Redes sociales, contenidos, SEO… ¿es todo lo mismo?

Roberto García Esteban    24 marzo, 2015

Estamos en un momento en el que mucha gente habla de marketing de contenidos, marketing en redes sociales, SEO… pero, ¿realmente sabemos qué es cada cosa? ¿Hablamos todos de lo mismo? Tengo la impresión de que a menudo se mezclan y se confunden los términos, incluso entre los profesionales que trabajan en marketing. No pasaría de ser una mera cuestión semántica, si no fuera porque a veces la confusión de términos lleva a elegir herramientas erróneas para alcanzar el objetivo buscado. Es importante entonces entender qué es cada cosa y qué relaciones hay entre ellas para tener una estrategia de marketing digital exitosa.

 

¿Qué es el marketing en redes sociales?

Se trata de participar en las conversaciones que tienen lugar en las redes sociales, con la intención de dar a conocer allí nuestra empresa o nuestros productos. Cada red social tiene sus propias herramientas especialmente pensadas para las empresas. Facebook, por ejemplo, proporciona las fanpages, que permiten a las compañías tener su propia presencia e interaccionar con su público. La empresa puede escribir como si fuera un ciudadano cualquiera y lanzar los mensajes que desee a las personas que visiten esa página de empresa.

 

¿Qué es el marketing de contenidos?

La idea es ofrecer contenidos de interés para una determinada audiencia, con el objetivo de mejorar la imagen de marca ante esa audiencia. Lo que se busca es llegar a ser visto como un partner por parte de los clientes y no como una molesta marca comercial que simplemente grita un mensaje tan alto como puede. Un blog, una infografía o un vídeo pueden ser contenidos muy valiosos para nuestros clientes. ¿Un tweet de 140 caracteres? Es difícil considerarlo contenido; cae más bien dentro del marketing de redes sociales.

 

¿Y qué es el SEO?

SEO es el acrónimo de Search Engine Optimization y se refiere al proceso de optimizar una web y sus contenidos para que reciban más tráfico procedente de los buscadores de Internet. Simplificando mucho, más o menos funciona así: un buscador decide cómo posiciona una web según la cantidad de enlaces de otras webs que lo referencian y de la cantidad de palabras clave (keywords) de la búsqueda que haya en la web.

Es decir, que es importante acertar con la elección de las palabras clave que se usarán al hacer una búsqueda y ofrecer contenidos en nuestra web relacionados con esas palabras clave.  Y también conseguir que haya muchos enlaces que lleven a nuestra web, creados por gente que encontró nuestra web lo bastante interesante como para poner un enlace a ella.

Por cierto, esto del SEO se está poniendo cada vez más difícil. Los buscadores cambian sus algoritmos y no es nada sencillo acertar para obtener el máximo rendimiento de nuestros contenidos.

 

¿Y qué relación hay entre todo esto?

El marketing de contenidos ha existido desde siempre (pensemos en las revistas que se enviaban por correo tradicional a las casas de los clientes). Con el auge de Internet, los contenidos se digitalizaron y el SEO se convirtió en la manera de acercarlos a nuestros clientes, hasta que llegaron las redes sociales, que nos permiten descubrir y consumir muchos más contenidos que antes, pues cualquier blog puede ser compartido y comentado de inmediato.

Imaginemos una empresa que quiere mejorar el SEO de su página web. Para ello, crea un blog con artículos de interés para sus clientes, con la intención de atraer lectores que generen tráfico hacia su página y que, a su vez, la referencien en otras webs. De paso, más visitas siempre significan más oportunidades de venta.

Hasta ahora, simplemente creando un nuevo blog  apenas hemos conseguido mejorar el SEO. Toca también escoger las palabras clave que llevarán a los potenciales lectores hasta nuestro blog cuando busquen algún contenido, aunque es posible que tampoco logremos grandes resultados.

Así que empezamos a compartir los nuevos contenidos a través de diversas redes sociales: una página de Facebook, un perfil de Twitter, puede que hasta algo un poco más sofisticado como una cuenta de Pinterest. Y participamos activamente en esas redes sociales.

De repente, nos vemos involucrados en marketing de contenidos y de redes sociales, cuando lo único que queríamos al principio era mejorar un poco el SEO de nuestra web. Todo está muy relacionado y no tiene sentido olvidar ninguna de las tres variables de la ecuación, si queremos iniciarnos en el marketing digital.

Foto: William Iven

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