9 tecnologías que tarde o temprano incorporarás a tu vida

Alberto Mena    10 febrero, 2016

Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.

Woody Allen.

 

No estaría nada mal poder adivinar el futuro, pero como de momento no es posible y ojalá pasemos mucho tiempo en él, sí podemos prever –analizando las tendencias y cómo está el mercado actualmente- qué nos deparará la tecnología en los próximos meses.

No es necesario inventar para no quedarse atrás. Simplemente hay que saber innovar antes de que sea demasiado tarde. Por ello, si tienes una empresa o eres un trendy, no te pierdas lo que se cuece en materia tecnológica este año.

 

Drones, robots e inteligencia artificial

Los drones aún tienen vetados “sus vuelos” en numerosas legislaciones, pero el tiempo y quizá algunas presiones políticas y empresariales acabarán dándolos rienda suelta. Sus aplicaciones al campo de la logística son incuestionables.

Robots cocineros, camareros, azafatas, droides de compañía… ya no son imágenes propias de una película de ciencia ficción, las empresas están incorporándolos a sus “plantillas”. Se trata fundamentalmente de que realicen labores mecánicas y rutinarias, si bien los avances en inteligencia artificial están llegando al punto de producir máquinas capaces de aprender de su entorno de forma autónoma. Y ese es el peligro, la denominada singularidad tecnológica, según la cual las máquinas podrían llegar a diseñar otras máquinas cada vez más potentes que escaparían al control del ser humano y le superarían en inteligencia. Pero, tranquilos, seguramente no lo veamos ninguno de nosotros.

 

Realidad virtual (RA) o “experiencia ambiental del usuario”

Llevamos mucho tiempo oyendo hablar de la realidad virtual –una tecnología que permite recrear no sólo espacios (existentes o imaginarios), sino también sensaciones– y parece que nunca es el momento apropiado para su despegue definitivo. En el artículo  “Cómo afectará la realidad virtual a tu negocio” Iván Fanego desgrana en qué consiste y cuáles son las principales empresas que están compitiendo para ganarse el favor de los usuarios.

El ocio, los videojuegos, la medicina, la educación, el transporte, el comercio (posibilidad de probarse virtualmente ropa, por ejemplo) son algunos de los sectores en los que la RA está jugando un papel destacado.

 

Wearables o dispositivos ponibles

El máximo exponente de los wearables son los smartwatches y las pulseras inteligentes, que ya llevan tiempo en el mercado. Uno de sus handicaps es la escasa duración de las baterías, hay que recargarlas todos los días, como un smartphone. Hasta ahora se aplican sobre todo al ámbito de la salud y el deporte, pero se están investigando nuevas aplicaciones que puedan ser útiles para los usuarios o incluso a nivel profesional.

 

Internet de las cosas

Los sensores nos rodean. Cada vez hay más dispositivos conectados entre sí, escupiendo datos e información constantemente. En los hogares, la domótica no es otra cosa que aparatos inteligentes que regulan el consumo eléctrico, frigoríficos que informan de que falta leche u otro producto, calderas que se encienden “solas”… La proliferación de objetos inteligentes tiene la finalidad de mejorar la vida de las personas, y afecta a áreas tan diversas como la salud, la logística, el urbanismo, la seguridad, etc.

 

Vehículos inteligentes

Google es, sin duda, quien más ha dado de qué hablar sobre este tema. Ya se pueden ver automóviles que circulan sin conductor o que aparcan solos, todo ello gracias a la implantación de sistemas de comunicación entre vehículos (car to car) y entre estos y diferentes infraestructuras de tráfico (car to infrastructure) como los semáforos, y al desarrollo de sistemas cartográficos cada vez más completos. Las predicciones de McKinsey apuntan a que en 2030 el 15% de los nuevos vehículos serán completamente autónomos.

 

Big Data

La multitud de información que generan Internet de las Cosas, los wearables y otras formas tradicionales de captura de datos han dado lugar al big data o, lo que es lo mismo, la gestión y análisis de enormes cantidades de datos incluso en tiempo real. La información es poder, dicen, y el big data viene a corroborarlo. Las empresas que lo utilizan consiguen antes sus objetivos: la fidelización, la venta. Gracias al análisis de información, pueden saber qué demandan los usuarios, cuáles son sus perfiles y qué tipo de servicios y productos pueden venderles.

 

Impresión 3D

Es un sector en pleno crecimiento, debido fundamentalmente a los nuevos materiales que se van incorporando (aleaciones de níquel, fibra de carbono, cristal, productos biológicos) y a su aplicación a un número de sectores de actividad cada vez más amplio: medicina, alimentación, construcción, etc.

A mediados de 2014 una empresa china fabricó 10 casas en un día con una impresora 3D. Otras imágenes que nos han impactado se daban en el ámbito de la salud: implantes de prótesis humanas elaboradas en una impresora 3D con materiales compatibles con el tejido orgánico. Sus aplicaciones son infinitas, veremos más cosas «sorprendentes».

 

La nube o cloud computing

A estas alturas, quien más quien menos tiene algún producto o servicio en la nube, tanto a nivel particular (Whatsapp, por ejemplo) como profesional. No es un secreto que reduce costes, ya que se paga por el uso que se haga de ello, aumenta la movilidad (permite el acceso a la información desde cualquier lugar con conexión a Internet) y evita complicadas instalaciones.

Los detractores, que los hay, siguen viendo algunos agujeros de seguridad: qué ocurre si la empresa donde tenemos alojados los datos desaparece, cómo sabemos si alguien no autorizado ha accedido a nuestra información, y dudas similares. Quizás, como asegura Virginia Cabrera, la clave está en la elección del proveedor y no tanto en el servicio.

 

Tecnología NFC

Este tipo de tecnología utiliza un chip NFC (Near Field Communication) para recoger y transmitir información sin necesidad de contacto, por proximidad. El boom ha tenido lugar en el ámbito de los medios de pago: tarjetas bancarias que no necesitan introducirse en un datáfono y pagos que se realizan a través de un teléfono móvil.

También se utiliza como sistema de identificación. Por ejemplo, en los aeropuertos es cada vez más frecuente que los viajeros lleven en sus smartphones la tarjeta de embarque, que es leída por un terminal dotado con otro chip NFC, lo que evita tener que imprimirla.

 

Foto: Jakob Breivik Grimstveit

Comentarios

  1. Enhorabuena por el post, Alberto. Muy interesante!

    Gracias especiales por tu mención a mi reflexión! Me alegro de que coincidamos en pensar que, en esto de la tecnología, las personas son lo importante. Herramientas hay muchas, unas mejores, otras peores, pero en el fondo, todas iguales. Lo que yo siempre he visto que marca diferencias es la capacidad de «arremangarse».

    Un abrazo!

  2. Gracias por acercarnos a ese futuro que es hoy, y que tan rápido se incorpora en nuestra vidas.
    La confianza impulsa a conseguir objetivos.
    ¡Espero el próximo !!

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