En la sociedad actual, debido a la gran competencia existente en la mayoría de los sectores, sobre todo en los relacionados con el ámbito digital, las nuevas tecnologías e Internet, hiperespecializarse ya no es una opción, sobre todo si estás en plena búsqueda de empleo, pensando en poner en marcha un negocio o a la «caza» de nuevas oportunidades laborales.
¿Qué es la hiperespecialización?
La hiperespecialización es un concepto relativamente reciente, que consiste en que aquellos profesionales expertos en alguna de las áreas de su propio sector, cada vez se especializan más en nichos de conocimiento más pequeños y concretos.
Este fenómeno, más que en una moda, se ha convertido en los últimos tiempos en un imperativo para la mayoría de los profesionales, sobre todo para aquellos centrados en el ámbito digital. Y es que, debido a la evolución del mercado laboral hacia puestos de trabajo cada vez más deslocalizados y la feroz competencia existente, es preciso enfocarse en subgrupos o micronichos, dejando de lado el resto de áreas relacionadas.
El éxito de la hiperespecialización también radica en las necesidades cada vez más concretas de los negocios y empresas, que necesitan contratar profesionales capaces de resolver problemas y necesidades mucho más específicas.
Otro de los motivos que hacen tan atractiva la hiperespecialización es que, motivados por la necesidad de destacar frente a otros candidatos a ocupar puestos de privilegio en las empresas, tengan que actualizar sus conocimientos y conocer áreas muy específicas, dejando de lado así la clásica figura del “licenciado en…” o “graduado en…”.
Beneficios de la hiperespecialización
Teniendo en cuenta los factores mencionados anteriormente, podemos afirmar que hiperespecializarse tan solo te traerá ventajas. Algunas de ellas son:
1. Incremento de la productividad
Tanto si el trabajo es por cuenta propia como ajena, las tareas encomendadas por nuestros clientes o jefes, respectivamente, serán siempre satisfechas de una forma más eficiente.
Esto vendrá provocado por una mayor productividad del profesional a lo largo de todo el proceso, desde su inicio hasta su fin, dado que se habrá formado específicamente para ese tipo de tareas.
En cambio, alguien con una formación más genérica tendrá unas nociones básicas del problema, pero deberá invertir un cierto tiempo en recabar información más concreta sobre las posibles soluciones que se deben aplicar.
2. Mayor visibilidad en el mercado laboral
Un profesional hiperespecializado producirá mejor impresión a un reclutador, dado que se le presupone mayor iniciativa y con ideas más enfocadas.
En cambio, alguien con una formación más genérica será visto por estos reclutadores como un profesional más “ambiguo”. En otras palabras, podría correr el riesgo de ser una “marca blanca” frente al que sí se ha hiperespecializado.
3. Estarás en la mente del usuario
Si te digo “bebida con sabor a cola”, ¿en cuál piensas? ¿Y si te pregunto por una marca de cacao en polvo?
Pues bien, estos son tan solo dos ejemplos sencillos de que en este caso Coca-Cola y Cola-Cao son marcas que llevan años estando en la mente de los usuarios.
Y en tu sector profesional ocurrirá lo mismo: de los millones de profesionales que son buenos reparando móviles usados para los clientes de empresas de telefonía, muy pocos lo son en iPhones, y a su vez una menor cantidad lo serán en problemas relacionados con “reparar el procesador de última tecnología del modelo iPhone X”.
¿Lo ves? Es tan solo un ejemplo de que, si te hiperespecializas en resolver un problema concreto, una empresa de tecnología (incluso la propia Apple) te buscará a ti y no a otros (estarás en su top of mind) con aptitudes más generalistas.
Estrategia para hiperespecializarse
Si te he convencido de la necesidad de enfocarte en un nicho concreto y no ofrecer “de todo para todos”, a continuación te propongo una serie de técnicas para hiperespecializarte:
Crea un blog de marca personal
Para ofrecer tus servicios especializados en Internet, la mejor inversión que puedes hacer para tu presente y futuro profesional es crear un blog gratuito.
Más adelante, si esta estrategia te funciona, podrás profesionalizar más tu plataforma y pasarte a un blog de pago, con contratación de dominio, hosting, etc.
Una vez creado, puedes comenzar escribiendo sobre temáticas de interés sobre tu sector. Y, como al principio no tendrás apenas tráfico web, podrías difundir tus artículos en las redes sociales y animar a tus contactos a que entren y te den feedback.
Busca tu buyer persona
En tus primeros pasos ofreciendo contenidos de valor para tus (de momento pocos) lectores, quizás no le encuentres demasiado sentido.
Sin embargo, cuando vayas recibiendo propuestas de colaboración, preguntas o dudas de cierto tipo de personas y, por qué no, consultorías por parte de empresas que quieren que les ayudes a implementar las estrategias que explicas en tu blog, irás viendo cada vez cómo la idea “loca” inicial de empezar con un blog va cobrando sentido.
A su vez, las necesidades y requerimientos profesionales de estas empresas o personas particulares, irán virando y pivotando tu especialidad hacia una de estas dos posibilidades:
- Podrás adentrarte aún más en esa especialidad sobre la que enfocaste tu bitácora.
- Dentro del sector al que te diriges, podrás cambiar tus preferencias y descubrir que existe un micronicho paralelo donde puedes conseguir más cantidad de clientes y, a su vez, ayudar a un mayor número de personas.
Sin duda alguna, creo que hay más que evidencias de que hoy en día no vale con conseguir un “Grado en X disciplina” ni con tener el título de “Licenciado en…”, sino que las necesidades de nuestra sociedad van más allá.
En pocas palabras, la otra opción, al menos para mi modo de entenderlo, es (tristemente) la cola del paro.