Lo que la pequeña empresa siente, sueña y teme

Raúl Alonso    21 junio, 2017

Todos los vendedores saben que después de una noticia negativa de impacto las decisiones de compra se congelan. Resulta sorprendente la tremenda sensibilidad que la economía muestra frente a los estados de ánimo, por ello es tan importante estar informado de la temperatura del mercado. Es lo que acaba de hacer con la micro y la pequeña empresa la consultora KPMG en colaboración con la CEOE, vaya por delante que con un resultado que invita al optimismo.

Esta semana se ha presentado Perspectivas de la pequeña empresa en España, un estudio en que la multinacional de servicios recoge la opinión de 348 empresarios y directivos de compañías de hasta 50 trabajadores. Un análisis que muestra un entorno más positivo, si bien hay datos preocupantes, como que el 19% de estas empresas no haya avanzado en su transformación digital.

 

Mejoran las perspectivas

Siete de cada diez compañías espera crecer en 2017, sin embargo, esta circunstancia solo vendrá acompañada de generación de empleo en cinco de cada diez:

  • Economía española: más claros que nubes. El 44% de los pequeños empresarios valora que la situación económica española mejora en 2017. Frente a ellos, el 46% la ve igual que en 2016: «regular». Tan solo un 2% se decanta por el más optimista «mucho mejor», y el 9% por «peor» o «mucho peor».
  • Facturación: el 70% espera crecer. Más animados se muestran los empresarios cuando hablan de sus perspectivas de crecimiento: el 35% espera crecer por encima del 5% y otro 35% en el tramo del 0-5%. El 23% cree que las ventas serán iguales a las del año pasado y tan solo el 7% espera cerrar el ejercicio con ventas menores.
  • Inversión: más de la mitad inyectará capital. El 39% mantendrá igual el esfuerzo inversor de su empresa; el 29% mejora el presupuesto entre el 0% y 5%; y un 26% en más del 5%. En el 6% de estas compañías disminuirá.
  • Destino de la inversión: tecnología y personas. El 55% de esas empresas que invertirá en los próximos meses primará las herramientas tecnológicas (el 42%), la contratación y formación de los recursos humanos (41%), y la I+D (30%). Diversificación e internacionalización estarán también presentes en este esfuerzo.
  • Empleo: el 51% no aumentará la plantilla. Quizá el dato más negativo de este apartado de la encuesta es la discreta intención de contratación: el 16% espera hacerlo en más del 5% de su actual plantilla, y el 33% por debajo del 5%; pero otro 43% no creará nuevos puestos de trabajo, y en el 8% de las compañías disminuirá.

 

Preocupa la competitividad

Quizá el apartado de la encuesta más interesante es el que señala las prioridades estratégicas. Considerando que refleja lo que más preocupa, se puede concluir que la competitividad sigue siendo asignatura pendiente en la micro y pequeña empresa. En esta pregunta, la mejora de los procesos ocupa el primer lugar y la transformación digital el tercero, dos factores clave para la excelencia interna de las compañías. Como la formación y la innovación, que ocupan la cuarta y quinta posición entre sus prioridades. Queda por destacar la segunda posición con foco en la oferta, el desarrollo de nuevos productos y servicios, y la expansión internacional, una actividad absolutamente residual en este rango de empresas. Estos son los datos:

  • 48% mejora de procesos.
  • 47% desarrollo de nuevos productos/servicios.
  • 31% transformación digital.
  • 23% formar personal de la empresa.
  • 19% apuesta por la innovación y la tecnología disruptiva.
  • 19% expansión y crecimiento internacional.
  • 19% aumentar la inversión en marketing/publicidad.

 

Efectos de la transformación digital

Un 19% de los empresarios encuestados asegura no haber acometido transformación digital alguna, porcentaje que, primero, invita a dar un tirón de orejas y, en segundo lugar, a una profunda reflexión sobre la labor de las instituciones y organismos que procuran acelerar este cambio en nuestro país.

Y volviendo a los efectos percibidos por la pequeña empresa, la transformación digital impacta en primer lugar en la relación con los clientes (opción elegida por el 39% de los encuestados). En segundo lugar, ayuda a reducir costes y mejora la eficiencia (34%), y en tercera posición se destaca la mejora de los procesos de producción. Para el 15% «no ha influido» de ningún modo.

 

La demanda del mercado, primera amenaza

Como señalábamos al principio, la economía es muy sensible a la coyuntura general y los estados de opinión. El principal miedo de este colectivo empresarial, elegido por algo más de la mitad, es la debilidad en la demanda. Le siguen la incertidumbre política, los efectos de la carga regulatoria y la creciente competencia. Los problemas de acceso a la financiación, que hace muy poco eran señalados como críticos, descienden hasta la quinta posición entre sus amenazas.

 

Un tejido empresarial más micro

Para concluir, conviene aclarar que hablamos del 98,4% del tejido empresarial español, el peso de la micro y pequeña empresa española se ha incrementado en los últimos años. Uno de los peajes de la crisis fue que un tercio de las pequeñas y medianas empresas desapareció entre enero de 2008 y enero de 2016. Por contra, en ese mismo periodo la microempresa incrementó su representación en 2,6 puntos.

 

En consecuencia, el dibujo final de la composición del tejido empresarial arroja el siguiente reparto de poderes, según datos del Directorio Central de Empresas del INE:

  • Gran empresa (+ de 200 empleados): 0,4%.
  • Mediana empresa (de 50 a 199 empleados): 1,3%.
  • Pequeña empresa (de 11 a 49 empleados): 8%.
  • Microempresa (de 1 a 10 empleados): 90,4%.

 

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