Aunque aún no ha desaparecido del todo, la pandemia originada por el covid-19 empieza a verse por el espejo retrovisor dejando muchos malos recuerdos, pero también algunas cosas nuevas, como la forma en la que entendemos el trabajo y la productividad. Bienvenidos al mundo híbrido.
En medio del confinamiento, los recursos humanos de innumerables empresas escucharon con frecuencia tres grandes términos: teletrabajo, síndrome de burnout y posteriormente la “gran dimisión” o Great Resignation.
Se trataba de cómo las organizaciones enfrentaban innumerables obstáculos para intentar mantener la productividad en tiempos adversos, con aciertos y errores, que llevaron a los empleados a cuestionar su forma de vida, incluso llevó a que muchos renunciaran.
En ese escenario se crearon nuevos desafíos para retener al talento y al mismo tiempo revitalizar esquemas tradicionales como la presencialidad. El fruto de esta discusión definió un nuevo término, la cuarta gran tendencia: el trabajo híbrido.
Se trata, como su nombre lo indica es la mezcla de los dos mundos, del trabajo remoto usando herramientas digitales y de algunos métodos del sistema tradicional como, por ejemplo, las reuniones presenciales. Sin embargo, no existe un único modelo de trabajo híbrido y presenta variaciones como:
Modelo de trabajo híbrido flexible
Usado por empresas como Cisco. Se basa en que los empleados eligen su ubicación y horario de trabajo en función de sus prioridades. De esta forma, pueden trabajar en una cafetería para algunos proyectos y elegir tener reuniones presenciales para otros.
Dentro de sus grandes beneficios está el empoderamiento y confianza que se genera con los empleados, pero dentro de lo negativo está la falta de visibilidad de la organización hacia el día a día de sus trabajadores.
Modelo de trabajo híbrido fijo
American Express usa este modelo que se basa en establecer días y horarios fijos para los empleados que trabajan en forma remota y los que hacen presencialidad.
El sistema fijo permite organizar reuniones y coordinar proyectos más fácilmente, por parte de los superiores de la organización, pero al mismo tiempo puede reducir el aporte individual al someter a los empleados a las reglas rígidas tradicionales.
Pero no son los únicos modelos, también están los office-first y los remote-first que básicamente priorizan un sistema, el remoto o el presencial, pero no descartan su contraparte.
Google, por ejemplo, usa el office-first en el que los empleados suelen estar en la oficina, pero también tienen días para teletrabajar. El caso contrario lo tiene Twitter que es remoto en su mayoría, pero se reúnen para coordinar proyectos, discusiones, etc.
Sea cual sea su elección, la cual depende de las necesidades particulares de cada empresa, hay algo que es cierto para todos y es que el trabajo híbrido llegó para quedarse, para el bien de sus empleados y la productividad de su empresa.
Durante las próximas semanas, este blog publicará una serie de artículos sobre el trabajo hibrido y cómo la tecnología que ofrece Movistar Empresas puede ayudar a su negocio para enfrentar este nuevo reto.