Sin duda, estamos viviendo unos días inéditos. La pandemia del COVID-19 no solo ha supuesto una crisis sanitaria sin prececentes, sino que también ha marcado un antes y un después en el entorno económico, en el que miles de empresas se enfrentan con incertidumbre ante el futuro.
Trabajadores desde casa, nuevas fórmulas con las que atender al cliente vía online o telefónica, equipos dispersos físicamente… Todos tratando de reinventarnos de la noche a la mañana, con el añadido de la angustia que provoca la situación de aislamiento, las dificultades de lidiar con la vida personal y laboral desde el salón de casa y los desafíos que este aislamiento provoca: procrastinación, desánimo o, simplemente, dificultad para concentrarnos.
Vivimos tiempos difíciles, en los que mantener nuestro rendimiento laboral y profesional y con él la actividad de los pequeños negocios no resulta fácil.
El papel de los mandos y jefes
Es un reto que, en el caso de los mandos y jefes, implica además motivar al equipo, conseguir que siga unido, que reme a una y, por supuesto, que continúe siendo eficiente y operativo.
Pero, ¿cómo lograrlo?
“No es fácil mantener la motivación y la orientación a resultados con un equipo al que no ves, no tocas, no se relaciona entre sí y puede dispersarse trabajando en casa, con las dificultades que comporta el confinamiento”, afirma Alicia Pomares, experta en gestión de Recursos Humanos y socia directora de Grupo Humannova.
Teletrabajar implica varios desafíos. “Aparece una sensación de soledad y falta de implicación con el proyecto; aunque estemos conectados y hagamos reuniones virtuales, la sensación de soledad profesional nos puede llevar a desmotivarnos”, explica Alicia Pomares.
A esta sensación hay que sumar “el aprender a gestionar con orden las reuniones virtuales, ya que pueden ser un caos. También hay que contar con la falta de hábito y organización (no todos estamos preparados para trabajar en casa); y reducir la cultura del control, que sigue imperando en muchas organizaciones, que creen que los trabajadores necesitan que los “vigilen” para trabajar y eso no ayuda”, añade.
El poder de la empatía
Al margen de las recomendaciones, herramientas tecnológicas e incluso consejos de seguridad para teletrabajar, lo cierto es que como jefe el lance es doble: mantener el negocio desde casa y conseguir que el equipo siga adelante, animado y al pie del cañón.
La empatía se presenta como una cualidad esencial en estos tiempos. Entender la situación del otro, de tu compañero o empleado se hace imprescindible, pero no es la única habilidad que debe tener un jefe.
Para lograr que el equipo siga motivado, es muy importante la capacidad de transmitir esa motivación, una de las características del “buen” líder.
“También es necesario trasladar la pasión por el proyecto, los objetivos y el propósito de la organización. Si tu equipo se apasiona, tendrá la energía necesaria para superar las barreras mencionadas”, afirma Pomares.
Ocho claves para la motivación
Esta es la lista de las técnicas para motivar a tu equipo, según la experta en gestión de personas:
Cultura de confianza
Frente a la cultura de control, demuestra a las personas de tu equipo que confías sinceramente en ellas.
Objetivos
Necesitamos tener claros los objetivos a corto, medio y largo plazo. Y mucho más en esta situación actual de teletrabajo e incertidumbre, con el fin de enfocar las tareas.
Autogestión
Si tienen dificultades, ayúdales a organizarse, a planificar el trabajo.
Comunicación
En estos momentos, necesitamos multiplicar los esfuerzos para mantenernos comunicados por todos los canales disponibles, para paliar los efectos de la sensación de soledad, además de clarificar los mensajes que se distorsionan con la comunicación digital.
Autogestión emocional
Las emociones se contagian. Cuidado con las emociones de unos y otros. El confinamiento provoca miedo, confusión, rabia, angustia, tristeza…, un polvorín a punto de estallar en cualquier momento. Y eso se puede transmitir. Por ello, es preciso una buena autogestión emocional, para empatizar, comprender y tener una alta tolerancia a las emociones.
Sociabilidad
Somos seres sociales. Debemos conservar el espíritu de equipo y el orgullo de pertenencia. Y ello se consigue con algo tan básico como potenciar las relaciones personales y conectar el talento. Celebra los éxitos, también en confinamiento.
Inteligencia colectiva
Es un buen momento para pedir ideas, lanzar retos y empezar a innovar todos juntos, pensando en esa nueva complejidad en la que estamos entrando.
Condiciones de trabajo adecuadas
Pero todo lo anterior no tiene mucho sentido si no te has asegurado antes de que tu equipo tiene las condiciones de trabajo adecuadas (herramientas y espacio de trabajo) y las competencias digitales necesarias.
Vivimos días en los que mantener a flote los pequeños negocios no depende únicamente de la situación económica a la que se enfrentan los profesionales, negocios y empresas de nuestro país.
Conseguir que el equipo siga remando a la vez ayudará a superar las olas de la crisis financiera y a llegar a buen puerto cuando todo esto pase.