Por qué no es buena idea aferrarnos a nuestra vieja centralita

Charo Vela    17 abril, 2018

Pasados ya estos primeros meses del año, echo la vista atrás intentando recordar cuánto tiempo llevamos hablando de convergencia fijo-móvil, de centralitas virtuales, de comunicaciones unificadas, de las bondades de la nube… Y sinceramente creo que está más que demostrado que las comunicaciones de empresa han evolucionado, y que estamos inmersos en un mundo colaborativo y digital, en el que la inmediatez y la flexibilidad en nuestras herramientas de trabajo han pasado a ser condiciones indispensables para garantizar nuestra competitividad y supervivencia en el mercado.

Las comunicaciones de voz, tal y como las entendíamos, también han evolucionado. Los mundos de la voz y el TI (tecnologías de la información) han convergido ofreciendo entornos mucho más flexibles, donde lo que eran meras comunicaciones de voz se ven enriquecidas con un abanico de posibilidades, como el poder utilizar cualquier dispositivo en movilidad desde cualquier ubicación -incluso cuando nos encontramos en el extranjero- y aumentar su eficiencia combinándolas con herramientas colaborativas que permiten en el ámbito de una misma llamada de voz, y desde un único interfaz, utilizar aplicaciones como la mensajería instantánea, videoconferencia, salas de reuniones virtuales, etc.

Seguir aferrándonos a una centralita en nuestras dependencias e hipotecar parte de nuestro personal y del presupuesto en reconfiguraciones, actualizaciones, upgrades, averías, etc., que nada aportan a nuestro negocio, dejó hace tiempo de ser una buena idea. Tener estos equipos alojados en nuestras oficinas conlleva otros costes adicionales muy obvios, como el propio espacio que ocupan y la electricidad que consumen, así como las adicionales inversiones que nos obligan en ocasiones a sobredimensionar equipamiento para estar preparados ante la evolución de nuestra empresa a largo plazo, y que frecuentemente nos hace disponer de recursos que no se utilizan y que nos dejan las manos atadas en el caso de que tengamos que reducir infraestructura.

Muchas pequeñas y medianas empresas ya se han dado cuenta de que las comunicaciones de voz son un servicio más, y que nada tienen que ver con su negocio, que quieren pagar por lo que usan y dejar de hipotecar presupuesto y personal, en algo que no les aporta valor. Llevar su centralita a la nube las permite crecer al ritmo que lo hace su negocio, incorporando nuevas sedes y usuarios, sin inversiones ni complejas instalaciones en sus dependencias, con la tranquilidad de que el sistema siempre estará actualizado y supervisado.

Si sumamos las comunicaciones unificadas a la centralita en la nube, incrementaremos las ventajas como empresa, y facilitaremos la vida a los empleados, al proporcionarles herramientas sencillas, ubicuas y adaptadas a la sociedad colaborativa y digital de hoy en día, porque la movilidad no consiste en dar dispositivos móviles a los trabajadores. Es hora de dejar de hablar de dispositivos y tecnologías, y pasar a hablar de personas y sus necesidades.

 

Infografía Evolución Comunicaciones empresa

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