Un buen uso de la energía no sólo entrega un beneficio reputacional a las empresas, también representa ahorros y reducción de costos operativos. Un vistazo a la solución de eficiencia energética Smart Energy de Movistar Empresas.
Mientras el mundo se mueve a una era de energías renovables, las empresas también ponen su grano de arena buscando soluciones energéticas más eficientes. Una iniciativa que globalmente puede generar ahorros por más de 410 mil millones de euros.
Pero no estamos hablando del futuro, estas soluciones ya se encuentran disponibles en América Latina, y específicamente en Colombia, con iniciativas como Smart Energy, la oferta de eficiencia energética de Movistar Empresas.
Se trata de una solución que, según Andrea Pineda Fonseca, Profesional de Desarrollo de Producto y Negocio Digital de Movistar Empresas, permite a las compañías conocer su verdadero consumo de energía (en equipos, infraestructura, entre otros, en cada una de sus sucursales) y reducir sus costos entre 5% y 15%.
Además, esta solución no solo entrega reportes del consumo actual, también realiza proyecciones a futuro basándose en herramientas como el Internet de las Cosas(IoT), inteligencia artificial, Big Data y, por supuesto, la conectividad M2M.
CEE, el valor agregado
Pero además de las herramientas tecnológicas, si algo diferencia a Smart Energy de otras ofertas de gestión energética, es el recurso humano del Centro de Excelencia de Energía (CEE).
“El CEE está conformado por un equipo de ingenieros con experiencia en proyectos de eficiencia energética y son el apoyo para los clientes de Movistar Empresas permitiéndoles focalizar los trabajos en los beneficios esperados por el cliente. Es una parte vital que interactúa con los clientes desde la fase preventa hasta la posventa”, asegura Pineda.
Así, usando la tecnología y el CEE, es posible realizar estudios de consumo energético en toda clase de verticales, -desde banca hasta retail-, para determinar en qué procesos se producen la mayoría de los gastos y determinar la calidad misma de la energía que se está usando.
Dichas mediciones de calidad permiten a las empresas determinar qué proveedor energético les conviene y en caso de daños, proveerlos con herramientas para adelantar los reclamos ante los generadores, agrega Pineda.
A partir de la etapa de diagnóstico, que suele tomar de uno a tres meses, se implementan acciones que son monitoreadas permanentemente, a través de tableros de seguimiento, para comprobar el impacto real de consumo en la empresa.
Porque el consumo global de energía nos concierne a todos.
Foto de Christopher Machicoane-Hurtaud en Unsplash