La tecnología y el marketing no son incompatibles con la artesanía

Celestino Martínez    18 marzo, 2015

Quizás, cuando pensamos en artesanía, nos vienen a la mente imágenes de oficios y técnicas centenarias que no relacionamos demasiado con la tecnología contemporánea. De hecho, una parte de la artesanía no ha cambiado demasiado en las últimas décadas, incluso en los últimos siglos, y es bastante habitual encontrar el mismo inmovilismo también en la adopción de los recursos que Internet puede aportar a esta actividad.

Por ello, no es frecuente encontrar a artesanos como Alex Redondo, que combina las técnicas artesanas con la utilización de herramientas online y técnicas de marketing para hacer llegar su arte a todos los rincones donde pueda ser apreciado.

 

P.- ¿Es incompatible la combinación de artesanía y tecnología?

Artesanía y tecnología han ido de la mano desde que el hombre es hombre. De hecho, el factor más importante que diferencia una pieza artesana de una manualidad es que, para realizar una pieza artesanalmente, se han de utilizar múltiples herramientas durante varias fases o procesos. Cada fase requiere su herramienta. Estas herramientas han ido evolucionando con el paso del tiempo y con los avances técnicos, como también lo han hecho los talleres artesanos. Por ejemplo, el torno de un alfarero era manual antes de la invención de los motores eléctricos, las máquinas de coser se accionaban a pedal y el soplete de un joyero echaba fuego gracias al empleo de un fuelle. Los avances técnicos en distintas materias han posibilitado que ciertas labores se realicen de manera menos ardua y permiten que sigamos siendo competitivos sin dejar de lado la esencia de una elaboración artesanal. Artesanal no es ancestral.

P.- ¿Cómo crees que puede ayudar la tecnología a las “micropymes” y, más en concreto, a otros artesanos como tú?

La artesanía ha ido evolucionando junto a la tecnología. Para mí el reto es saber cómo seguir incorporando los avances tecnológicos a los talleres contemporáneos sin perder la esencia de la elaboración artesanal y con el fin de que los talleres sigan siendo competitivos. Si en el siglo XX fue la electricidad, en el XXI será la electrónica y más en concreto la electrónica aplicada al sector de las comunicaciones y al mundo digital. Estas mejoras nos permiten, por ejemplo, poder llevar nuestro trabajo al cliente final en casi cualquier lugar del mundo, haciendo posible la ampliación de fronteras para nuestro arte.

P.- ¿Cómo está afectando el uso de la tecnología a las compras de productos de artesanía?

Precisamente el comercio electrónico permite que los artesanos no dependamos tanto de las ventas presenciales y que podamos ofrecer nuestras creaciones a un público más amplio. Por otro lado, el cliente puede acceder más fácilmente a una mayor variedad de creaciones artesanas como alternativa a otros productos más industriales.

P.- ¿Qué recursos tecnológicos utilizas en tu actividad diaria como joyero artesano?

Gracias a mi smartphone, puedo controlar constantemente la actividad en mi tienda web. Me permite controlar el stock, el número de visitas a la web o la alerta de que ha habido una venta, sin necesidad de utilizar el ordenador del taller. También puedo comunicarme con mis clientes o controlar las campañas de promoción en las redes sociales.

P.- En cuanto al marketing, ¿crees que se ha estado utilizando correctamente en el sector artesano?

No, para nada. El marketing es el gran olvidado de la artesanía. Los artesanos partimos de la “creencia” de que el producto, su calidad de acabado o la exclusividad del diseño son suficientes para que los clientes compren nuestras creaciones. Si algo he aprendido este año es a saber la importancia que tiene orientar bien tu producto a un público determinado. El cliente final es el verdadero protagonista y, cuando se realiza una venta, es la satisfacción completa de este cliente lo que realmente importa.

Para ello es necesario que, a partir de ese conocimiento del cliente, sepamos satisfacer sus necesidades de una manera en la que consigamos añadir el máximo valor posible al producto, para conseguir superar sus expectativas. Son pocos los talleres que tienen este enfoque o realizan análisis de éste.

P.- ¿Cómo utilizas el marketing online para acercar tus creaciones a tu público objetivo?

Aunque todavía es un capítulo en el que estamos intentando mejorar, utilizamos email marketing y publicidad online para comunicar a los clientes nuestra presencia en ferias, las novedades y ciertas promociones puntuales. También nos comunicamos con nuestros clientes a través de una página de Facebook y, por supuesto, tenemos la web, en la que el usuario puede encontrar nuestras joyas.

Muchos clientes que nos conocen en las ferias de artesanía quieren poder contactar después o comprar más joyas, así que tratamos de facilitar todos los canales de comunicación posibles.

P.- ¿Qué recursos de marketing “tradicional” has utilizado y cómo crees que han beneficiado a tu actividad?

En principio teníamos que cubrir dos objetivos principalmente:

Reposicionar la marca: Orientarnos a un público en concreto, es decir, entender y determinar cuál era nuestro público objetivo, cuáles eran sus necesidades, cómo podíamos satisfacerlas y de qué manera, para posteriormente reorientar la imagen de marca y los valores que queríamos transmitir a este público en concreto, con el que queríamos conectar a nivel emocional. Para este último objetivo, uno de los recursos que hemos utilizado ha sido el storytelling: hemos utilizado micro relatos para transmitir el potencial simbólico de cada colección y cada joya. Pero no nos hemos quedado ahí, también hemos rediseñado todos los elementos de la identidad de marca, para poder ofrecer una experiencia sensorial lo más completa posible, hasta el punto de poder mostrar a qué huele nuestra marca y qué sonido tiene.

Aumentar el valor del producto: No conseguíamos transmitir la exclusividad ni la calidad propia de nuestras creaciones artesanas. Para ello, hemos diseñado cuidadosamente la fotografía del producto en función de lo que queríamos transmitir en cada colección, y hemos mejorado el packaging y la entrega del producto: estuches de mejor calidad, más acordes con las piezas que elaboramos y una carta personal del autor, con la que cerramos el proceso de transmisión de la joya, en la que incluimos instrucciones y material para el mantenimiento de la joya, que ha sido diseñada para durar mucho tiempo. Desde un principio queríamos que la entrega fuese una experiencia a la altura del resto del proceso de compra y, por ello, incluso se han aromatizado las cajas con un perfume que evoca varios de los elementos presentes en cada colección.

Estas pasadas navidades hemos podido probar las reacciones del cliente después de todo el trabajo de estos últimos meses y el resultado ha sido muy satisfactorio. Teníamos por delante el reto de trasladar la experiencia que habíamos creado para el entorno online a un espacio físico de una manera coherente. La aceptación del público a la nueva imagen de la marca fue muy buena, mejorando la percepción de valor en el producto, con el resultado de un aumento de las ventas y del precio medio de cada joya vendida.

Aine

Como podemos observar, no hay tamaño de un negocio o actividad que no pueda beneficiarse de las ventajas que ofrecen el marketing, tanto online como tradicional, y la tecnología, en la que Internet tiene un papel fundamental. De hecho, Internet ha democratizado el uso de ciertos recursos publicitarios y de comunicación, que hasta su llegada habían estado solo al alcance de marcas y empresas que podían hacer grandes inversiones en estos capítulos.

Eso sí, también es conveniente no olvidar que, para utilizar estos recursos, por muy asequibles que sean, necesitamos partir de unas definiciones claras de público objetivo, propuesta de valor e identidad de marca, elementos del marketing tradicional que son imprescindibles para diseñar estrategias para los entornos relacionales en los que se aplicarán.

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