca tienen que centrarse en crear una marca grande, sino fuerte; grande la harán posteriormente nuestros usuarios si realizamos nuestro trabajo correctamente y si les proporcionamos algo útil. Una marca fuerte puede que está gestionada por pocas personas, pero su alcance es mayor al ser constante y sobre todo profesional.
  • Nos tienen que ver: Saber dónde se mueve nuestro cliente es la pieza clave, y conseguir que nos vea. Estamos allí con él. Debemos lograr que hable de nosotros, y que hable -a ser posible- muy bien.
  • Nos tienen que escuchar: La finalidad no es hablar únicamente de nuestro producto, sino también del sector y de productos que no sean nuestros, aportar información que pueda ser útil para el posible cliente. El resultado final es la interacción y las conversaciones que generan marca y personas interesadas en un mismo producto o sector.
  • Hacer comunidad, ya sea virtual -con tus seguidores, lectores, followers o fans en la red-, o física. No solo hay que tener presencia online, también es primordial fomentar el networking y la comunicación personal.
  • Hablar, conversar y relacionarse: Para conseguir que esta comunidad escuche y hable, tenemos que conversar con ellos aportando valor y ayudándoles a que hablen de nosotros.
  • Ayudar y compartir. Nunca olvides que ayudar a los demás a avanzar es una buena inversión; cuando tus cliente crecen, tú creces. Si no les das nada para que avancen contigo, tu marca no avanzará. Son ellos los que te hacen crecer, ayúdales a avanzar tú también. Tienes que darles lo que necesitan para que ellos después te ayuden a ti.

Hasta aquí hemos hablado de la importancia de construir una marca y los puntos clave para lograrlo. El siguiente paso es trabajar nuestra marca. Lo comentaremos en el siguiente post.

¿Has puesto ya la semilla de tu marca?

Imagen @VinothChandar, distribuida con licencia Creative Commons BY-SA 2.0

Comentarios

  1. Qué importante son los puntos mencionados en tu artículo, y más hoy en día. Sólo quiero resaltar la importancia de tener en cuenta la proteccion jurídica de tu marca en todo este proceso. Como bien indicas hay que buscar un nombre, pero un nombre que no esté protegido por otro o que sea simliar al de otro que también esté registrado. Y, dentro de la estrategia de sembrar tu marca no debemos nunca olvidar el registrarla, que es lo que da el derecho en exclusiva a utilizar y es diferente al nombre de dominio y a la denominación social elegida. Podría añadir que antes de crecer con tu marca, PROTÉGELA, es tu activo más importante. Gracias.

  2. Buenos días Elisa. Estoy totalmente de acuerdo contigo, añadimos al post: «una vez decidido el nombre registrarlo para protegerlo» y así poder usarlo con todos los derechos y en exclusiva. Muchas gracias por tu comentario y tu brillante aportación.

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