Conclusiones: redes sociales en las pymes, ¿a favor o en contra?

Juan Luis Polo    11 junio, 2012

Tiempo de hacer balance del debate acerca de la oportunidad que para las pymes suponen las redes sociales. Y lo primero que me gustaría resaltar es que el debate de esta semana ha incorporado un buen número de comentarios, muchos de ellos reflexiones con entidad propia que sirven para enriquecer la toma de decisión de quien tiene que enfrentarse a hacer o no hacer.

Entre los temas apuntados por los participantes, destacaría aspectos tales como:

  • La necesidad ineludible del diálogo con los clientes y la oportunidad que las redes sociales suponen de escuchar y dialogar con ellos. Pocas veces las pymes han tenido una oportunidad de dirigirse a sus clientes de manera directa y flexible.
  • A pesar de la clara oportunidad, es imprescindible aplicar cautela y no dejarnos llevar por cantos de sirena de empresas que se califican a sí mismas como especialistas. Sin embargo, la transparencia del medio hace posible saber para quién trabaja esta o aquella empresa supuestamente especialista y recabar información sobre el nivel de satisfacción de sus clientes.
  • Estrategia y objetivos claros. Es de sentido común pero no está de más recordarlo, ya que en una pyme la táctica vence a la estrategia en el día a día con facilildad. Sin embargo es el verdadero esfuerzo de partida al que enfrentarse, responder preguntas como para qué entro y qué busco conseguir.
  • Contenidos propios. «Construir» contenidos es clave a la hora de obtener resultados, sean escritos, audiovisuales, etc. Limitarnos a reenviar contenidos de otros a nuestros seguidores es más rápido, pero no aporta gran cosa a la hora de construir nuestra marca. Sin marca y gente que nos conozca, no habrá venta.
  • Accesibles, globales y con una ventaja a la hora de mantener la presencia, que es lo relativamente económico en términos del dinero invertido. La actividad siempre será intensiva en horas de personas, incrementándose notablemente si «caemos en la trampa» de tener presencia en la mayor parte de redes sociales, cada una necesitada de su propia hoja de ruta y actividad para sacarle todo el partido. Abrir cuentas por el mero hecho de estar rinde pocos beneficios si después no tenemos el músculo para construir nuestra presencia en ellas.
  • La movillidad, la extensión del uso de dispositivos tipo tablets o smartphones supone una ventaja a la hora de conversar, allá donde se produzca la conversación. Ayuda al equipo de la empresa a tener ubicuidad y no depender de estar físicamente en las oficinas para poder dar respuesta siempre que se necesite.
  • ¿Personas o herramientas? En realidad hablamos de poner en el centro a las personas, antes que de usar las nuevas herramientas de moda. Si el foco no es el de buscar satisfacción de las personas que están con nosotros, tendremos una salida en falso. La posibilidad de que una empresa pueda «conectar» con sus clientes para tenerles más cerca, más informados y con la percepción de interés por ellos es más valiosa que el hecho de si tengo que estar en Twitter o Facebook por citar un ejemplo. Merece la pena el esfuerzo de digitalizarse para acceder a un networking real con sus clientes y gente de interés, antes que pasar horas rellenando un muro de Facebook.

Si la suma de comentarios que hemos tenido la oportunidad de leer esta semana apunta en una dirección clara, ésta es la de que pyme o no, la digitalización para alcanzar una mayor cota de efectividad como empresa es obligada. Tras estos años pasados, donde el brillo de la novedad deslumbraba hasta impedir cualquier otra consideración, hemos acumulado experiencia de empresas en España para ver con perspectiva cuáles son las ventajas y cuáles los inconvenientes.

Y se parecen bastante a lo que ya conocemos del resto de actividades que como pyme tenemos que abordar: la estrategia como punto de partida nos coloca en la mejor posición para comenzar, pero son el camino diario y los resultados los que afinan la hoja de ruta para saber cómo sacarle partido a herramientas como nunca supusimos que podríamos tener. Aquéllas que nos permiten arrancar rápido y con menos coste, para centrarnos en lo que realmente importa: las personas.

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