La vuelta al mundo de un emprendedor extremeño

Hay ideas que dan la vuelta al globo. La de Pedro Tomás Delgado recorre estas semanas la costa africana en su periplo mundial para la presentación de Aquaphytex, una empresa de biotecnología cuya innovación no ha dejado de sorprender desde su fundación. Esta es la historia de cómo un emprendedor extremeño preocupado por un problema global -el suministro de agua potable-, se embarca en el proyecto americano «Unreasonable at sea». Su historia es una prueba más de que en la era de la comunicación no hay fronteras para los proyectos innovadores.

«El agua será uno de los mayores problemas del mundo en los próximos 50 años, así que empecé a pensar en qué aportar para contribuir a su solución».

Lo explica Pedro Tomás Delgado, fundador de Aquaphytex, un emprendedor convencido de que la inspiración debe sorprenderte trabajando. A él le llegó leyendo un artículo en el que se explicaba el uso de plantas para la depuración sostenible de aguas por parte de Vicente Torres del departamento de I+D+i de la empresa Macrofitas, propietaria de la licencia en exclusiva de la patente desarrollada por el catedrático Jesús Fernández, de la Universidad Politécnica de Madrid. Pedro Tomás tenía 19 años cuando, sin dar demasiadas vueltas, decidió contactar con Vicente Torres. Poco después ya trabajaba en un proyecto para «posicionar esa tecnología en el mercado», objetivo para el que contó con la alianza de la empresa Macrofitas como socio tecnológico: «Tras unos años de trabajo, en 2010 batimos nuestro récord de facturación y llenamos con nuestras plantas todas las depuradoras que en sistema de flotación se instalaron en España».

La andadura de ninguna empresa es fácil, y la de Aquaphytex -por mucho que se simplifique en este texto- no es la excepción. Sin embargo, el balance que hoy, con 28 años, hace Pedro Tomas es positivo: «Hemos suministrado plantas macrofitas a más de 100 instalaciones, la mayoría de ellas siendo parte clave del sistema  el filtro de Macrofitas en Flotación, desarrollado por la UPM a través de nuestro socio tecnológico, en países como España, Portugal, Mali y Bahamas. Tenemos más de 70 plantas en España y hemos vendido más de dos millones de plantas».

Soluciones radicales para problemas globales

Unos logros que parecen no haber pasado desapercibidos. Lo sencillo y escalable de esta metodología han sido determinantes para que Aquaphytex «haya tenido el honor de ser uno de los once proyectos seleccionados entre más de 800 empresas de todo el mundo» por Unreasonable at sea. Una organización especializada en «buscar soluciones radicales a problemas globales», explica Pedro Tomás repitiendo el mensaje decenas de veces oído a su fundador, Daniel Epstein. A bordo de la embarcación fletada por el proyecto, estas once empresas recorren el mundo compartiendo sus ideas y tecnología.

«Nos hemos dado cuenta de que la mejor manera de crecer en el mundo de la biotecnología es compartiendo la información. La única forma de penetrar en el complicado mercado del agua es revolucionar el sector con la participación de agentes que amplifiquen y faciliten la implementación de usos de tecnologías verdes en el mercado convencional», explica el fundador de Aquaphytex. Una vocación por compartir que les ha llevado a iniciar contactos para futuras colaboraciones con universidades internacionales como la de Alaska y la Academia de Ciencia y Tecnología de Vietnam. Son los primeros pasos en una estrategia ambiciosa «para ganar aliados y poner encima de la mesa una plataforma online de recursos compartidos accesibles a todo el mundo interesado en la biodepuración del agua».

Mejor compartir que competir

Esta convicción de que es mejor compartir el conocimiento que competir es un rasgo cada vez más común entre una nueva generación de empresarios crecida en la era de Internet. Sin embargo, las motivaciones de Pedro Tomás se alimentan también de experiencias más personales. Nacido en Puebla de Alcocer, Badajoz, desde muy temprano se concienció de la importancia de conservar el principal patrimonio de esta pequeña localidad pacense: «La mayor reserva de agua dulce del sur de Europa». De esta reflexión  llegó a la convicción de que «la naturaleza ofrece casi todas las soluciones que necesitamos, simplemente tenemos que observarla, desarrollar ideas añadiendo variedades y abriendo el conocimiento a la comunidad».

«Nuestra experiencia nos ha llevado a comprender que para hacer empresa no siempre hay que transitar los caminos más convencionales.» Su fundador apuesta «de forma decidida por una sociedad de hacedores» capaz de compartir experiencias y de comunicarse en la Red sin establecer barreras previas. Y este es el camino elegido para hacer realidad su sueño: «Seguir trabajando con plantas y elementos biotecnológicos, y continuar formando personas para poder llevar a cabo una revolución verde que penetre de una manera más eficiente en el complicado muro del mercado tradicional del agua».

Si quieres conocer un poco mejor a este emprendedor autodidacta y singular, te invito a ver este vídeo: