4 claves de acción para crear organizaciones innovadoras

Virginio Gallardo    18 septiembre, 2012

Una vez que ya todos sabemos que la innovación es la base en la que se sustenta la supervivencia y el éxito empresarial, la cuestión clave es cómo nos aseguramos de que nuestra empresa es innovadora.

La innovación ya está en la agenda de la mayoría de las empresas, pero la insatisfacción con la concreción de esta agenda y su puesta en marcha suele ser elevada.

Las empresas, al igual que las personas, manifiestan deseos y voluntades que a menudo se convierten en objetivo, pero que después no logran conseguir, a veces por falta de voluntad, otras porque desconocen las claves de acción.

¿Cómo conseguir una elevada capacidad innovadora? Esta fue la cuestión que desde hace más de cinco años un grupo de expertos y de universidades nos planteamos y seguimos trabajando en ello, y que ha dado lugar al Estudio de Liderazgo e Innovación, un sistema para medir la capacidad innovadora que tiene una licencia Common Creative y que puede utilizar cualquier empresa.

Os muestro los cuatro aspectos que señala este modelo como más importantes para asegurarnos la capacidad innovadora de nuestras empresas, aspectos que recomiendo que sean las pautas de acción en nuestros negocios:

1. Desarrollar liderazgo transformador

No puede existir innovación en una empresa sin que los directivos sean innovadores. Lo que diferencia a los directivos de los líderes es su capacidad innovadora. Liderazgo es innovación.

La innovación es un proceso social, una forma de gestionar el talento humano: sus ideas. Los estilos de liderazgo configurar cómo se gestiona a las personas, cómo se gestiona su talento: cómo se desarrollan, cómo se busca la colaboración, cómo se comparten las ideas, si se potencia a intraemprendedores…

Si queremos innovación, debemos asegurarnos de que nuestros líderes tienen las característica de favorecer la innovación y a este tipo de características se le denomina liderazgo transformador. Se las puede desarrollar, potenciar, comunicar o seleccionar… Cada organización lo conseguirá como pueda, pero las empresas innovadoras tienen líderes innovadores.

2. Procesos de gestión que potencian la innovación (2.0)

Las organizaciones que realmente se preocupan por la  innovación crean procedimientos, tareas (procesos de gestión) que tienen formas y nombres diferentes, pero que  intentan potenciar ideas, gestionar presupuestos o indicadores relacionados con la innovación.

Parece lógico que si algo te preocupa (la innovación) y quieres potenciarlo, crees procesos, tareas, recursos, medidas, responsables que hagan que este aspecto tenga importancia organizativa. Las empresas que se preocupan por la innovación crean procesos de gestión de innovación.

Otros procesos de gestión como la comunicación o el desarrollo del talento son relevantes para potenciar la innovación.  Aunque, sin duda, los procesos de gestión que han cobrado un protagonismo muy elevado en la creación de entornos innovadores son los procesos 2.0,  pues la creación de redes corporativas internas permite la gestión de ideas y conocimiento, su desarrollo, favorece el cambio organizativo y su implantación.

3. Estructuras flexibles y comunidades

Las organizaciones innovadoras son flexibles; ello significa que su estructura organizativa y puestos de trabajo se adaptan con rapidez a los cambios del entorno.

Pueden ser organizaciones funcional-jerárquicas, pero tienden a organizarse en proyectos, crean con facilidad estructuras transversales (comités, grupos o comunidades) que tienen relevancia organizativa, con puestos de trabajo flexibles, con autonomía, con dosis elevadas de intraemprendedores que trabajan en proyectos de mejora o innovación.

La forma de entender el trabajo, con un nuevo tipo de relación más flexible por objetivos y resultados, más que por tareas, con trabajadores con elevado poder es otra de sus características.

Aunque la emergencia de las comunidades, unida al fenómeno 2.0, muy relacionadas con los procesos de innovación y mejora como nuevas unidades organizativas, son el  fenómeno que más impacto tendrá en la estructura organizacional y en la forma de entender la organización como un sistema de redes.

4. Culturas innovadoras

Una forma de definir qué es una empresa innovadora puede ser: «aquella que tiene una cultura innovadora: valores y comportamientos innovadores».

Para algunas empresas hablar de valores y comportamientos organizativos como transparencia, aprendizaje colectivo, mérito, colaboración, «intraemprendeduría»/empowerment, ser abiertos, desarrollo personal o compromiso, es hablar de temas poco tangibles y útiles para la realidad empresarial. Para otras empresas es hablar de la esencia de lo que es la innovación.

Las empresas innovadoras, las que son más rápidas sacando productos, más eficientes, mejorando sus procesos o atendiendo a sus clientes, las que tienen más impacto social tienen este tipo comportamientos y valores.

El lenguaje de los intangibles, el desarrollo organizativo, la gestión cultural de las organizaciones para conseguir que todas las personas de una organización tengan unos valores, comportamientos y emociones alineados con la innovación serán la asignatura de las empresas de este nuevo siglo.

Foto @KJGarbutt, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

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